Documento: Cirujanos reclaman a Raúl Castro por desastrosa situación de
la salud pública en Cuba
Publicado el Viernes, 21 Septiembre 2012 09:30
Por Café Fuerte
Los cirujanos del Hospital General "Calixto García" han hecho pública
una carta abierta al gobernante Raúl Castro en la que expresan su honda
preocupación por el deterioro de la salud pública cubana y alertan sobre
las difíciles condiciones de vida que enfrentan los profesionales
médicos en la isla.
La carta, publicada este jueves en el sitio diigital Cubaencuentro,
pone el dedo en la llaga sobre la deplorable situación por la que
atraviesa el sistema de salud pública cubana, uno de los logros
enarbolados por la revolución de Fidel Castro.
Según fuentes cercanas al Ministerio de Salud Pública (MINSAP)
consultadas en La Habana, la misiva está teniendo ampla difusión y
repercusión en el sector desde su aparición en la internet.
El documento emerge semanas después de destaparse un escándalo de
corrupción en la centenaria entidad médica, que conduijo al arresto del
entonces director, el doctor Miguel Fonseca, y al menos una docena de
médicos y otros subalternos como parte de una investigación policial. En
el operativo también fueron arrestados empleados del hospital Maternidad
Obrera de La Habana.
Por su importancia, CaféFuerte publica íntergramente la carta abierta de
los cirujanos cubanos, agradeciendo la cortesía de Cubaencuentro para su
reproducción en nuestra página digital.
CARTA ABIERTA DEL SERVICIO DE CIRUGÍA GENERAL DEL HOSPITAL CALIXTO
GARCÍA AL PRIMER SECRETARIO DEL PCC Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE
ESTADO Y DE MINISTROS, GENERAL DE EJÉRCITO RAÚL CASTRO RUZ
Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de
ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser
próspero para ser bueno.
José Martí
El hospital Calixto García de la Habana tiene como misión brindar
atención médica especializada preventivo-curativa y de rehabilitación de
forma ininterrumpida a la población, mediante asistencia médica de
calidad y alto nivel profesional [1]. Con sus más de 100 años de
historia ha sido una escuela permanente de los cirujanos del país, y un
elemento importante en la lucha de nuestro país por su independencia;
muchos de nuestros profesores fueron combatientes de la clandestinidad
[2] y brillantes médicos en misiones internacionalistas de gran
importancia. Los cirujanos de este hospital, respetando el juramento
hipocrático [3], se han caracterizado históricamente por ser críticos y
autocríticos, pero sobre todo combativos ante las dificultades, las
decisiones mal tomadas, y los múltiples errores que afectan a nuestra
nación, y que poco a poco ponen en peligro el futuro, considerando la
salud como un pilar de las transformaciones surgidas en el periodo
revolucionario, y nuestro deber brindar una atención médica profesional
y digna, acorde a los adelantos científicos del siglo XXI.
Luego de innumerables informes a la jefatura de servicio, la dirección
del hospital, de discusiones en el seno de los núcleos del PCC, y la
imposibilidad de participar en análisis a otros niveles con los
dirigentes del ministerio desde hace mucho tiempo, donde el personal
médico plantee sin restricciones sus opiniones [8] y formas de resolver
los grandes problemas que hoy afectan al sector de la salud y que
incluye desde la formación hasta la atención médica directa, un grupo de
cirujanos consideró su deber elemental [8, 9, 10], y acordó enviar esta
carta a su persona, con el único fin de informarle elementos sumamente
graves en la atención al pueblo cubano, que al parecer por el tiempo que
viene sucediendo en la salud pública en general y en nuestro hospital en
particular, y la falta de proyecciones inmediatas para resolverles, son
desconocidos por la alta dirección política del país, contrastando en
proporción inversa con el discurso oficial de nuestros medios de difusión
La atención médica, y sobre todo quirúrgica, en nuestro centro, es un
gran desastre, caracterizada por:
Hospital destruido en su estructura física, por su edad e
innumerables reparaciones de pésima calidad y corta duración.
Falta de importantes recursos en la atención a los pacientes por
distribución inadecuada, por gestiones insuficientes o por exceso de
trabajo ante la reducción de la actividad en otros centros por causas
similares.
Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima
atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un
número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se
terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la
de cualquier lugar pobre del mundo.
