Raúl Castro asiste a un culto episcopal para dar gracias por el regreso 
de Elián
El acto, organizado por el Consejo de Iglesias de Cuba ―que agrupa a 
iglesias protestantes―, también conmemora el décimo aniversario de la 
primera  visita de Fidel Castro al mismo templo
Agencias, Madrid | 01/07/2010
El presidente cubano Raúl Castro asistió el miércoles a un culto 
religioso por el décimo aniversario del retorno a la isla del 
'balserito' Elián González, eje de una disputa entre Cuba y Miami, y 
quien estuvo presente en la ceremonia, ahora como un joven de 16 años.
Vestido de guayabera, el general Raúl Castro, de 79 años, se sentó en 
primera fila junto a Elián para participar del oficio en la Iglesia 
Episcopal de la Santísima Trinidad, en el céntrico barrio del Vedado.
En lo que puede considerarse sus primeras declaraciones públicas en 
varios años, Elián asegura que está feliz de haber vuelto a Cuba, y 
también destacó que no guarda rencor a sus familiares en Miami que 
lucharon porque se quedara con ellos para que tuviera una mejor vida en 
Estados Unidos.
"Es la tierra a la que pertenezco, aquí me siento bien", dijo González 
tras el servicio religioso en La Habana.
"Gracias a la propia ayuda de una gran parte del pueblo norteamericano y 
nuestro pueblo, hoy estoy con mi padre y esto es todo", expresó el 
adolescente, de 16 años.
"A pesar de que no nos apoyaron en todo (...) no les guardo rencor", 
dijo Elián sobre su familia en Estados Unidos.
A la conmemoración también asistieron el padre de Elián, Juan Miguel 
González, la esposa de éste y sus dos hermanitos, así como también el 
presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, otros dirigentes del 
gobernante Partido Comunista; y también el reverendo Raúl Suárez, entre 
los líderes religiosos.
El acto, organizado por el Consejo de Iglesias de Cuba ―que agrupa a 
iglesias protestantes―, también conmemora el décimo aniversario de la 
primera visita de su hermano y líder de la revolución, Fidel Castro, a 
la iglesia episcopal.
El joven protagonizó una saga que durante siete meses enfrentó al exilio 
cubano en Miami con La Habana. La odisea comenzó cuando su madre intentó 
salir de Cuba en noviembre de 1999 en una precaria embarcación que 
zozobró próxima a las costas de la Florida.
Salvado por un pescador, el niño fue entregado a sus familiares en 
Miami, lo que inició una disputa entre ellos y su padre que reclamó 
desde la Isla la devolución del niño, con el apoyo de Fidel Castro, 
hasta que los tribunales estadounidenses fallaron a favor del padre.
Elián regresó a Cuba y tuvo una gran bienvenida el 28 de junio de 2000. 
Dos días después, Fidel Castro asistió a una celebración en la misma 
iglesia donde se llevó a cabo la ceremonia de este miércoles.
Castro, que actualmente tiene 83 años y está convaleciente tras serios 
problemas de salud, no asistió en esta ocasión, pero su hermano y 
sucesor, el presidente Raúl Castro se sentó junto al joven Elián, que 
vestía un pantalón blanco y una camisa de mangas cortas.
Ambos conversaron durante el servicio, y el presidente Castro lo abrazó 
a él y a sus familiares antes de irse, sin hablar con la prensa.
El padre de Elián, Juan Miguel González, habló con la prensa mientras él 
y su hijo posaban para los fotógrafos en la iglesia, y dijo que 
definitivamente había sido la decisión correcta traer a Elián de vuelta 
a Cuba.
"Hoy en día estoy más seguro todavía que en aquel momento (...) Ver hoy 
en día a mi hijo encaminado con buenos resultados en la escuela, es 
síntoma de que lo que hicimos no lo hicimos por gusto", declaró.
A diferencia de su hijo, González dijo que aún guarda cierto rencor a la 
familia en Miami por no haberlo ayudado a traer de vuelta a Elián, y 
tuvo un mensaje simple para ellos. "Seguimos aquí unidos, con mi pueblo, 
que se portó mejor que ellos, siendo familia", dijo.
La prensa cubana, bajo control estatal, opinó esta semana que Elián 
logró superar la tragedia y lleva una vida normal, milita desde 2008 en 
las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas y estudia para oficial de 
las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
"Es lo menos que puede hacer alguien que, como yo, debe tanto a su 
pueblo y a la revolución: prepararse bien para defenderlos", dijo Elián, 
citado el pasado viernes por el semanario Tribuna de La Habana.
Hoy Elián, añadió el periódico, "disfruta la música, es fiestero, aunque 
no muy buen bailador, pasa horas frente al ordenador o haciendo 
"hierros" (pesas) con sus amigos".
El semanario destacó también la relación "sumamente especial y 
afectuosa" que tiene el joven con Fidel Castro, quien incluso, antes de 
enfermar, solía asistir a cada cumpleaños y aniversario del regreso de 
Elián en su ciudad natal de Cárdenas, 150 km al este de La Habana, 
celebrados con actos y marchas.
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