24 de mayo de 2013

Hablemos de salud en Cuba

Hablemos de salud en Cuba
Jueves, 23 de Mayo de 2013 11:04
Escrito por Guillermo Ordoñez

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Sobre la base del manejo
indiscriminado de la mentira y la obligatoriedad de un agradecimiento
ridículo, durante más de cincuenta años hemos sido víctimas de la peor
atención sanitaria del universo, estamos sujetos a las más execrables
situaciones y sufrimos el chantaje de tener que agradecer al verdugo por
sus supuestas regalías.

Como dice la canción del dúo Buena Fe, "No me regales más nada, (...) no
me lo cobres luego a pedradas". Esta es la realidad triste y ridícula
que hoy nos toca vivir en nuestro país, en todas las esferas.

Ahora, después de tantísimos años de atropello, después de tantos
errores y tantas personas dañadas por nuestro sistema de salud, en las
instituciones médicas aparecen afiches con el costo de cada consulta y
diagnóstico que recibimos. No se menciona cuánto hemos tenido que pagar
y pagamos, sin indemnización, por los errores que se han cometido desde
que el sistema socialista de la isla se declaró dueño absoluto de la
salud de todos. ¿A quiénes podemos hacer responsables? ¿Qué demanda
podemos hacer ante un Ministerio que se debate en un montón de
justificaciones y no asume la responsabilidad del daño al cual nos ha
sometido con sus supuestas regalías?

Además, en múltiples ocasiones nos han tomado como material de estudio y
con el pretexto del bloqueo impuesto por los Gobiernos norteamericanos
nos han privado de más de un medicamento existente en la isla, pero para
el cual no se nos reconoce aptos por su precio en el mercado
internacional, lo cual ha causado un sinfín de muertos y lesionados que
no aparecen en las estadísticas estatales.

¿Acaso desconocen los creadores de dicha propaganda cuánto nos cuesta un
turno para un especialista? Estos señores ignoran cuán cerca pueden
estar de la muerte quienes no tienen medios para sobornar a un médico
cuando, por urgente que sea la dolencia, se dilatan las fechas de
consulta por la carencia de especialistas o porque no hay condiciones
debido a la reconstrucción simultánea de todos los centros de salud
(léase, a partir del nacimiento de las misiones internacionalistas
latinoamericanas).

Las obras de reparación de nuestros derruidos hospitales no terminan
jamás. Ejemplo latente son los distintos centros de salud parcialmente
reconstruidos de la capital, que están por terminarse desde los años 90.

Sumado a esto están los estafilococos, que en nuestros hospitales y
policlínicas gozan de muy buena salud; la población se siente temerosa
en salas o quirófanos cuando por desgracia se ven en estas situaciones.

El sistema de propaganda ignora los desmanes que sufrimos los que no
pagamos una tarifa tan ruin como la que hoy nos presenta, así como los
míseros e indignos salarios que devenga la mayoría de la población. El
sistema que utiliza tan absurdo método no es capaz de reconocer con qué
pagamos diariamente los que por más de cincuenta años entregamos nuestra
salud en el diario bregar y las penurias.

Cada logro se anuncia con bombo y platillos, pero, ¿quién desagraviará a
los fallecidos por incapacidad médica, como aquellos pacientes del
hospital psiquiátrico que antes de morir sufrieron hambre y maltrato, o
a las familias que padecerán inmensas secuelas y dolor toda la vida?

¿Cómo soportar esa desfachatada y lacerante propaganda de que "la
atención médica es gratuita, pero cuesta"?

Cuesta, sí, más de lo imaginable, especialmente para un cubano sin
amigos en la nomenclatura, como yo.

Para Cuba actualidad: lizama1961@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/7492-hablemos-de-salud-en-cuba.html

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