Nuestro centro hospitalario, en el aspecto quirúrgico, se ha ido
reduciendo, de unos 30 salones para todas las especialidades, a no más
de 10 en la actualidad, los que aún con gran destrucción brindan esta
vital atención al pueblo; las irregularidades en estos salones, sus
continuas roturas de aires acondicionados, falta de agua, falta de
equipamiento adecuado en algunos de ellos, provocan que pacientes con
cáncer no puedan ser intervenidos a tiempo en nuestra institución, que
otros con patologías benignas susceptibles de ser resueltas de forma
mediata a su diagnóstico lleguen complicadas por la falta de rapidez en
la solución de sus problemas, y como si esto fuera poco, las patologías
urgentes también tienen grandes dificultades. Estas, que constituyen un
número importantes de casos, que llegan remitidas de cualquier lugar de
la ciudad, muchas veces mal enviadas, poniendo en peligro la vida de los
pacientes y causando incluso muertes que teóricamente se podrían haber
evitado, y a pesar de que es la única prioridad quirúrgica con que
trabaja el hospital una buena parte del tiempo, deben en ocasiones
esperar más de 24 horas entre su anuncio y su intervención urgente,
debido sobre todo a la falta de disponibilidad de salones, del personal
suficiente y adecuado, pero además al cansancio físico y psíquico de los
médicos que plantean, replantean y discuten los problemas a todos los
niveles posibles y/o hacen buena parte de las veces de camilleros, de
auxiliares de limpieza, además de cargar con toda la responsabilidad de
un paciente enfermo ante su familia, el propio paciente y la sociedad.
Las deficiencias en el sistema de atención médica son tan graves, en
nuestra opinión, que nos obliga por estas cuestiones y otras de recursos
que se mantienen de forma transitoria o permanente, a no brindar una
atención profesionalmente ética y digna a nuestro pueblo, como es
nuestro sagrado deber.
Por otra parte, las reparaciones emprendidas en nuestro centro, y que
llevan más de 10 años de ejecución, poco han cambiado la inviabilidad de
un hospital horizontal en los tiempos actuales; la mayoría de las
reparaciones son coloretes a edificios viejos, realizados con una pésima
calidad y, por supuesto, una corta duración, lo cual aumenta la
frecuencia de la nueva reparación. Salas que han demorado 10 años, hoy
se desmoronan 4 meses después de su apertura, ante el primer aguacero;
filtraciones, derrumbes en los falsos techos, y un número importante de
áreas declaradas inhabitables, constituyen el diario en nuestro trabajo
y la estancia de nuestros pacientes. Las suspensiones de operaciones por
causa del clima, del agua, insuficientes salones, o de cualquier cosa,
dejaron de ser imprevistos, para convertirse en algo cotidiano. Ya las
unidades quirúrgicas dejaron de ser las que tienen que estar listas para
resolver los problemas de los pacientes, ahora somos los cirujanos los
que tenemos que priorizar a uno u otro paciente en una lamentable y
desgastante búsqueda de oportunidades quirúrgicas para un cubano que
solo conocemos lamentablemente por causa de su enfermedad.
Solo a este panorama deprimente necesitamos sumarles las condiciones de
confort que tienen los médicos y el personal en general, donde empezando
por un salario que no le alcanza para vivir a él y a su familia, una
atención degradante en los servicios de trabajo y guardia, que incluyen
la ausencia de un lugar para descansar en las largas jornadas
quirúrgicas o de trabajo, los varios kilómetros caminados en el
recorrido entre salas, bajo el polvo, el sol y muchas veces la lluvia,
la pésima calidad y suficiencia de la alimentación, la falta de un lugar
decente donde practicar sus necesidades fisiológicas, y duchas para
refrescar en el intenso calor o su limpieza ante una intervención
contaminante, casi obligan, cuando se convierten en permanentes, a
cambiar mentalidades. La fatiga, bien estudiada duplica las
complicaciones [4, 5, 6, 7]; si además adjuntamos la cifra ridícula de
10 litros de gasolina que le dan mensualmente a los afortunados que
tienen autos, y que no alcanza ni para ir al trabajo la primera semana
del mes, entre otras muchos maltratos, se completa el cuadro de
deterioro que influye de forma determinante en la atención medica que se
le brinda al pueblo. Hoy es imposible pedirle a un médico, aún con auto,
que acuda al hospital en el horario de la noche a ver su paciente
operado, o que venga el domingo, como ha sido habitual en los cirujanos
históricamente; más que eso, es imposible pedirle que venga a
reintervenir un paciente complicado a las 10 PM y que no hace falta ser
muy inteligente para saber lo que pasa con un caso que se ha tenido que
reintervenir 5 veces por cirujanos distintos.
Nosotros consideramos que esta situación desastrosa indiscutiblemente
genera complicaciones en los pacientes, donde estudios demuestran que
después de 6 horas de trabajo de un cirujano las complicaciones se le
multiplican [4, 5, 6, 7]; por supuesto, hablamos de trabajo con confort
adecuado. También en muchos casos, la muerte, que le brindamos cuando se
trata de un paciente terminal que casi no tiene salvación, no es
éticamente digna, pues no se puede hacer con él lo que merece o lo que
se debe hacer, en el tiempo que se debe hacer: ejemplos múltiples
tenemos todos los cirujanos que laboramos en este centro, y gran parte
de la población que observa y critica que lo que se dice en el panorama
informativo nada tiene que ver con nuestro país y nuestros hospitales.
