7 de septiembre de 2012

Una forma sutil de corrupción

Una forma sutil de corrupción
septiembre 6, 2012
A los amigos de siempre

HAVANA TIMES — Cuando en el 2010 escribí sobre la corrupción y me
ocurrió lo que todos saben, fue inevitable que se preocuparan mucho.
No se entendió nunca, cómo era posible tomar una medida política del
carácter de la que se ejecutó, ante la denuncia que se hacía.

Aquello escritos, como se dice, atravesaron el vendaval de las
incomprensiones y hoy hemos avanzado en ese tipo de críticas. Nuestra
máxima Dirección Política, consecuentemente con lo que había venido
diciendo desde que tomó el mando, la acuñó: Corrupción es equivalente
a Contrarrevolución. Todos los revolucionarios respiramos
profundamente descansados. El asumir la crítica era una realidad y
nadie estaba en el derecho de callarla.

Pero debemos continuar avanzando. Una masa importante de nuestros
intelectuales revolucionarios asume valientemente la crítica de
nuestras realidades, como ha sugerido Raúl, pero aun no es posible
sentir a fondo y confiadamente, que están haciendo lo que deben,
aunque estén convencidos de ello.

Aun cierta burocracia acecha, sin desaprovechar la oportunidad de
decirnos a esos intelectuales de que estamos equivocados, que al
parecer las cosas no pueden ser tal y como Raúl nos ha dicho. Mientras
que todos los que asumimos la crítica de nuestra sociedad, estamos,
junto con Raúl, convencidos de que es el único modo de salvar el
proceso.

Qué querría decir Raúl Castro con que "corrupción es equivalente a
contrarrevolución". Sin dudas tal afirmación es dolorosamente
abarcadora, porque encierra entre otros los peligros siguientes:

- En primer lugar, que el que se corrompe, ya se pasó al enemigo.

- Trata de desprestigiar el discurso político de la Revolución en su
momento más crítico.

- Da elementos para que se diga que no son todos los que están ni
están todos los que son. Lo cual como un ataque directo a la
dirigencia del país, atenta contra todo proceso que pretenda hacer
avanzar la remodelación económica, realizar los ajustes sociales
necesarios y lograr el cambio de mentalidad.

- En medio de la difícil situación material que vive en Cuba, da un
ejemplo funesto de cómo solucionar mi problema individual.

- Quien se corrompe es prácticamente imposible que mantenga otros
valores, por lo cual, el siguiente paso es colaborar con quienes le
facilitan su labor, corrompiendo a otros y poniéndolos a todos al
servicio de la subversión.

Pero existe una forma más sutil encubierta de corrupción, que medra
entre nosotros, y que no pocos le restan importancia, porque la
practican sistemáticamente o porque no la ven con el grado de
peligrosidad con que miran la de los altos funcionarios.

Se trata de una corrupción de poca monta materialmente, practicada de
a poco, de manera directa entre funcionarios de bajo nivel, que
poseyendo la posibilidad de mover ciertos recursos, los intercambian
como si se tratara de un simple trueque de mercancías.

Se trata del funcionario que administra una cafetería y le consigue
los dulces y la cerveza al amigo que va a celebrar los 15 de la hija,
mientras que este último, administrador de una fábrica, le suministra
las lozas y el cemento que el primero necesita para levantar una
habitación adicional. Un simple intercambio entre dos. Donde no media
dinero sino bienes y en el que no pocos se hacen los de la "vista
gorda", esperando que le llegue su turno de practicarlo también. Vía
por la cual, de manera ilegal, se escapa una increíble cantidad de
recursos, cuyo destino debiera ser el comercio a la población. Este
tipo de corrupción no es menos nociva que la otra, debido a las
razones siguientes:

- Su poco valor monetario la hace aparecer como simples favores de
amigo. Lo que se ha popularizado bajo el término de "resolver".

- Por lo general, en el centro de trabajo, se trata de algo que casi
todos dominan, pero que dejan pasar. No les importa por temor a la
represalia o porque piensan que un día les puede tocar.

- Tiende a crear un nivel de compromiso entre los que administran y el
resto de los trabajadores, que pueden considerarse en el derecho de
disfrutar de esas ventajas ilegales en algún momento.

- Es muy fácil de ocultar dentro de la contabilidad y los controles económicos.

- Al no mediar dinero, la peligrosidad de su práctica es bastante reducida.

- No obstante, el grado de corrupción de este modelo de ejercicio,
corroe la autoridad hasta de las propias organizaciones políticas en
el centro de trabajo.

Luego con la corrupción, en todas sus características de práctica y
niveles, estamos ante un fenómeno, que solo es posible derrotarlo, si
todos los sectores sociales participan, declarándole una guerra
generalizada, que perfeccione la conciencia de lo que ella significa y
provea a todos los instrumentos para combatirla. Ello significa,
transparencia informativa, discusión abierta y dotar a todos de la
confianza de que la crítica oportuna y eficiente siempre será bien
recibida.
—–

*Esteban Morales, destacado académico cubano, fundador y director
durante 18 años del Centro de Estudios Sobre Estados Unidos (CESEU) de
la Universidad de La Habana, universidad de la cual ha sido decano de
la facultad de Humanidades.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=70965

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