Una visita, un discurso y un encuentro
Obama, si pasado unos años su política hacia Cuba no surtiese efecto, 
públicamente lo reconocerá y abogará por otra fórmula
lunes, marzo 28, 2016 |  José Daniel Ferrer García	
LA HABANA, Cuba.- Desde que se anunció la visita a nuestra patria del 
presidente estadounidense Barack Obama, pensé que debía ir escribiendo 
sobre el tema y que debíamos ayudar al pueblo sin voz a expresar en las 
redes sociales su verdadero sentir sobre tan histórico acontecimiento. Y 
eso hicimos, explicamos en nuestras cuentas en Internet y mediante miles 
de impresos y audiovisuales dirigidos al cubano de a pie nuestra 
posición favorable a la visita y a la política hacia Cuba del mandatario 
norteamericano. En la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba) actuamos según 
nos lo dicta nuestra conciencia y sin olvidar el sentir de la mayoría de 
nuestro pueblo y del mundo civilizado.
Cuando apenas faltaban dos días para la llegada de Barack Obama me 
trasladé a La Habana y desde entonces hasta ahora no había podido 
sentarme a redactar ni siquiera una nota. Primero, y gracias a la visita 
del mandatario estadounidense, mucha prensa del mundo libre estuvo 
interesada en conocer sobre la realidad cubana, los presos políticos, la 
represión contra las Damas de Blanco y otros pacíficos defensores de los 
derechos humanos; segundo, antes, durante y después de la visita, el 
régimen castrista, asustado por el aumento del descontento popular y de 
las protestas públicas, incrementó la represión, y esto nos afecta y 
ocupa; y tercero, tuve que atender a decenas de activistas que me 
estuvieron visitando en nuestra sede en la Capital. No siempre puedo 
llegar a La Habana y a otras provincias, la policía política me detiene 
y regresa a mi ciudad muy a menudo.
El viernes 25 regresé a Santiago de Cuba y decenas de miembros de 
nuestra organización, colaboradores y simpatizantes me esperaban 
ansiosos. Querían conocer cómo había sido nuestra reunión con el 
carismático presidente de la nación que más admira nuestro pueblo. El 
sábado salí temprano con decenas de activistas de la UNPACU a reclamar 
la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos. 
Fuimos detenidos más de ciento cincuenta. Hay quienes erróneamente 
opinan que el incremento de la represión tiene que ver con el cambio de 
política del gobierno de EEUU hacía el régimen de los Castro, y no es 
así. La represión aumenta porque el descontento del pueblo y el 
activismo prodemocrático crecen. Ni la política de Obama ni la de nadie 
desde el exterior pone fin a la represión de la dictadura, a menos que 
sea con una invasión militar y esto ninguna persona de bien lo quiere. 
Solo el pueblo cubano puede poner fin a la tiranía, y la política y 
visita del presidente norteamericano nos ayudan en nuestra lucha.
De la visita muy poco queda por decir, mucho se ha dicho ya. Escuchando 
las opiniones de muchos compatriotas, la repercusión a nivel mundial y 
teniendo en cuenta el momento que vive nuestra patria, la resumiría como 
la más importante e impactante visita que hemos tenido en Cuba. A casi 
una semana, en un pueblo que consume casi todo su tiempo y energías en 
la lucha por la inmediata subsistencia, muchos buscan los videos sobre 
la conversación y el posterior encuentro de Obama con el popular 
personaje humorístico Pánfilo, sobre la reunión del presidente solidario 
con trece miembros de la oposición pacífica interna. Muchos comentan el 
nerviosismo y el ridículo de Raúl Castro ante la pregunta sobre los 
presos políticos que le hiciera un periodista de la CNN. La ya alta 
popularidad de Barack Obama en Cuba se multiplicó durante sus tres días 
en nuestra hospitalaria nación. En cambio, hasta los pocos verdaderos 
partidarios de Raúl Castro se sienten molestos por lo mal que lució.
El discurso estuvo a la altura de lo que esperaban millones de cubanos. 
Mujeres y hombres que estamos convencidos de que la democratización de 
nuestra patria es responsabilidad de los cubanos, pero que agradecemos 
siempre la solidaridad que es de vital importancia para los pueblos que 
luchan  por su libertad. Si otros políticos del mundo libre hiciesen 
algo parecido a lo hecho por Barack Obama durante su visita a Cuba, 
políticos de América Latina y Europa, el ánimo del pueblo cubano y sus 
esperanzas en un futuro mejor, fuesen muchísimo mayores. Un sicólogo 
amigo me dijo: ¨Un discurso inteligente, constructivo, solidario. Tocó 
el corazón de la mayoría de nuestro pueblo…¨
El encuentro que 13 miembros de la Sociedad Civil Independiente tuvimos 
con Barack Obama el martes 22, duró una hora y cuarenta y cinco minutos. 
Fue un gesto muy solidario para con quienes luchamos por una Cuba 
democrática, justa y próspera. Nos escuchó con mucho respeto y atención 
y pronunció sinceras palabras de elogio para quienes sufrimos constante 
represión y acoso por luchar por el respeto a todos los derechos 
humanos. Los invitados expresamos nuestros puntos de vista sobre su 
política hacia Cuba, sobre su visita y discurso y manifestamos nuestro 
agradecimiento por la invitación al encuentro. Tres de los presentes 
manifestaron sus críticas al proceso dado a conocer el 17 de diciembre 
de 2014 y el mandatario estadounidense con palabras cordiales y claras 
les explicó las razones que le llevaron a asumir su actual postura.
Me pareció muy sincero, además de muy bien informado de la realidad 
cubana, cuando dijo que si, pasados unos años veía que su actual 
política no había ayudado al pueblo cubano a llevar una mejor vida y a 
alcanzar su libertad, públicamente lo reconocería y abogaría por otra 
fórmula. Su actual política apenas tiene un año y tres meses, la 
anterior tenía más de medio siglo y los resultados no fueron los esperados.
Todos opinamos e hicimos recomendaciones, tanto el presidente Obama como 
su Secretario de Estado John Kerry prestaron mucha atención y tomaron 
notas. En mi caso, no quise pecar de ambicioso, ya bastante hace un 
presidente amigo de una nación amiga por nuestro pueblo y por su 
bienestar, por eso me limité a pedir que hagan todo cuanto puedan en 
este proceso que siguen con el régimen castrista para ayudar a los 
cubanos a conectarnos a Internet. También le pedí que luego que concluya 
su mandato no olvide que a noventa millas de su país hay un pueblo que 
necesita de buenos y solidarios amigos. Con su bien merecido prestigio 
puede influir sobre otros para que dirijan su mirada una que otras veces 
hacia Cuba y sean solidarios con el único pueblo bajo un sistema de 
partido único en el hemisferio.
Mis colegas le hablaron sobre la importancia de que se tenga presente 
también a los cubanos de la diáspora, que muchos ni siquiera pueden 
entrar de visita a su país. Se le entregó la lista actualizada de los 
presos políticos, escuchó de la situación de los afrocubanos y de grupos 
marginados por su orientación sexual. Se habló de los derechos humanos y 
de la represión contra mujeres y hombres pacíficos. Hablamos de 
intercambios entre ambos pueblos, de elecciones libres y del futuro. 
Fue, sin dudas, un encuentro inolvidable, como también su visita y su 
genial discurso. La dictadura comprende bien el alcance y el impacto de 
estas jornadas históricas, por eso los ataques y críticas de sus voceros.
Source: Una visita, un discurso y un encuentro | Cubanet - 
https://www.cubanet.org/opiniones/una-visita-un-discurso-y-un-encuentro/
 
 
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