28 de marzo de 2014

Males banales y tiempos amables

Males banales y tiempos amables
JUEVES, 27 DE MARZO DE 2014 11:04 ESCRITO POR JUAN GONZALEZ FEBLES

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Cuando Hanna Arendt acuñó su
"banalidad del mal" para describir al carnicero Adolf Eichman y Anatole
France su "amabilidad del tiempo" para tratar de describir la atmósfera
que en ciertos salones, creaban los arquetipos universales de "lo
político y lo socialmente correcto", se sentó la pauta para la
comprensión y la creación de una imagen potable para los oportunistas
del mundo. Oportunistas son los que tiempo después y en el momento
preciso, afirman que Eichman no era totalmente un monstruo y que el
holocausto pudo ser exagerado.

En su momento, estos mismos oportunistas, pasaron por alto que el
padrecito Stalin mataba de hambre a siete millones de ucranianos y que
quizás, sería correcto detener a Hitler a tiempo en Munich. De haber
actuado así, no habría consumado con éxito las anexiones que entonces
tenía programadas. No lo hicieron, confiaron en la amabilidad del tiempo
y lo verdaderamente lamentable es que no hayan perecido en un campo de
exterminio o en un campo de batalla. Lamentablemente sobrevivieron para
lamentar el error, o repetirlo más adelante, siempre cómodos en sus salones.

Es cierto que el totalitarismo, ya sea en sus proyecciones 'progres' de
izquierda o en sus vertientes más duras de socialismo o fascismo reales
'banaliza el mal', en la medida que lo hace cotidiano y parte
integradora de los intereses y afanes de gente muy decente. Aun así, es
necesaria la erosión que aporta la "amabilidad del tiempo" y el silencio
adecuado para lograr el efecto deseado.

La batalla por la igualdad en los derechos civiles de los negros en los
Estados Unidos, llegó a cansar a algunos, por la repetición de noticias
sobre los actos de violencia incurridos por racistas por cuenta propia,
policías, agentes federales y otros, contra los activistas de aquel
entonces. Tanta repetición pudo haber cansado a la opinión pública
nacional en los Estados Unidos e internacional en el resto del mundo,
pero felizmente no fue así.

Claro, nunca será igual luchar por la reivindicación de un derecho, en
un estado derecho como lo fue y como lo es, los Estados Unidos, que
hacerlo en las condiciones creadas por una dictadura militar
totalitaria. En el primer caso, siempre habrá algún político, periodista
o al menos un ciudadano, que no se rinda a la "banalidad del mal" o ceda
a la amabilidad del tiempo. Entonces, todo correrá contra los malos.

El segundo caso es diferente. Como ya explicó la Sra. Arendt, la
burocracia totalitaria en su control enajenante y totalizador hará pasar
el mal como bien y este –el mal- se hará presente cada instante de la
existencia. Ni el general jefe de la policía de Seguridad del Estado ni
el resto del elenco de maleantes a él subordinados, son monstruos
horrendos. Tampoco los fiscales, jueces y demás miembros del aparato
represivo cubano. Al igual que Eichman son o pueden ser padres
afectuosos, amantes de la música o del deporte. Aun así, -orden
mediante- harán cosas horribles. Estas cosas harán dudar sobre si se
está o no en presencia de seres humanos.

El caso es que en estas condiciones en que el mal banaliza el componente
humano en cada uno, serán capaces de condenar a larga pena de prisión a
una madre por no denunciar a sus hijos o condenar a pena de muerte por
fusilamiento a tres infelices jóvenes negros que no lastimaron a nadie,
solo por dar una "medida ejemplarizante" y poner punto final al empeño
por muchos compartido, de escapar de una vida que no se les permite vivir.

Cada semana, se reprime en toda la Isla a Damas de Blanco, opositores,
periodistas blogueros, etc. Los reportes sobre estos y otros actos, por
repetidos comienzan a aburrir. Por aquello que definió en su momento
France, la amabilidad del tiempo favorece a la banalidad del mal. Esto
abre un nuevo paréntesis. Este paréntesis nos lleva a un dilema
profesional y ético. ¿Aburre ya la información y descripción del avatar
represivo del régimen militar cubano? Si el relato de los actos
inciviles y represivos del régimen militar totalitario cubano aburren,
¿debe abandonarse la información y descripción de los mismos?

En tiempos de males banales y tiempos amables, ¡quizás alguien desde la
seguridad y el amparo de un estado de derecho en el mundo libre,
democrático, ancho y ajeno que nos rodea, aporte una respuesta! Quizás y
hasta la respuesta sea digna.

Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com

Source: Males banales y tiempos amables | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente. -
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/10190-males-banales-y-tiempos-amables.html

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