Donde fumar es ser timado
Lunes, Septiembre 24, 2012 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Gran escándalo hubo en
Holguín al conocerse de la extendida producción artesanal e ilegal de
cigarrillos. La magnitud del negocio puede inferirse por lo que informa
la policía sobre la ocupación a un ciudadano, de apellido Martínez, de
12 mil cajas de la marca Criollo, de mayor demanda, y 593 de la marca
Titán, perfectamente selladas.
Cada cajetilla, con veinte cigarrillos, tiene precio de siete pesos. Los
suministradores ilegales las venden a cinco pesos a empleados del
comercio minorista, quienes las revenden al público al precio oficial.
Las vías de obtención de la materia prima son muchas. Abdiel Pérez,
director de la empresa estatal cigarrera de Holguín, explica que hay
extracción de la hoja en rama o desmenuzada, y también de barreduras
(desperdicios en el proceso productivo), contaminadas y con exceso de
humedad, causa de la deplorable calidad, por mala combustión, del
cigarrillo falsificado. Por ello los cigarrillos falsificados, con
marcas y envases aparentemente auténticos, carecen de calidad y son un
timo al consumidor.
La tripa de los cigarrillos es extraída en complicidad con trabajadores
y custodios de la fábrica, a pesar de que en ésta se ha implementado un
método de vigilancia supuestamente más estricto, que incluye el Sistema
de Posicionamiento Global (GPS), para evitar sustracciones del producto
elaborado durante en el traslado hacia los almacenes, y de los
desperdicios cuando van al vertedero y a la agricultura.
Los sellos de las cajas se imprimen en la empresa estatal Geocuba. El
papel de cigarrillos con marca impresa, de importación, es robado de la
factoría y de Geocuba.
La fábrica Lázaro Peña, de Holguín, genera desechos de entre 15% y 20%,
con destino al vertedero y a la agricultura, como abono orgánico llamado
tabaquina. Pero como se ve, también sirve de materia prima a los
productores ilegales.
El trayecto desde la fábrica a los almacenes resulta otra vía para
estafar al irritado fumador. Los fabricantes ilegales truecan a
empleados de almacenes las cajas (con cincuenta gruesas) de cigarros
falsificados, por igual cantidad de cajas de cigarros legítimos y les
pagan cuatrocientos pesos por cada caja cambiada.
El colmo es que por esos chanchullos, problemas técnicos, productivos,
de suministro de materia prima, transporte, distribución o burocráticos,
en ocasiones escasean en el mercado los cigarrillos legítimos, cuyo
nicho es ocupado por los ilegítimos.
Como los planes productivos y de comercialización son nacionales, las
afectaciones en Holguín repercuten en otras provincias. Se debe recordar
que ilegalidad parecida ocurre con la venta de tabacos habanos
falsificados a visitantes extranjeros, elaborados generalmente por
expertos tabaqueros.
La Aduana, para proteger el habano ante la extendida práctica
fraudulenta, tiene que exigir el certificado de compra en
establecimientos estatales, a la hora de autorizar su extracción del
país. Pero ni siquiera tales exigencias impiden que en otros países los
fumadores también sean timados cuando creen estar fumando habanos
legítimos de Cuba.
cosanoalen@yahoo.com
http://www.cubanet.org/articulos/donde-fumar-es-ser-timado/
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