El rollo del Desarrollo Humano
JOSÉ HUGO FERNÁNDEZ | Miami | 11 de Junio de 2016 - 2:50 pm.
No hace mucho, durante una conferencia en la Universidad de Puerto Rico,
quedé estupefacto al escuchar cómo una profesora citaba a Cuba en tanto
ejemplo de alto Desarrollo Humano para el área del Caribe y todo el
continente. No se apreciaba premeditación política en sus afirmaciones.
Simplemente apeló a estadísticas e informes de instituciones
internacionales, al parecer confiada en el crédito de los emisores y sin
referencias de fuentes más vivas para el cotejo. El asunto es que me
hizo sentir avergonzado de representar de algún modo a mi país, ante
circunstancias en las que quizá debía enorgullecerme.
La cínica componenda, bien estructurada y oportunamente puesta en
órbita, puede convertirse en hecho histórico. Maquiavelo lo tenía claro,
así que cuánto mejor aprendido no lo tendrán los caciques de Cuba, que
son alumnos suyos aventajados.
Luego de hacer trizas casi todos los fundamentos para el Desarrollo
Humano en nuestra islita, este régimen se ha dedicado, con esmero
paciente y frío, a dorarle la píldora a prestigiosas organizaciones como
la ONU, la UNESCO o la UNICEF, y, por su conducto, al ámbito académico
internacional y a los ambientes intelectuales, para redondear el
embeleco, haciéndole creer al mundo civilizado que su dictadura,
involutiva y aun salvaje en más de un aspecto, representa un proyecto
revolucionario de carácter humanista y emancipador.
A los historiadores y a los sociólogos o antropólogos o psiquiatras del
futuro corresponderá explicar cómo, mediante qué artilugios de la insana
política, lograron llevar el gato al agua. Pero lo cierto es que Cuba
ocupa hoy el lugar 67 entre los 188 países que tributan informes al
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, por lo cual
sobresale como exponente de alto desarrollo humano.
Uno no sabe sí reír o llorar ante el dato, pero así consta, lo cual
sirve de referencia tanto para los casposos académicos como para la
intelectualidad cómplice.
Aunque esté de más, habría que puntualizar que, según lo conceptuado por
la propia ONU, el desarrollo humano de cada nación se mide, ante todo,
por la posibilidad del grueso de los habitantes para llevar una vida que
cubra sus expectativas y que les permita desarrollar todo su potencial
como seres humanos. Y así tenemos que un país donde la única ilusión de
la juventud es huir en busca de su crecimiento material y espiritual; o
donde los ancianos constituyen una carga que nadie puede echarse encima
y, por tanto, ante la que nadie se conmueve, incluido el Estado; o donde
los ciudadanos son excluidos, acosados, encarcelados por sus ideas
políticas; o donde el trabajo ha perdido su función como sustento de la
existencia familiar y esencia del progreso…, ese país se alinea ahora
mismo como paradigma de Desarrollo Humano.
Lo raro, insisto, no es que el régimen amañe sus estadísticas, sino que
serias instituciones las tomen como fidedignas y además las reproduzcan
y las premien, sin que se les haya ocurrido emprender verificaciones
independientes, in situ y a fondo, en tanto paso previo para sus
conclusiones, que tienen carácter científico.
Algunos otros parámetros que se utilizan como guía para medir el
Desarrollo Humano de un país son: una economía sólida, basada en
tecnología de punta para hacerla funcionar; sociedad civil e
instituciones democráticas autónomas y fortalecidas; igualdad entre las
personas, al margen de cualquier prejuicio; fin de la discriminación por
motivos de género, raza, origen étnico, económico o religioso; libertad
de expresión; eliminación del temor ante las detenciones arbitrarias y
otros actos violentos por razones políticas; eliminación de la miseria;
libertad para desarrollar y materializar plenamente el potencial de cada
individuo; eliminación de la injusticia y de las violaciones del Estado
de derecho; posibilidades y garantías para disponer de un trabajo
decoroso y sin explotación.
Quienes se tomen la molestia de sopesar estos parámetros, ya me dirán si
encuentran, no en todos, sino aunque sea en uno solo de ellos,
fundamentos para proclamar responsablemente a Cuba como ejemplo de alto
desarrollo humano.
Source: El rollo del Desarrollo Humano | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1465564519_22991.html
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