21 de septiembre de 2012

Defender la voluntad popular

Denuncia, Educación, Poder Popular

Defender la voluntad popular

CUBAENCUENTRO recibió en su redacción este documento para ser divulgado

21/09/2012 10:10 am

Majibacoa es un municipio de Las Tunas, creado con la división
político-administrativa de 1976. En él se ubica la localidad de Limones,
que hasta hace menos de una semana era solo un punto en los mapas para
la mayoría de los cubanos y la opinión pública internacional. Ya no más.

Las noticias nos cuentan que el pueblo de Limones eligió en 2005 una
delegada de circunscripción, Sirley Ávila León, que se autodefine como
"revolucionaria" y que reúne atributos raigales del sujeto popular
cubano: mujer, campesina, oriental. Sirley, sin embargo, tenía unas
ideas "algo extrañas" para los esquemas de los funcionarios isleños. En
vez de limitarse a administrar más o menos eficientemente o con más o
menos corrupción los recursos que el Gobierno central quisiera asignarle
a su localidad, decidió resolver los problemas de sus representados y
defender sus intereses.[1]

Así logró, según sus palabras, que "el Consejo de Estado diera
autorización para construir una escuela". Es decir, que en Limones no
había (en 2005¡) una escuela y los niños tenían que caminar kilómetros
para ir a otras en otras localidades, escenas que el Gobierno no se ha
cansado de repetir como "los males de antes de 1959". Ávila León, como
"revolucionaria", usó los métodos que sabe eficaces ante la
disfuncionalidad de las instituciones: opuso a la negativa del
Ministerio de Educación la "gracia real" que emana del Consejo de
Estado. Y fue bastante eficiente: los pobladores obtuvieron su escuela
en 2006.

Pero lo que el Consejo dio en plena "Batalla de Ideas", el Gobierno lo
quita en tiempos de "Actualización del Modelo". En el 2011, las
autoridades del Municipio cerraron la escuela. El motivo: ahora hay
"solo" cuatro niños. Sin embargo, la prensa y los informes ante la ONU
de Cuba no dejan de repetir machaconamente que "solo en Cuba" hay 201
escuelas con un solo alumno, 294 con dos; 313 con tres; 315 con cuatro y
272 con cinco. Parece que unas son logros y otras gastos… y que las
conquistas sociales, sostenidas sobre el sacrificio de todo un pueblo en
el pasado medio siglo y pregonadas ante el mundo como esencia de la
Revolución cubana, comienzan a ser sacrificadas, en silencio y
vergonzosamente, en el altar de las reformas.

Ella volvió a la carga: intentó dirigirse al Ministerio, a la Asamblea
Nacional, al Consejo de Estado y al Presidente. Pero el 2012 no es el
2005: el nuevo presidente no responde sus peticiones de entrevista, la
expulsan del Consejo de Estado, nadie la recibe… Paralelamente, también
se enfrenta a las autoridades municipales y provinciales en el tema del
impago a los campesinos de sus productos, y hace todas estas idas y
venidas con recursos propios, pues no quería que dijeran "que estaba
recogiendo financiación ni nada de eso". Sirley peleó como le han
enseñado, "por los canales correspondientes", pero para sorpresa del
aparato municipal y provincial, la delegada decidió realizar una acción
desesperada: dar una entrevista a la prensa extranjera, nada más y nada
menos que a Radio y TV Martí, lo cual seguramente no habría ocurrido de
haber hallado espacio en la "prensa del pueblo", en especial en el
diario Granma. Su razonamiento fue del tipo: si sale "afuera", le van a
hacer caso "adentro" y el Presidente se va a ocupar de eso. Hasta ahora
sigue esperando por él.

Los que sí se ocuparon fueron los funcionarios del Poder Popular y el
PCC de Majibacoa y hasta de las Tunas, que en una entrevista le dijeron
que ella no podía ser más delegada en ninguna parte. Pero se niega a
acatar la orden, pues a ella la "eligió el pueblo".

