Publicado el viernes, 09.27.13
Caso Carcassés: penas y glorias
OSCAR PEÑA
La ONU asegura: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y
de expresión; y ello incluye el derecho de no ser vetado o molestado a
causa de sus opiniones.
Con el caso del músico y cantante Roberto Carcassés una vez más se
observa como en nuestro país un derecho de las Naciones Unidas
consagrado para todos los seres humanos del planeta Tierra se viola o se
intenta atropellar. Todavía algunos de los históricos comisarios quieren
siga vigente aquella sentencia antinatura de: "dentro de la revolución
todo, fuera de la revolución nada"; manteniendo intacta la maquinaria
totalitaria y a los represores para caerle encima a quien estimen
"salido del plato". Desde hace muchos años se hace necesario en la
nación cubana un cambio de etiquetas: la genuina contrarrevolución ha
sido siempre el propio sistema que obstruye el desarrollo económico,
político y social y no sus adversarios.
La sinopsis del advenimiento Carcassés produce una mezcla de sabores y
sentimientos cubanos. De penas y glorias. De pronto lo que debe ser tan
normal y corriente como dar un ciudadano un punto de vista u opinión
personal, en el caso cubano se ha convertido en un hecho trascendental.
Y ese alto alcance por las expresiones de un artista en el texto de su
canción es algo muy penoso para las altas autoridades del país. Es
difícil entender fuera de Cuba que algo así sea noticia. Lo espectacular
y excepcional del hecho en Cuba –mas las rápidas reacciones de los
policías políticos– es una autoacusación que se hizo el propio estado
cubano. Ellos mismos se inculparon del control totalitario del país.
Asimismo es penoso para el pueblo cubano observar como más de tres
generaciones se han adaptado a vivir fingiendo y ocultando sus opiniones
y cuando algún ciudadano en diferentes campos asume una posición de
franqueza y honestidad como en este caso hizo el músico –aun pensando
igual– mantienen un exceso de distancia y prudencia que se llama miedo.
Ha sucedido hoy con el artista y ayer con los disidentes y miembros de
la nueva sociedad civil cubana. Por eso hemos expresado con dolor y
reafirmamos que del largo sistema cubano sin cambios sustanciales todos
somos culpables. El que oprime y el que se deja oprimir.
Han pasado muchos años aguantando ignominias y ultrajes y como todo
tiene un comienzo y un final, este suceso ha servido para comprobar algo
muy estimulante: el entierro gradual del pánico cubano; se ven destellos
de cierto surgimiento de civismo ciudadano que va teniendo nuestro
pueblo y que se está asumiendo hasta dentro de las filas del sistema
dando lugar a valientes y honestas acciones cívicas que se habían
perdido del panorama nacional. Aplaudo a esas figuras oficialistas que
se pusieron gallardamente del lado de la libertad y la dignidad en esta
ocasión.
También aplaudo que altas autoridades de Cuba –ante la gran reacción de
rechazo que se dio en la población cubana de dentro y fuera del país–
hayan retirado la sanción al músico y cantante Roberto Carcassés. Los
que hemos denunciado y enfrentado la sinrazón no nos debe importar la
estrategia o el motivo por el cual decidieron retirar la sanción, porque
lo vital para el proceso cubano es que se rectificó una violación de un
derecho humano. La solución de los problemas de Cuba debe ser entre
todos los cubanos sin peligrosas alteraciones sociales. Este caso ha
sido un buen ejemplo.
Source: "OSCAR PEÑA: Caso Carcassés: penas y glorias - Opinión -
ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/09/27/1576589/oscar-pena-caso-carcasses-penas.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario