'Me violaron por decir ¡abajo Fidel!'
Roberto Zimerman | La Habana
Actualizado domingo 26/09/2010 19:58 horas
Por primera vez en los más de 50 años de Revolución en Cuba, un preso
político se atreve a denunciar públicamente las torturas sexuales
sufridas en las prisiones castristas.
Su nombre es José Ángel Duque Álvarez. Tiene 40 años de edad. Es
Licenciado en Ciencias Físicas, cinturón negro de judo y fue miembro del
equipo nacional de esa disciplina. Nunca llegó a viajar fuera del país
por sus ideas políticas.
En estos momentos, lleva casi 50 días en huelga de hambre y ha perdido
más de 25 kilos. Reclama poder salir de una pesadilla que comenzó hace
ya más de tres años. En 2007 las autoridades le condenaron a más de tres
años de prisión por haber dicho "Abajo Fidel".
En Cuba, gritar consignas en contra de Fidel o Raúl Castro representa un
delito de desacato a la figura del Comandante en Jefe y está contemplado
en el artículo 144 del actual Código Penal cubano.
Tras un periplo por varias prisiones acabó en Villa Marista, célebre
prisión a las afueras de La Habana por donde han pasado los más de
20.000 presos políticos encarcelados por la Revolución durante sus 51
años de historia.
Tortura
Después fue trasladado a la prisión de Arisa, en la provincia de
Cienfuegos. Era el 21 de octubre de 2008. Allí conoció al jefe de la
prisión, el Mayor Guillermo González Mora. Cuando leyó su expediente le
preguntó si había gritado "Abajo Fidel y Abajo la dictadura". Sin
dejarle responder, el funcionario le dijo a Duque: "Yo te voy a enseñar
a ti lo que es la dictadura".
Subieron a Duque a la celda. Al rato aparecieron varios oficiales y le
ordenaron que se quitara la ropa. Le volvieron a amenazar. Los oficiales
se fueron y Duque se quedó dormido desnudo en el suelo de la celda.
"Me despertó un dolor en el cuerpo. Cuando recuperé la conciencia, dos
oficiales me tenían los dos brazos esposados en cruz a dos tubos. Los
oficiales me dijeron si iba a usar ahora contra ellos mi cinturón
negro", asegura Duque.
El jefe de la prisión Guillermo González Mora llamó a un oficial llamado
Pablo 'El Bembón', un hombre negro muy corpulento. "Me violaron y me
dejaron tres días tirado desnudo y sangrando en el suelo de la celda",
comenta llorando Duque.
Ya cumplió con su condena
Duque ya ha cumplido la pena por desacato que le impuso el tribunal hace
más de tres años. Pero las autoridades cubanas le han denegado la
libertad en varias ocasiones. No sabe hasta cuando va a seguir preso. Y
nadie le da explicaciones.
El pasado día 9 de agosto, dentro de la prisión de Arisa, escribió en un
letrero una denuncia para reclamar la libertad condicional que le
corresponde desde hace más de un año. Por esa razón, el jefe de la
prisión le envió a una celda de castigo y le amenazó con aumentar un año
y medio más su encierro por involucrarse en actividades
contrarrevolucionarias. A partir de entonces se declaró en huelga de hambre.
La familia del preso teme por su vida. Llevan semanas sin verle porque
está incomunicado pero no pierden la fe de que algún día liberen a Duque
Álvarez. Ya debería estar en libertad. Ha cumplido íntegramente su pena
y ha pagado caro su delito de desacato. Mientras su salud se deteriora,
Duque Álvarez quiere volver a ver la luz del sol.
La esperanza le ayuda a creer que algún día verá a sus torturadores
frente a un tribunal. Pero esa es otra historia que tendrá que darse en
otra Cuba. Algo que, de momento, no parece posible. Aunque algunos
hablen de cambiar los errores de la Revolución, hay otros que sufren sus
más locos desvaríos.
http://www.elmundo.es/america/2010/09/27/cuba/1285540195.html
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