Pensamos que el gobierno nuestro tiene compromiso en todo esto, pues
existen para satisfacer las necesidades del pueblo, para resolver los
problemas del pueblo, de los trabajadores, porque simplemente son los
responsables de mantener los centros hospitalarios, de que los
trabajadores se formen adecuadamente en un sistema educacional justo y
de calidad, que les imprima una educación ética y consecuente con la
labor que van a realizar, o nadie piensa por qué los médicos,
ingenieros, constructores, en las misiones se entregan en su trabajo: lo
hacen porque el trabajo genera su mejoría, la de su familia y la de la
sociedad donde viven, pero por desgracia, eso solo se alcanza en nuestro
país saliendo del mismo, saliendo del país que nos vio nacer[10], el que
es nuestro, por derecho, el que nadie, absolutamente nadie, tiene el
derecho de arrebatarnos nuestra identidad por ningún concepto, y por el
que debemos entregar incluso la vida para que siga siendo nuestra nación
independiente.
Las desgracias narradas no vienen solas, llegan despacio cuando se
mantiene por años la inversión del nivel de vida de las personas con su
capacidad y entrega, ley socialista bien conocida por todos: "a cada
cual según su trabajo". Cuando los gobiernos, con sus leyes, decretos,
circulares especiales, y sus decisiones y disposiciones, van
comprometiendo el futuro, ¿hasta cuándo vamos a agradecerle a la
generación del Centenario por haber cumplido con su deber y su
obligación de liberar a Cuba, mientras nuestra generación espera para
cumplir con su deber de desarrollar y darles a nuestra familia, a
nuestros hijos, a nuestros hermanos cubanos la vida que se merecen,
mientras las destructoras huellas de la corrupción transitan con
libertinaje singular para cada lado de la sociedad al que se pueda
dirigir la mirada? Como decía José Martí: "en lo común de la naturaleza
humana, se necesita ser próspero para ser bueno". El gobierno es
responsable de todo esto, y no solo de saberlo, sino también de
resolverlo. Por eso, y antes de que continúe siendo tarde y sucedan
acontecimientos como los del hospital de Mazorra, decidimos en este
colectivo de médicos, sacrificados, trabajadores, dedicados, éticos, y
sobre todo bien mal tratados, informar a usted y a los responsables de
todas estas preocupaciones, graves en nuestra modesta opinión, desde
este lugar tan subvalorado en la escala social como lo constituye el
heroico e histórico servicio de cirugía general del hospital más antiguo
de nuestra querida patria.
NOTAS
[1] http://bvs.sld.cu/cgi-bin/wxis/dis1/
[2] http://files.sld.cu/cirured/files/2011/06/de-mis-memorias.pdf
[3] Juramento Hipocrático. www.sld.cu
[4] Editorial. Revista Canadian Medical Association Journal
http://www.cmaj.ca/
[5] Journal of the American Medical Association
[6] http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/05/24/noticias/1306246063.html
[7]
http://www.elmundo.es/blogs/salud/profesionsanitaria/2011/05/18/un-tacografo-para-los-medicos.html
[8] "Ahora hablará el que quiera, bien o mal, pero hablará el que
quiera. No es como ocurría aquí, que hablaban ellos solos y hablaban
mal, habrá libertad". Discurso de Fidel Castro. Parque Céspedes, de
Santiago de cuba, el 1 de enero de 1959.
[9] …¿Cómo vamos a decir: "esta es nuestra patria", si de la patria no
tenemos nada? "Mi patria", pero mi patria no me da nada, mi patria no me
sostiene, en mi patria me muero de hambre. ¡Eso no es patria! Será
patria para unos cuantos, pero no será patria para el pueblo. Patria no
solo quiere decir un lugar donde uno pueda gritar, hablar y caminar sin
que lo maten; patria es un lugar donde se puede vivir, patria es un
lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente y,
además, ganar lo que es justo que se gane por su trabajo. Patria es el
lugar donde no se explota al ciudadano, porque si explotan al ciudadano,
si le quitan lo que le pertenece, si le roban lo que tiene, no es
patria. Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en la
Plaza de la Ciudad de Camagüey, el 4 de enero de 1959.
[10] …Precisamente la tragedia de nuestro pueblo ha sido no tener
patria. Y la mejor prueba, la mejor prueba de que no tenemos patria es
que decenas de miles y miles de hijos de esta tierra se van de Cuba para
otro país, para poder vivir, pero no tienen patria. Y no se van todos
los que quieren, sino los pocos que pueden. Y eso es verdad y ustedes lo
saben. Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en la
Plaza de la Ciudad de Camagüey, el 4 de enero de 1959.
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/sociedad/2205-documento-cirujanos-reclaman-a-raul-castro-por-desastrosa-situacion-de-la-salud-publica-en-cuba
No hay comentarios:
Publicar un comentario