Primero de Mayo: ¿Qué festejamos en Cuba?
Alberto Méndez Castelló | Puerto Padre | 2 Mayo 2013 - 12:51 am.
En el país de las murmuraciones, los cubanos salen a la calle coreando
consignas ajenas a la realidad, mientras simulan fidelidad a dirigentes
en los que hace mucho dejaron de creer.
Banderas cubanas de papel sujetas a palillos, listas para ser
enarboladas este Primero de Mayo, desde el 30 de abril aguardaban sobre
las mesas de trabajo en el Registro del Estado Civil de Victoria de Las
Tunas.
Decenas de hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, que convocamos a la
marcha por el Día Internacional de los Trabajadores desfilaron
alegremente este Primero de Mayo, en la tarde de ayer, desbordaban las
salas de espera del Registro Civil despotricando toda suerte de
improperios contra la lenta e ineficaz burocracia del Ministerio de
Justicia.
"Hace meses que estoy tramitando mi divorcio y no logro conseguirlo.
Cuando no es por una certificación es por otra. Lo bonito del caso es
que mi ex, sin estar legalmente divorciada de mí, ya legalmente se casó
con otro para irse a España", dijo un joven a este corresponsal.
Cincuenta kilómetros al norte de Las Tunas, en vísperas de este Primero
de Mayo, cuando en una tras otra Tienda Recaudadora de Divisas (TRD), al
atardecer de este martes, en la ciudad de Puerto Padre, los clientes
buscaban pollo de forma cansina, las dependientas repetían: "No busque,
no hay pollo en ningún lugar".
"Bueno, yo gano 250 pesos al mes y 10 pesos convertibles no alcanzan
para comprar pollo a 2,30 el kilogramo", dijo indiferente un mecánico de
un taller estatal de reparación de efectos electrodomésticos, que al
precio de 2,40 CUC compraba un litro de aceite. Al pagar, el mecánico
remachó: "Y ya se me fueron 60".
La publicación del simple relato de estas escenas, cotidianas en mi
país, constituye un delito por el que, según los instructores del
Ministerio de Interior primer teniente Reidiel y mayor Orlando
Castellanos, estoy a punto de ir a la cárcel. Durante toda la noche y
aún hasta esta mañana la policía política mantuvo vigilada mi casa.
¿En qué país vivimos los cubanos? Se pregunta uno por enésima vez, pero
la respuesta siempre será la misma: es Cuba, el país de la simulación,
la capital de la hipocresía.
Justo a las 7:29 minutos de este Primero de Mayo, el general Raúl Castro
se hizo visible en la Plaza de la Revolución. Ya desde las 7:00 el
flamante vicepresidente Díaz-Canel desfilaba en Santiago de Cuba,
mientras cientos, millones de cubanos cumplían con esa tarea por toda la
Isla.
Tarea, sí, porque en Cuba, al concluir un abril de carencias y
frustraciones, comenzamos mayo con una peregrinación inútil: en el país
de las murmuraciones, los cubanos salen a la calle coreando consignas
ajenas a la realidad, mientras simulan fidelidad a dirigentes en los que
hace mucho dejaron de creer.
"¿Después de la muerte de Fidel y de Raúl Castro, qué tiempo usted cree
que dure esto?", me preguntó ayer un chófer de alquiler.
Pensé contestarle a aquel ser insignificante a pesar de su corpulencia
que el problema de los cubanos no eran ni Fidel, ni Raúl Castro, sino
los cubanos mismos. Pero en cambio dije:
"No sé, quizás en 1 o 2 años cambie el color del policía que los cubanos
llevan dentro. Todo depende del nuevo sastre y de cuánto dinero
dispongan los inversionistas para las telas de los nuevos uniformes. El
rojo estimula, el azul desalienta, el negro deprime y, por supuesto, el
verde es esperanzador. Pero le aconsejo que antes de que le cambien el
policía se deshaga del que lleva dentro".
El chófer me miró como si viera en mí a un loco, luego pisó a fondo el
acelerador. Cuando llegamos a casa, agitando yo alegremente una
banderita hurtada en el Registro Civil de Victoria de Las Tunas, ya
había dos tipos en mi esquina. Al decirle al chófer quiénes eran ellos,
con chirriar de neumáticos el tipo se alejó.
"¡No deje de ir al desfile!", solo alcancé a gritarle. Así celebramos en
Cuba el Primero de Mayo.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1367448690_3051.html
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