27 de mayo de 2013

Los comisarios culturales cambian de táctica

Los comisarios culturales cambian de táctica
Lunes, 27 de Mayo de 2013 03:07
Escrito por Orlando Freire Santana

Cuba actualidad, El Cerro, La Habana, (PD) La Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) prepara su VIII Congreso. Como paso previo a ese
evento, en todos los centros de educación superior del país se realizan
reuniones estudiantiles para recoger los planteamientos que serán
llevados a la magna cita.

Además de inquietudes relacionadas con la vida en las universidades, los
estudiantes se han referido, entre otros temas, a la actualización del
modelo económico, los espacios con que cuentan para aumentar su
preparación política, la nueva ley migratoria, y el acceso a internet. O
sea, que el estudiantado clama por que se le faciliten los medios para
su plena inserción en la realidad social del país.

Y la respuesta del aparato de poder no se ha hecho esperar. Se trata de
una especie de contraofensiva que ha tenido su primer capítulo en el
neurálgico terreno de la cultura. Para ello, nada mejor que enviar a la
reunión de la Universidad de Oriente a un ilustre triunvirato formado
por Abel Prieto, asesor del presidente Raúl Castro; Miguel Barnet,
presidente de la UNEAC; y Rafael Bernal, ministro de Cultura.

Prieto, que parece haber llevado la voz cantante en la comitiva, llamó a
los estudiantes a potenciar el debate sobre el desarrollo de la cultura
y la apreciación artística, tanto fuera como dentro del marco académico.
Y dejó bien sentado que no es momento de prohibiciones, sino de formar
el gusto estético de los jóvenes, y después influir sobre él. En un
párrafo medular de su intervención, el autor de Viajes de Miguel Luna
apuntó que "prohibir es ridículo, y solo contribuye a crear propaganda
sobre determinada chatarra cultural. El reto está en tratar de que la
gente, y sobre todo los jóvenes, tengan modelos por los cuales encauzar
sus aspiraciones, sueños y realizaciones artísticas o personales"
(Periódico Juventud Rebelde, martes 23 de abril de 2013).

Es decir, que si son consecuentes con semejante política, ya no les
bajarán más directivas a las instituciones culturales en el sentido de
qué intérpretes o géneros musicales deben ser eliminados de la radio y
la televisión, qué humoristas han de ser vetados en los centros
nocturnos, qué obras excluidas de las salas teatrales, o qué libros
desaparecidos de las bibliotecas. Ahora, en cambio, piensan actuar
directamente sobre los consumidores del hecho cultural, en especial los
jóvenes, para que aprendan a valorar la "auténtica" cultura.

Cualquiera podría notar lo simbólico del momento escogido para echar a
un lado la política de las prohibiciones. Coincide con la desaparición
física de Alfredo Guevara, ese tenebroso personaje que mucho ayudó a
radicalizar la cultura revolucionaria en aquel año crítico de 1961,
cuando fueron reprimidos los elementos moderados que mantenían
posiciones importantes en el aparato cultural. Basta recordar, por
ejemplo, el papel desempeñado por Guevara en la prohibición del
documental PM, de Sabá Cabrera Infante, así como la posterior clausura
del semanario Lunes de Revolución. Precisamente, el hermano de Sabá, el
laureado novelista Guillermo Cabrera Infante, al referirse a Alfredo
Guevara, lo calificó como "el más odioso comisario comunista con el que
vérselas" (Cabrera Infante, Guillermo. "Mordidas del Caimán Barbudo",
Mea Cuba. Alfaguara. Madrid, 1999).

De todas maneras, la actitud de los nuevos comisarios no significa ni
remotamente un cambio en las intenciones de la cúpula gobernante.
Simplemente han mutado los medios, pero el fin sigue siendo el mismo.
Ellos desean que escuchemos la música, que veamos las películas, que
presenciemos las obras de teatro, y que leamos los libros que no
debiliten el control totalitario que ejercen sobre la sociedad.

Sin embargo, es muy probable que esa labor no les resulte muy sencilla.
Esta era, en que internet tiende a socializar la información -un derecho
reclamado por los estudiantes cubanos, y que a los gobernantes les será
difícil evadir-, es más compleja para los comisarios que aquella en que
reinaba a sus anchas el mandamás del cine cubano.

Para Cuba actualidad: orlandofs21@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-cultura/82-cultura/7513-los-comisarios-culturales-cambian-de-tactica.html

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