Lunes, 02 de Abril de 2012 05:26
Escrito por Osmar Laffita
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Cuando Raúl Castro asumió
formalmente el gobierno de Cuba en marzo de 2008, la producción agrícola
se encontraba en sus peores momentos.
La zafra de ese año no rebasó las 1,3 millones de toneladas de azúcar,
la peor en un siglo, como consecuencia de unos rendimientos cañeros que
no rebasaron las 27 toneladas de caña por hectárea, los más bajos del
hemisferio occidental.
De las 6 millones de hectáreas de tierras aptas para el cultivo que
dispone Cuba, el 20% son explotadas por las cooperativas agropecuarias y
campesinos privados, que son los que más producen. Las restantes
pertenecen a las Unidades Básica de Producción Cooperativa (UBPC), el
grupo de la Agricultura Urbana y las empresas agrícolas dedicadas a la
producción pecuaria, arrocera, citricola, porcina, avícola y los
cultivos varios. La mayoría de estas empresas agrícolas continúan
atrapadas en un largo inventario de ineficiencias originadas por la
centralización excesiva. Esto da lugar a las tardanzas en la recogida de
las cosechas con las consiguientes perdidas, lo que provoca
irrentabilidad en su gestión empresarial y atrasos en los pagos de los
salarios a los trabajadores.
El gobierno de Raúl Castro, cuando asumió el poder, se encontró que 1,8
millones de hectáreas de tierras estaban improductivas y cubiertas de
marabú. Pero la situación cambió desde la puesta en vigor hace cuatro
años del Decreto Ley 259, que autoriza la entrega de tierras en
usufructos. A pesar de las infinitas trabas impuestas por el Centro de
Control de Tierra del Ministerio de la Agricultura, al cierre de
diciembre del pasado año, se habían entregado 1,2 millones de hectáreas
de tierras a 137 000 usufructuarios. A esto se suma que a finales de
año, el gobierno decidió bajar los precios de los insumos agrícolas, lo
que ha permitido que más del 70% de esas tierra estén en producción.
Ante los reiterados incumplimientos de la producción de azúcar, arroz,
frijoles, leche, carnes de cerdo y pollo, café, papa, verdura y
vegetales, al cierre del pasado año, el gobierno tuvo que destinar 1,600
millones de dólares para su compra en el exterior.
Esta deplorable y aterradora realidad de la baja producción agrícola es
el resultado del abandono en que el anterior gobierno del Dr. Fidel
Castro sumió a la agricultura, es por eso que no se entiende que
trascurridos cuatro años de que el actual gobierno asumió el poder, la
situación continúe igual o peor.
La producción de azúcar, de arroz, de frijoles, café, leche fresca,
papa, carne de cerdo y de res continúan muy por debajo de lo que se
producía en 1989.
Si estos momentos, los cooperativistas, campesinos individuales y
usufructuarios suman medio millón de personas dedicadas a la producción
agrícola privada, no existe una explicación que convenza acerca de por
qué los productos del agro que se venden a la población son cada día más
escasos y sus precios cada vez más altos.
El origen de la falta de productos agrícolas y sus altos precios está
en que el gobierno no acaba de liberar el mercado agrícola, lo que
permitiría a los productores vender directamente sus cosechas, sin la
mediación de las empresas de Acopios y las comercializadoras del
Ministerio de Comercio Interior, que son las que ponen infinitas trabas
y provocan las tardanzas en la recogida de las cosechas, con las
consecuente pérdidas y atrasos en el pago a los productores, lo que
provoca que los productos no lleguen con la cantidad, variedad y
frescura que el pueblo demanda.
En estos momentos, el que quiera hacer un potaje de frijoles colorados o
negros, un fricasé de puerco, yuca o malanga con mojo, una ensalada de
tomate o pepino, preparar un buen congri o una fabada cagada con
chorizos o lomo ahumado, tomarse un jugo o deleitarse con digestivos
trozos de piña o fruta bomba, tiene que comprar las viandas, los
frijoles, la carne de cerdo, los vegetales y las frutas, en los puntos
de venta, carretilleros o mercados de oferta y demanda, a precios que no
están al alcance de gran parte de la población, cuyo salario mensual no
sobrepasa los 20 dólares.
Las miles de personas que visitaron la XV Feria Internacional
Agropecuaria y Rodeo Internacional, celebrada del 17 al 25 de marzo, en
el recinto ferial colindante al aeropuerto Internacional "José Martí",
en el municipio capitalino Boyeros, pudieron percatarse de cuan
distantes están las intenciones de los patrocinadores de este evento de
la realidad diaria de la familia cubana, que pasa una terrible agonía
para poder tan siquiera poder comer una vez al día.
Los que recorrieron los establos donde se exhibían los diferentes
ejemplares de ganado vacuno de leche y de carne, y los corrales de las
diversas razas de cerdos, se quedaron maravillados de lo hermosos y
cebados que estaban cada uno de estos animales, así como el ganado
caprino y una variada gama de aves de corral. Los visitantes
extranjeros que recorrieron la feria y al contemplar los animales
exhibidos, se dirían que es pura falacia que los cubanos no comen carne
de res, cerdo y aves, de manera regular.
En esta Feria Agropecuaria no hubo stand de las Cooperativas
Agropecuarias, de las de Crédito y Servicios, las UBPC y ninguna
información sobre la aplicación y resultados del Decreto.Ley 259.
Curiosamente, son estas formas de propiedad agrícola las que garantizan
en lo fundamental la alimentación a la población cubana. Pero las únicas
que expusieron en la feria fueron las deficientes y poco rentables
empresas agrícolas.
Respecto al mensaje que el gobierno quiso mandar acerca del desarrollo
agrícola en Cuba, la mayoría de las personas que asistieron al evento
sabe que nada de eso es cierto.
La feria fue mas bien un evento de ganadería, de acrobacias y
habilidades de monta de toros y caballos en el rodeo de la instalación,
con grandes áreas de venta de productos gastronómicos, bisuterías,
ropas y calzados que brindaron en decenas de mesas los cuentapropistas.
Pero para poder disfrutar de estas ofertas, los asistente a la feria
debían haber dispuesto de una entrada mensual de dinero que rebasara
los cien dólares, porque, por ejemplo, un pollo frito y una cerveza
costaban 2,50 CUC; una familia de cuatro personas gastaría como mínimo
10 CUC, algo inalcanzable para aquellos que ganan veinte dólares
mensuales. Por eso, la mayoría de los habaneros ni por asomo se
acercaron a la recién finalizada Feria Agropecuaria.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
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