[04-04-2012]
Hugo Araña
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Según la opinión, producto de una
entrevista realizada por Mario Vizcaíno Serrat al Vice Ministro de
Cultura Fernando Rojas, y aparecida en el suplemento *Caimán Barbudo*,
no. 368, enero- febrero 2012, el título de la misma no pudo ser más
elocuente y real: El periodismo cubano está en deuda con la realidad.
Si se quiere esa situación ya hace rato es enjuiciada muchos, cuyos
comentarios hasta cierto punto comulgan al unísono, e inciden tanto en
el cubano de a pie, como aquel perteneciente a ciertos sectores altos de
la sociedad cubana, con que todo es debido supuestas "orientaciones al
parecer de arriba", ocultando que a veces uno no sabe sobre lo
verdaderamente sucede en la Isla, ya que los mismos diarios tanto
provinciales como nacionales, parecen permanecer ajenos a la verdadera
realidad.
Eso sí, en ciertos órganos, como paliar en algo dicha situación,
mantienen una pequeña sección, donde cubanos perjudicados por
negligencias, maltratos en oficinas estatales, desfalcos, un
burocratismo cruel, atenta a veces contra buenas intenciones,
principalmente en el sector obrero, y muy expurgados, nos ofrecen sus
insatisfacciones.
Pero a nuestro entender, no basta. No basta ni bastará, cuando todos
conocemos de primera mano, que ese factor negativo en la realidad
cubana ya alcanza niveles nunca vistos desde que este Comentarista
recuerda: la corrupción.
Todos la conocemos, la tenemos como estigma desde que nos levantamos, y
aun a veces sin desearlo, caímos en ella por necesidad, con el propósito
de buscar una media y así paliar necesidades a veces hasta de primer orden.
Esa. La corrupción - y sin redundar mucho sobre el tema-, tal parece que
por orden de los editores, o hasta de los mismos directores de los
informativos, la censura la mantienen casi a capa y espada, cuando, sin
ningún alarde de sensacionalismo, debería ser conocida por el pueblo.
Sí a veces, y esporádicamente, publican algo, muy poco. Como por
ejemplo, la pretendida finca de recreo edificada cerca de un poblado en
la provincia de Matanzas para un extranjero, que hasta postes de
concreto de la Unidad Básica Eléctrica fueron situados en el lugar sin
permiso alguno, y hasta asfaltarle el camino de entrada a la mansión
erigida, cuando muchas carreteras de la Isla parecen caminos vecinales.
Pero, ¿quiénes fueron los corruptos de estas acciones? ¿Cuáles son sus
nombres y apellidos? ¿Qué cargos ostentaban u ostentan? Silencio
absoluto. El misterio hizo su presencia. No se dieron a conocer ¿No
convenía?, y ¿Por qué? Aunque que la misma población ya se pregunta que
las órdenes procedieron de muy arriba, y sacarlos a la paleta pública,
motivaría un escándalo, contradiciendo hasta al mismo Raúl Castro que en
una recién reunión con ejecutivos del Partido Comunista, orientó y
recalcó, que su Gobierno sería implacable con los corruptos.
¿Entonces por qué esa parte negativa de nuestra realidad continúa
tapiada, cuando en todas las sociedades, desde que el Hombre comprendió
la ventaja de vivir en sociedad, la corrupción ha sido y es un estigma
por desgracia? ¿Es que el llamado socialismo cubano (¿?) pretende ser
santificado?
Por eso, las palabras de Fernando Rojas, si se quiere puso el dedo en la
llaga al declarar que el periodismo cubano estaba y está en deuda con la
realidad, y agregamos, la nuestra.
Cuba atraviesa un impase. Impase con tonos descoloridos, donde la
corrupción cada día aumenta, se expande, somos víctimas de ella sin
discusión alguna, y tarde o temprano lógicamente, traerá aun males
mayores por los atravesamos.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35661
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