Cuba: el gueto redivivo
Luis Felipe Rojas
Holguín 31-03-2012 - 11:23 am.
Durante la visita papal se realizó la prueba en seco de cómo llevar a
cabo el exterminio.
Andrés Carrión Alvarez es detenido en la misa papal de Santiago de Cuba. (GETTY)
¿Qué es un gueto? Con una búsqueda rápida en internet, dice, aparecen
más de 12 mil referencias inmediatas. Pero hablo del nuevo gueto
instalado en los barrios cubanos. Hablo de una violación más de la
Constitución, continuamente violada. Hablo del establecimiento de un
Estado de Excepción, una Hora Cero, una Ley Marcial.
Flanqueada la vivienda del opositor de turno por policías uniformados
y paramilitares de las Brigadas de Respuesta Rápida en cada una de las
esquinas que lindan con la calle señalada, comienza el show de
enclaustramiento.
Al disidente se le comunica que aun sin estar previsto en el Código
Penal ni contar con la firma de un juez de ejecución, a partir de ese
momento queda bajo reclusión domiciliaria por tiempo indeterminado.
¿Razones?, preguntan familiares y vecinos. Seguridad nacional, dicen
los gendarmes.
Con el avance de las primeras horas dejan de pasar los vendedores
ambulantes, el flujo del mercado negro de alimentos como harina,
galletas de sal o aceite comestible se convierte acaso en un hilillo
delgado, imperceptible.
La casa del condenado se expone al escrutinio de los vigilantes y cada
persona que sale o entra de ella, indefectiblemente, debe responder a
las siguientes preguntas de los uniformados: a) Documento de
identidad, b) ¿Qué relación tienes con el sujeto?, c) ¿Qué llevas en
el bolso?, d) ¿Dónde trabajas o estudias? Después recibe la indicación
de no volver por este lugar.
Días más tarde, le citan a la unidad policial, y un oficial operativo
de la Seguridad del Estado le conmina a dejar de relacionarse con el
opositor aludiendo a su escasa catadura moral, los daños que puede
causarle a la patria o a la familia. Al entrevistado se le hace saber
que su hija en la universidad aspira a graduarse o que su hijo
profesional del deporte desea viajar a algún país miembro del ALBA en
misión de colaborador internacionalista y solidario, con las supuestas
ventajas de adquirir quincallas y electrodomésticos de fabricación
china…
En muchos casos también se le insta a colaborar con los servicios de
inteligencia cubanos para penetrar en los grupos de la oposición
pacífica.
Acción rápida
Pero en días pasados, con la visita papal a la Isla se realizó la
prueba en seco de cómo llevar a cabo el exterminio. Desconectar los
móviles de opositores, amigos y familiares. Cercar las viviendas,
cerrar las entradas y salidas de pueblos y ciudades. Iniciar los
arrestos de 300 activistas, reconcentrarlos en un sitio específico,
pegarles el tiro en la nuca (cuando sea necesario) y evitar que el
mundo apenas emita una señal. Fue, complicidades aparte, una jugada
perfecta. Se han contabilizado un par de centenares de detenidos y más
de una treintena de golpeados.
Hasta el momento de redactar estas notas, 18 activistas de derechos
humanos habían sido notificados de que serían procesados bajo los
cargos de desorden público, propaganda enemiga y resistencia a los
arrestos. En muchos casos, éstos aseguraron que sus vecinos y
familiares se enteraron rápidamente, de modo que la vandalización
colectiva corrió como pólvora. Otro punto importante es la cantidad de
civiles implicados en la vigilancia y represión, como vía para
camuflar el operativo como una reacción espontánea de los partidarios
del gobierno.
Al gueto lo acompaña, eso sí, el muro de contención legal que no está
escrito pero se sabe cada funcionario público en la Isla. No hay
cartas, quejas orales o peticiones en grupo que mencione a los
sacrosantos funcionarios del Partido oficial o de la tenebrosa
Seguridad del Estado que no choque con la barrera del miedo
oficializado.
Los oficiales de la policía política no dan nombres, grado militar, no
muestran su carné. No habrá dependencia de la Fiscalía Militar, Bufete
Colectivo o Tribunal Provincial que acepte demanda, contra militares
en ejercicio de órdenes bajadas directamente de Villa Marista. Todavía
no se sabe de una petición así que haya prosperado, pero hay que
documentar todos los datos posibles.
Cuando suceda, llevará un trámite burocrático enorme, y muchos nos
seguirán negando tres veces antes que cante el gallo al amanecer.
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/10395-cuba-el-gueto-redivivo
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