24 de septiembre de 2012

De la moderación al extremismo

De la moderación al extremismo
Lunes, Septiembre 24, 2012 | Por Julio Cesar Álvarez

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Dos juicios penales en dos
épocas diferentes de la historia de Cuba marcaron el sistema judicial
cubano, llevándolo de la moderación al extremismo.

El 21 de este mes se cumplen 59 años de la causa 37, radicada en el
Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba. Se juzgaba a un grupo de
cubanos por el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y
Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, acaecidos el 26 de julio de1953.

Estos cubanos optaron por la violencia como método para apoderarse del
poder político. Aunque la consigna con la que salieron al asalto fue la
de "no matar si no por última necesidad", las acciones de Santiago y
Bayamo terminaron enlutando la nación y gestando una nueva guerra
fratricida.

A pesar de los muertos y la violencia, el veredicto fue un ejemplo de
moderación e independencia judicial por parte del Tribunal de Urgencia,
que era el encargado de juzgar los delitos políticos.

El cabecilla de los rebeldes, Fidel Castro, fue sancionado a quince años
de cárcel, sanción esta que en su alegato consideró excesiva.

Amnistiado junto con los demás participantes dos años después, creó el
Movimiento 26 de Julio, que en su ala terrorista se dedicó al asesinato
de militares, la quema de autobuses, de cañaverales, los sabotajes de
todo tipo, y al secuestro de personalidades para llamar la atención
internacional, como el secuestro del argentino quíntuple campeón mundial
de automovilismo Juan Manuel Fangio.

Era la época republicana, y gobernaba el dictador Fulgencio Batista.
Algunos dicen que la causa 37 fue el juicio más importante de la época
republicana.

Cincuenta años después de la causa 37, en la primavera del año 2003—La
Primavera Negra—, setenta y cinco disidentes y periodistas
independientes cubanos son juzgados por tribunales al servicio de la
seguridad del Estado.

A diferencia de los cubanos de 1953, éste no era un grupo violento. Sus
integrantes tenían como arma la palabra y las acciones pacíficas de
desobediencia civil. El objetivo de los periodistas no era acceder al
poder político, ni el sabotaje, ni el secuestro, sino criticar y
denunciar lo que creían injusto, lo que la férrea censura de prensa se
empeñaba en amordazar.

Sin embargo, este grupo de cubanos fue sancionado con penas de cárcel
que oscilaban entre los veinte y veintiocho años de prisión. Fueron
alejados de su familia, y esparcidos por todas las prisiones de la isla.
Empeñado en no reconocer su condición de prisioneros políticos, el
gobierno los unió con asesinos, violadores y ladrones.

Gobernaba el mismo líder violento que lideró el asalto al Moncada, y que
consideró excesiva la sanción que le impuso el Tribunal de Urgencia. El
líder que después de usurpar el poder por la violencia, criminalizó las
manifestaciones pacíficas y las tachó de "contrarrevolución", el mismo
que penalizó toda crítica a su persona con la figura delictiva de
"desacato a la figura del Comandante en Jefe".

El mismo líder violento que suprimió la moderación y la independencia
judicial republicana y adentró al país en la era de la sumisión y el
extremismo judicial revolucionario.

http://www.cubanet.org/articulos/de-la-moderacion-al-extremismo/

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