4/03/2012
Por Jorge Alberto Liriano Linares/ Hablemos Press.
Camagüey, 3 de abril.- La reciente visita del Papa Benedicto XVI a la
isla aumentó los índices de violencia policial, represión y terror
contra los prisioneros.
En las cárceles no faltaron las ya tradicionales arremetidas represivas
con los malos tratos y las violaciones de las normas y derechos
internacionales típicos de carácter militarista y criminal de la
dictadura en el poder.
En la prisión provincial Kilo 7, Camagüey, unos 5 prisioneros resultaron
lesionados por estos días en que el Santo Padre brindara su mensaje de
fe y amor cristiano.
La violencia entre los preso también cobró una nueva víctima al
consignarse un hecho de sangre que puso en peligro la vida del recluso
Reinaldo Rodríguez Lozada, provocado por la incompetencia y el
descontrol corruptivo de los militares.
Al cierre de este primer semestre del año el saldo de lesionados
producto a la crueldad vandálica de las fuerzas represivas en esta
prisión se elevó a 50 víctimas y amenaza con continuar ascendiendo en su
mortífera trayectoria de destrucción y muerte, que luego de educar y
construir sigue sembrando la semilla del odio, la desesperanza y el luto.
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