Por qué odian a los demócratas?

¿Por qué odian a los demócratas?
MIÉRCOLES, 19 DE FEBRERO DE 2014 00:04 ESCRITO POR JOISY GARCÍA MARTÍNEZ

Cuba actualidad, Guatao, La Lisa, (PD) Uno de los aspectos más
dramáticos en la opresión de los distintos grupos de una nación lo
constituye la formación de una clase especial de ciudadanos, los de
primera línea.

Me refiero, en el caso cubano, a los que pertenecen al Partido Comunista
de Cuba (PCC), el único permitido legalmente. Les llamaremos "los sin
contrapartida".

La formación de estos grupos tiene un efecto fortalecedor en todas las
esferas debido a la lucha entre sus convicciones y los fines que
representan los distintos sectores en la sociedad. La necesidad de esas
agrupaciones, es quizás, la que se comprueba con más facilidad en el
dominio de la política, en la formación de los distintos grupos o
partidos políticos. Las convicciones y los objetivos comunes, los
intereses afines, producen en toda sociedad grupos diferenciados, que en
cierto aspecto han de actuar como equipos.

Los ciudadanos, mientras más aislados, mejores son de manipular...
Recordemos aquello de "Divide et impera" algo muy antiguo, que traducido
al castellano significa: "Divide y vencerás".

Albert Einstein consideraba que "la uniformidad dentro de una nación no
es deseable aunque lograra obtenerse". En un artículo publicado en Nueva
York, en noviembre de 1938, titulado "¿Por qué se odia a los judíos?"
comentaba sobre como la opresión también resulta un estímulo, inclusive
para desfavorecer a otros grupos.

Aseguraba Einstein: "La necesidad de esas agrupaciones es quizá la que
se comprueba con más facilidad en el dominio de la política, en la
formación de los partidos políticos. Sin partidos los intereses
políticos de los ciudadanos están condenados a languidecer. Se carecería
de la tribuna para el libre intercambio de las ideas. El hombre se
encontraría aislado y no podría afirmar sus puntos de vista. Además, las
opiniones políticas maduran y se desarrollan a través del estímulo
recíproco y la crítica que formulan los hombres que poseen disposiciones
análogas y persiguen el mismo fin; y la política no difiere de los
restantes ámbitos de nuestra existencia cultural. Se reconoce así, por
ejemplo, que en las épocas de gran fervor religioso pueden surgir
distintas sectas, cuyas rivalidades impulsan la vida religiosa en
general. Se sabe bien, por otra parte, que la centralización -esto es,
el aniquilamiento de los grupos independientes- conduce al exclusivismo
y a la esterilidad en la ciencia y en el arte, puesto que tal
centralización controla, y hasta suprime toda oposición de ideas y las
tendencias de la investigación".

El vínculo que me ha unido a los judíos hoy, y en especial al
pensamiento de Einstein es sobre todo el ideal democrático en la
búsqueda de justicia social, ligado a la idea del entendimiento y la
tolerancia entre los hombres de paz. Causa del saludable instinto
político de todos los pueblos. Claro está que la vida de los hombres en
comunidad, no puede durar largo tiempo sobre la base de la fuerza bruta,
la barbarie, el pavor o el odio.

Pues esa es la cabeza de la pirámide de las dictaduras, bajo la cual
todas las demás organizaciones se subordinan, se subdividen y se
apropian de un espacio diferente de la vida y el quehacer social e
individual de la población, que no puede moverse en ningún sentido para
escapar de sus tentáculos inmunes e impúdicos. Asfixiándonos,
explotándonos, agobiándonos bajo la misma égida aterrorizadora del miedo
y las preocupaciones diarias, convirtiéndoles en una maquinaria
autoritaria, totalitaria, que no deja un camino diferente a los sectores
o grupos distintos para poder moverse y tener eso que llaman esperanza,
fe... pues desde el abogado defensor, hasta el periódico o la más mínima
nota divulgativa son extensiones del brazo poderoso del poder de un
único grupo. Reflejan un grave desafío a la estructura fundamental de la
civilización moderna, situación peligrosa e inicua, sobre todo cuando
comienzan por predicar el odio y no el amor.

Este análisis lo culmino con varias preguntas: ¿Por qué se odia tanto en
Cuba a los demócratas? ¿Por qué no se legalizan otros partidos
políticos, además del gobernante Partido Comunista? ¿A qué teméis?

Para Cuba actualidad: joisygarcia@gmail.com
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Source: ¿Por qué odian a los demócratas? | Cuba noticias
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