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02-03-2011.
Armando Rodríguez Lamas
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- El pasado 3 de febrero, dos rastras de la 
Unión de Camiones (UDCAM) del municipio habanero de Batabanó que 
conducía alimentos para el suministro de la población desde Ciudad de La 
Habana, al puerto de Batabanó, sufrieron robo con fuerza en dos 
vehículos en marcha, sin que los conductores se percataran de la fechoría.
Los camiones semi-remolques con contenedor de alimentos procedentes del 
puerto de La Habana, que circulaban por la autopista Habana-Melena y 
calle 100 sobre la 10:00 pm, a una hora de distancia, uno del otro, 
fueron despojados de tres toneladas de alimentos (22 sacos de chicharos) 
de un camión y 8 sacos de arroz de otro, de 109 lbs cada uno.
Hipótesis policial, según varios testigos, estima que se trata de una 
banda de 6 a 7 personas que conocen el itinerario y hasta el tipo de 
mercancía que éstos conducen desde el puerto de la capital a su destino.
Los Ninja de la carretera como los han bautizado aparecieron a principio 
de los 90' inicio del Periodo Especial o crisis alimenticia. Bandas 
indistintas, asaltaban camiones de día o de noche, que transporta 
alimentos desde los almacenes centrales, alrededor del puerto, a los de 
la economía interna, dígase almacenes mayoristas.
Arroz, maíz, pienso para animales, harina, aceite, latas en conservas y 
otros productos cárnicos, conforman el inventario de alimentos más 
perseguidos por quienes se dedican a esa actividad ilícita de notable 
peligro.
Asegura Noel García un conductor activo de un municipio habanero "que 
los bandidos tienen cierta destreza y fortaleza física por lo cual 
seleccionan el área de atraco desprovista de iluminación".
Luego continúa diciendo que "la sustracción de las cargas, acontece 
cuando se produce un aminoramiento de la marcha del vehiculo, 
seleccionado, o cercano a un cruce. Cuando no, los delincuentes depredan 
las mercancías en plena marcha, auxiliados de un carro que se arrima a 
la zona muerta de visualidad el chofer. Al llegar a la puerta del 
contenedor, parten los sellos, penetran y con los pies, empujan con 
destreza los sacos hacia la carretera para ser recibidos por el vehículo 
de atraco".
Aurelio Ponce Menocal, es un chofer retirado de cargas por camiones. Nos 
dice con toda autoridad que "el delito de carretera no se puede anular 
mientras el país continúe en periodo de crisis alimenticia". Indica que 
"mientras tanto, mayor será el robo con fuerza sobre la propiedad 
colectiva".
Muchos de los entrevistados parecen coincidir en que esas cosas suceden 
por falta de patrullaje en esas zonas. Indican además, la carencia de 
iluminación, así como el hecho de que no se provee el aseguramiento 
correcto de esos bienes por las empresas transportistas. Tampoco dan 
candados, ni medios más seguros de protección y encima de ello te exigen 
responsabilidad sobre la cargas, dicen.
"Contradictorio es que la policía exonera a los conductores de 
responsabilidad luego del proceso de peritaje. Mientras las empresas de 
camiones, sancionan al conductor por no preservar los bienes del Estado. 
Ante ellos, la administración laboral adopta contra el conductor del 
vehículo una medida cautelar de suspenderlo del puesto por treinta días 
o reubicarlos en empleos menores creando un caos en su afectación 
salarial. Luego vienen la humillación en el plano personal para un 
trabajador que le dedica muchas horas a su deber", señaló Pastor Nodarse 
Martínez un anciano camionero.
Y uno se pregunta. ¿Suerte para unos y desgracia para otros? Oh, ¿Valdrá 
la pena ser chofer?
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31452
 
 
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