7 de mayo de 2010

Cuba Represión ID

Publicado el sábado, 05.08.10
Cuba Represión ID
By MIGUEL COSSIO

Hugo Cancio y compañía la han emprendido contra la campaña Cuba
Represión ID, que promueven América TeVe, canal 41, y los abogados Willy
Allen, Ricardo Martínez-Cid, Santiago Alpízar y Luis Fernández.

La descalifican con la insinuación de que nos mueve el rencor y el
desenfreno por ganar audiencia y repletar nuestros bolsillos a costa de
la desgracia de los cubanos. Y porque con ello estamos incitando el odio
y la venganza entre compatriotas.

En su crítica, publicada en la página de Facebook de Generación Cambio
Cubano, Cancio y compañía afirman que nuestra iniciativa es ``una prueba
fehaciente de la falta de democracia predominante en algunos medios de
Miami, que abren supuestos espacios a la opinión sólo por cuestiones de
rating y no como fruto de su pluralidad e imparcialidad''.

Como el asunto me involucra y como entiendo que sus raíces rebasan este
espacio, y, más allá de él, la oscura frontera en que se ha convertido
el análisis de nuestra historia presente, trataré de plantear algunas
ideas respecto al debate, cuyo verdadero origen radica en la degradación
moral que ha corroído buena parte del ser individual y colectivo
cubanos, a causa de la dictadura castrista.

No voy a caer en epítetos, como los que sugiere endilgarnos el texto de
Generación Cambio Cubano. A buen entendedor, pocas palabras. Califican
nuestra gestión de enfermiza y vergonzosa. Somos unos manipuladores.
Unos mercaderes del odio, que victimizamos a nuestros hermanos cubanos
con campañas mediáticas. Ojo, asimismo el gobierno de Cuba llama a toda
observación crítica de parte de los medios internacionales sobre lo que
acontece en la isla. Y no por ello acuso a Hugo Cancio y compañía de,
por cierta conveniencia política, querer imprimirle a este debate una
carga de relativismo moral, que quizás aplican en su interpretación de
la realidad cubana.

Me concentraré, pues, en los tres ejes en que basan su argumentación:
uno, con esta ``redada virtual'', los promotores de Cuba Represión ID
estamos haciendo lo mismo que el castrismo y sus turbas hacen:
victimizar al pueblo; dos, quienes participan en los actos de repudio
actúan, tal vez, para defender una causa que consideran justa; y tres,
hay que tenderle la mano y abrirle el corazón a los represores y
``turberos'', como los llama Guillermo Fariñas, en lugar de vengarnos y
aplicar nuestra justicia. Es decir, hay que amarlos a los unos y a los
otros, sin distinción.

Frente y fuera de cámaras, Hugo Cancio critica que se circule a los
asistentes a los mítines de repudio en el papel de comparsa: los
gritones de ``esta calle es de Fidel'' o ``pin, pon, fuera, abajo la
gusanera''. Tiene un punto. Porque la prioridad es identificar a los
agentes y policías que tuercen brazos, arrancan pelos, propinan
puñetazos y reprimen en serio. Y más allá, a los verdaderos peces
gordos. A los burócratas partidistas y a los oficiales de alto rango que
desde el anonimato y la tranquilidad de sus oficinas diseñan e
instrumentan la represión para mantener el control totalitario del país.

El objetivo esencial de Cuba Represión ID es persuadir a las turbas y
contribuir a detener los mítines de repudio; el odio entre cubanos
sembrado, no por nosotros los mensajeros, sino por la dictadura de
Castro. El fin es avergonzar a los peces chiquitos, para que los peces
grandes lo piensen dos veces antes de soltarlos a las aguas del mar
negro de la represión, como sucedió con la paralización momentánea de
los actos de repudio contra las Damas de Blanco, en primer lugar,
gracias a la inquebrantable firmeza de estas mujeres; y, en segundo, al
alto costo en imagen nacional e internacional que el régimen está pagando.

La campaña no es una cacería de brujas, sino una respuesta moral. Una
forma de crear conciencia dentro y fuera de Cuba acerca de la
responsabilidad ciudadana frente a quienes se prestan al abuso.

Ser el ojo crítico de la sociedad ante la violación de derechos humanos
tan elementales como la libertad de expresión, de movimiento y de
asociación, es una de las funciones principales de la prensa.

Por ello, comparar nuestro propósito de ayudar a ponerle límites al
acoso y las acciones represivas en Cuba con lo que hace el régimen con
sus ciudadanos para mantener el control totalitario del poder es, por
decir lo menos, un desvarío ético y moral.

Uno de los errores de juicio político en que incurre Generación Cambio
Cubano reside en la falsa analogía que pretende plantear. En la escuela
se enseña que a la hora de las comparaciones primero hay que establecer
si existen o no semejanzas entre las cualidades y los aspectos
relevantes de los sujetos u objetos a examinar. Esto significa encontrar
de veras cierta similitud entre las piezas que estén en tela de
comparación. Eso, antes de empezar el análisis.

¿Y me van a decir Hugo Cancio y compañía que es lo mismo acosar a Laura
Pollán, Berta Soler y el resto de las Damas de Blanco durante siete
horas seguidas, a golpe de cazuela y empellones, que circular fotos de
Fefa, la ``turbera'' de Párraga? ¿Van a satanizar la campaña con la
falsa analogía de que estamos incitando al odio y a la venganza entre
los cubanos? Por Dios, Hugo, ¿tú también?

Director de noticias de América TeVe

http://www.elnuevoherald.com/2010/05/08/v-fullstory/714404/miguel-cossio-cuba-represion-id.html

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