Publicado el viernes, 05.24.13
Recaudan fondos para iglesia en Placetas
Juan O. Tamayo
jtamayo@elnuevoherald.com
Juan Ivo Urvoy Roslin afirma que su labor como párroco en el pueblo de
Placetas, en el área central de Cuba, le exige ser un poco como un
médico de la familia, un generalista más bien que un teólogo o un educador.
"No se trata solo de alimento espiritual. Lo que se necesita es una
educación integral" para su rebaño, dijo el sacerdote, de 45 años,
nacido en Francia y miembro de San Martín de Tours, una orden
tradicionalista cuyos sacerdotes todavía visten sotanas que les llegan
al tobillo.
Por lo tanto, durante los últimos siete años, el sacerdote, quien
prefiere que lo llamen simplemente "Juan Ivo", y otros cuatro miembros
de su orden han estado tratando de conseguir donaciones para financiar
toda una serie de servicios en Placetas, un municipio de alrededor de
70,000 personas a unas 185 millas al este de La Habana.
Puede que las autoridades locales consideren estas actividades un tanto
sospechosas. Pero a medida que el gobierno de Raúl Castro, falto de
fondos, se ve forzado a recortar sus gastos en los programas de salud
pública, educación y bienestar general, la Iglesia Católica y otras a lo
largo de la isla han estado expandiendo su labor humanitaria.
Algunas iglesias están incluso ofreciendo cursos de computación y sobre
cómo establecer y manejar una de las muchas categorías de negocios
pequeños que han sido autorizados por las reformas económicas de Castro.
La parroquia de Placetas lleva ahora cinco cantinas que alimentan a unas
120 personas una o dos veces por semana, y mantiene un pequeño
dispensario de medicamentos donados, dijo Urvoy a El Nuevo Herald
mientras visitaba Miami para recaudar fondos para la parroquia.
Y, aunque el gobierno no permite escuelas privadas, unos 160 estudiantes
de enseñanza primaria y secundaria están recibiendo tutoría de 12
maestros contratados por la parroquia para suplementar el sistema de
educación estatal.
La parroquia brinda además albergue de lunes a viernes a nueve muchachos
que viven en el campo y tendrían que hacer largos viajes diarios de ida
y vuelta para asistir a la escuela, o que viven en el pueblo en casas
atestadas y necesitan un poco de paz y tranquilidad para sus estudios.
Para los jóvenes que tienen pocas probabilidades de pasar a estudiar a
la universidad, los curas han preparado lecciones de carpintería, dijo
Juan Pichon, de 30 años, otro sacerdote de San Martín de Tours nacido en
Francia que vino a Placetas en el 2008 y ahora organiza la mayoría de
las actividades juveniles.
"Ellos traen oxígeno y una vida independiente y más sana a este lugar",
dijo un residente de Placetas quien pidió conservar el anonimato porque
él es un crítico del gobierno y no quiere que las autoridades locales
vayan a castigar a los curas a causa de estos comentarios.
Como actividad deportiva, Urvoy, quien es un aficionado al ciclismo, ha
organizado el Club de Ciclismo Católico de Placetas (CCCP) con 45
miembros que todos los meses compiten entre sí o con equipos de ciclismo
auspiciados con el estado.
El recauda donaciones de equipos de ciclismo durante sus visitas anuales
al sur de la Florida, pero también se compra una nueva bicicleta de
carreras todos los años y dona las viejas al club.
Además, los curas pueden recorrer los municipios aledaños en bicicletas
de montaña donadas cuando sus vehículos –un camión Ford de 1952 y un
Lada soviético "que trabaja un día sí y otro no"– no están disponibles,
dijo Pichon.
El obispo Arturo González de la arquidiócesis de Santa Clara pidió en el
2006 a la orden de San Martín de Tours que enviara sacerdotes a Placetas
debido a la prolongada escasez de sacerdotes católicos en Cuba. La isla
tiene 340 sacerdotes, de los cuales algo más de la mitad son extranjeros.
La parroquia funciona con un presupuesto de alrededor de $90,000 al año:
unos $40,000 recibe de la orden en Francia, $35,000 de manos de grupos
religiosos tales como Caritas, la red internacional de asistencia de la
iglesia, y $15,000 de parte de donantes en el sur de la Florida.
Urvoy y Pichon hablaron cuidadosamente de sus relaciones con el
gobierno, el cual era oficialmente ateo hasta 1992 y está todavía
controlado por el Partido Comunista de Cuba.
La Oficina de Asuntos Religiosos del partido tiene que aprobar todas las
actividades –desde las reparaciones a las iglesias hasta las visas y la
importación de biblias– y en su sucursal en Placetas hay un joven a
cargo de las relaciones con todos los grupos religiosos del pueblo.
Urvoy dijo que las relaciones con el gobierno han "mejorado algo" en los
últimos tiempos. Un informe del Departamento de Estado de EEUU publicado
el martes que afirma que Cuba disminuyó el control sobre las actividades
religiosas en el 2012 pero en general ha mantenido "significativas
restricciones" sobre la libertad de religión.
Por ejemplo, el sacerdote recordó un incidente ocurrido el año pasado,
cuando la efigie de Nuestra Señora de la Caridad, la santa patrona de
Cuba, atravesó en procesión por Placetas como parte de las celebraciones
que marcaron el 400 aniversario de la aparición de la imagen.
Cuando la procesión pasó cerca de la casa de Jorge Luis García Pérez, un
disidente conocido como Antúnez y arrestado docenas de veces en los
últimos años, su esposa, Yris Tamara Pérez Aguilera, salió de la casa y
se unió a la procesión, contó Urvoy.
Urvoy dijo que él la llamó y le dijo que a ella no le pasaría nada si no
convertía la procesión en un evento político. Dos cuadras más adelante,
las autoridades locales se le acercaron para quejarse de la presencia de
ella, pero aceptaron la respuesta que él les dio: "La Virgen es de todos".
Se puede hacer donaciones a la Fundación Monseñor Fernando Prego y
enviarlas a Santiago Alpízar, abogado de Miami oriundo de Placetas, al
1699 Coral Way, Suite 512, Miami. 33145.
http://www.elnuevoherald.com/2013/05/24/v-fullstory/1483955/recaudan-fondos-para-iglesia-en.html
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