Dignidad y libertad
Yaxis Cires Dib
Madrid 27-03-2012 - 12:07 pm.
La violencia contra el ciudadano que gritó 'abajo el comunismo' rompe la
imagen de una Cuba respetuosa y tolerante que quieren presentar al Papa.
Cubanos en Santiago, esperando el paso del Papa Benedicto XVI. (GETTY
IMAGES, 26 de marzo de 2012)
Durante su homilía en la Misa en Santiago de Cuba, el Papa Benedicto XVI
recordó que al Dios hacerse hombre e irrumpir en nuestra historia lo que
hacía era dignificar la naturaleza humana. Una realidad que tiene
importantes consecuencias no solo en el plano espiritual, sino en el
práctico, y que debe cuestionarnos si la persona, digna y centro de la
misión salvadora, es respetada plenamente en la Cuba de hoy.
La violencia, la represión y la falta de derechos van directamente en
contra del proyecto salvífico, en contra del propio Dios, porque no
respetan la dignidad humana. La ausencia de Dios como referente hace que
entren en crisis los valores que deben inspirar a una sociedad
civilizada. Así, el ordenar o ejerce violencia —en cualquier dimensión
de la vida cotidiana—, no genera en el interior del violento ninguna
tensión moral. Por ello el Papa denuncia que "cuando Dios es arrojado
fuera, el mundo se convierte en un lugar inhóspito para el hombre".
El segundo lugar, el Papa nos recuerda que en esa acción de Dios a favor
del hombre también hubo libertad. La libertad de una joven llamada María
que de manera generosa y a pesar de los obstáculos, se entregó a la
labor de Dios; libertad a la que Cristo nos llama a todos hoy. "Resulta
conmovedor ver cómo Dios no solo respeta la libertad humana, sino que
parece necesitarla", dijo su Santidad.
En consonancia con lo anterior el Santo Padre hizo un llamado a los
cubanos a "construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad
mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios".
Estas palabras del Papa deberían ser interiorizadas por aquellas
personas que diariamente ejercen la violencia en Cuba en el seno de sus
familias, en los barrios, pero también en la calle contra las Damas de
Blanco y demás ciudadanos que solamente quieren ejercer sus derechos a
la libertad de expresión y reunión.
La extremada y seguramente impune violencia ejercida contra el ciudadano
que gritó "abajo el comunismo" rompe la imagen prefabricada de una Cuba
respetuosa y tolerante que algunos le quieren presentar al Papa, y deja
al descubierto la gran necesidad de Dios que Cuba tiene. Roguemos para
que las palabras del Papa lleguen a los corazones de quienes gobiernan
el país y respeten la dignidad y la libertad de sus conciudadanos.
http://www.diariodecuba.com/opinion/10316-dignidad-y-libertad
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