Aleaga Pesant (PD)
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Basta ya de decir que
los hombres son los más fuertes. Se dice que el poder no es un asunto de
género. En Asia, África Europa y América, cada vez más mujeres se
sientan en las sillas presidenciales, y hasta se convierten en poderes a
la sombra, hasta en la oposición democrática.
El caudillismo aumentó el rol social de la mujer, sin permitirle asumir
ciertas proyecciones, reservadas al género masculino. Pero las mujeres
no siempre son meras victimas del sistema; algunas son también grandes
victimarias y cómplices de la dictadura. Aquí pueden estar las tres
mujeres más poderosas de la monarquía Castro-Ruz.
A Dalia Soto del Valle le corresponde una importante posición, al menos
por antigüedad. Compañera del Comandante en Jefe, fue mantenida a la
sombra, mientras la carismática y bella Vilma Espín ostentaba todos los
cargos públicos destinados a las mujeres, y ofició de facto como primera
dama hasta su muerte.
Dalia no ostenta ningún cargo ni hay referencia de ella en el partido
comunista ni en el gobierno. Pero ser la madre de siete de los hijos del
caudillo la coloca en posición ventajosa.
La joven alfabetizadora debió sufrir mucho durante su vida, enclaustrada
en la Zona Cero y bajo el manto "protector" de un caudillo paranoico y
abusador, cuya salida del poder por enfermedad y la eliminación de los
delfines del Comandante convierten a Dalia en su vocera y heredera de su
capital político.
Mariela Castro Espín, conocida dentro del choteo criollo como Santa
Mariela de los Gay, y por los monárquicos como la Infanta Mariela.
Madura y carismática, hereda el peso específico de su madre Vilma Espín
y su padre Raúl Castro. La princesa de la corte tiene entrenamiento en
el proceso de tomas de decisiones y en promover la libertad de los
homosexuales revolucionarios, lo que la hace visible en el escenario
interno y con amplios contactos en el mundo exterior. Algunos
observadores la reconocen como la cara liberal de la familia.
Cierra la lista Gladys María Bejerano. Sorprendió a muchos verla recibir
recientemente las cartas credenciales de algunos embajadores. Ella es,
además, la primera mujer que lo hace. Su meteórica carrera en los
últimos cinco años la llevó de gris viceministra a ministra y
vicepresidenta del Consejo de Estado. Es candidata a ser la mujer más
poderosa de la isla y representa al bunker conservador comunista.
Contralora General de la República, es graduada de Licenciatura en
Ciencias Sociales. Ascendió en la escala burocrática comunista durante
30 años. Ejecutiva de la Comisión Central de Cuadros del partido
comunista, es también diputada a la Asamblea Nacional por el municipio
de Guantánamo.
Estas tres mujeres importantes contribuyen a que se sostenga el Estado
totalitario.
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