El discurso fecundo
El discurso de Obama en La Habana ha quedado definitivamente plasmado
para la historia
Aseguró que Estados Unidos no tiene intención de imponerle su modelo a Cuba
"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano", dijo
ARIEL HIDALGO
Ha quedado definitivamente plasmado para la historia, el memorable
discurso del primer presidente estadounidense en visitar a Cuba en 88
años. "He venido aquí para enterrar el último resquicio de la Guerra
Fría en el continente americano. He venido aquí para extender una mano
de amistad al pueblo cubano", dijo Barack Obama.
En este discurso Obama afirmó que había hecho un llamado al Congreso
para que el embargo sea levantado, pero criticó las trabas impuestas por
la propia dirigencia cubana a la que muchos de nosotros hemos calificado
de "embargo interno". Manifestó que "aunque levantáramos el embargo
mañana, los cubanos no podrían alcanzar su potencial sin hacer los
cambios necesarios aquí, en Cuba". Y citó los obstáculos para abrir un
negocio en Cuba, la política de doble moneda, el control por el Estado
de la mano de obra en las compañías que invierten en el país, y las
limitaciones en el acceso de la población a internet.
Aseguró al gobierno cubano que Estados Unidos no tiene intención de
imponerle su modelo a Cuba, que no debe temer a Estados Unidos, con lo
cual desactiva definitivamente el tan manido recurso de la dirigencia
cubana de usar el clima de plaza sitiada para justificar los actos
represivos y la violación de los derechos civiles. Esto no significa,
como han interpretado algunos comentaristas cubanoamericanos de los dos
extremos, renunciar a exigir al gobierno cubano el respeto de esos
derechos, porque estos no son dones concedidos por ningún gobierno sino
bienes naturales con los cuales se nace, y constituyen una exigencia
universal por sobre todos los modelos "Creo que los ciudadanos deben ser
libres de expresar sus ideas sin temor, de organizarse, de criticar a
sus gobernantes, de protestar pacíficamente, y que las leyes no deben
incluir detenciones de quienes ejerzan ese derecho". Estas palabras,
pronunciadas por la televisión nacional para todo el pueblo cubano por
una personalidad tan admirada por la población –algo evidente por la
entusiasta acogida a su paso en cada momento por las calles de La
Habana–, no pueden dejar de tener consecuencias, pues está señalando
justamente aquellos derechos que más se violan en Cuba y al mismo
tiempo, lo que ese pueblo debe hacer para conquistar sus libertades.
"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano", dijo
y aclaró que no sólo se refería a aquella parte de la ciudadanía que
aparenta mantener una posición de apoyo al régimen al exhortar a esos
dirigentes que "no deben temer las voces diferentes del pueblo cubano".
Agregó que la prosperidad sustentable en el siglo XXI no sólo depende de
la educación, la sanidad y la protección del medio ambiente, sino
también del intercambio libre y abierto de las ideas.
Y todas estas cosas fueron dichas amablemente, apuntalando sus
afirmaciones con citas de José Martí, y reconociendo, a la vez, las
deficiencias de la democracia estadounidense, pero siempre dejando en
claro que la democracia es el camino del mejoramiento. Como prueba, se
puso él mismo como ejemplo, un presidente negro y mencionando, entre los
candidatos de esta campaña, a una mujer, un socialista y dos
cubanoamericanos. Fue un discurso reconciliador y no sólo para los dos
gobiernos sino para todos los cubanos. "El reconocimiento de una
humanidad común, la reconciliación de las personas unidas por lazos de
sangre y una creencia del uno en el otro –ahí es donde comienza el
progreso. Entendiendo, escuchando, y perdonando". Y habló de los dolores
de los exiliados y su amor por Cuba. "La reconciliación de los cubanos
–los hijos y nietos de la revolución, y los hijos y nietos del exilio–
es fundamental para el futuro de Cuba".
Puede que, como dicen algunos, ninguna dictadura se democratiza
haciéndole concesiones, pero Obama sabe que lo importante no es tanto si
la dirigencia cubana corresponde o no con los pasos dados por su
administración, sino si mensajes como el suyo iluminan la conciencia de
los gobernados, si las semillas que regó, aunque muchas caigan en tierra
árida, otras muchas germinarán en terreno fecundo, sobre todo en las
nuevas generaciones que en definitiva, serán el motor de los cambios
decisivos.
Escritor e historiador.
Concordiaencuba@outlook.com
Source: El discurso fecundo | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article68253402.html
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