Cuando supimos de estas noticias, temimos por posibles acciones
punitivas contra esta defensora de la voluntad popular. Ahora estas
medidas se van concretando: ya fue citada por la Fiscalía para la
investigación de "un delito" en el mismo día de la asamblea de
nominación de candidatos de su circunscripción. Pero la maniobra les
salió mal, pues el electorado de Limones se negó a asistir a la
asamblea, y —según Sirley— han dicho que no quieren otra delegada que
ella. Este jueves 20 de septiembre se informa que la delegada pudo ser
nominada por sus vecinos, pese a que se realizan maniobras para
reorganizar territorialmente los circuitos vinculados al proceso
electoral. Experiencias anteriores de retaliación a otros ciudadanos
—que han confiado en los espacios y derechos reconocidos por el orden
vigente— parecen presagiar la continuación de esta saga, con presiones
contra la delegada y sus electores.

Estos hechos nos hacen tomar nota de varios asuntos. De una
institucionalidad fallida, con delegados carentes de mecanismos para
representar a sus electores y recurrir decisiones administrativas
injustas, que tienen que tratar de llamar la atención de los gerifaltes
históricos para resolver algo tan pedestre como una escuela rural, que
difícilmente debiera requerir de la intervención del máximo órgano
ejecutivo. Y de cómo las escasas soluciones que brindaba a la población
este apelar al Consejo de Estado y su Presidente, en la cúspide del
antidemocrático esquema de poder piramidal, han dejado de funcionar.

También salta a la vista de que la libertad de expresión no se reconoce
ni para quienes se identifican como "revolucionarios" y que su apelación
y ejercicio puede conllevar acciones punitivas. Y que los dirigentes del
PCC y Poder Popular a nivel provincial y municipal deciden quién puede y
quién no puede presentarse como candidato a delegado, y disponen de
mecanismos para evitar las postulaciones indeseadas. Resalta cómo el
único componente digno de ser reconocido por su potencial democrático
del sistema político cubano —los órganos locales y la figura del
delegado— son vulnerados por el autoritarismo e irrespeto a la ley del
resto del aparato estatal-partidario.

Semejante proceder —al desvalorizar la idea de una ciudadanía activa y
una comunidad organizada que incide en los asuntos públicos— lleva agua
al molino de quienes, desde la derecha, desean sustituir el fallido
modelo actual por una democracia neoliberal, basada en competencia de
elites y partidos. Por suerte mientras suceden estos hechos, un grupo de
socialistas cubanos agrupados en el colectivo SPD anuncia una iniciativa
para impulsar la democratización con apego a una institucionalidad y
legalidad que los dirigentes violan, lo que constituye una muestra de
que dentro de la sociedad cubana hay ciudadanos que honran la voluntad
popular desde posiciones auténticamente revolucionarias.[2]

Llama la atención el silencio de un sector de la academia cubana, en
particular de aquellos que defienden —en abstracto y al margen de
tiempos, sujetos y conflictos reales— al Poder Popular como diseño y
ejercicio de una supuesta "democracia participativa". Asimismo, resalta
la ausencia de toma de posiciones de las organizaciones de masa y el
mutis de los diputados de Majibacoa[3], todo lo cual evidencia que en
esta democracia participativa, en cuanto aparece un problema real, pocos
participan. Pero también resulta nocivo el intento de sectores
derechistas del exilio de asimilar posturas como la de esta digna mujer
a la retórica del viejo anticastrismo de Guerra Fría; ignorando (o
manipulando) el hecho real de que semejante reclamo y accionar
constituyen un emplazamiento a las autoridades hecho por cualquier
cubano de a pie, acuerdo a las leyes vigentes. ¿Y acaso habría algo más
legítimo e incuestionable que eso?

Nos llena de orgullo que sea precisamente una compatriota mujer, lejos
de la capital, quien lleve adelante esta pelea, sin más apoyo que el de
su comunidad y la solidaridad que recabe en adelante, lo que demuestra
que la rebeldía está latente aún en las personas, y se alista para en
cualquier momento desbancar la superficial apatía nacional.

Por todo lo expuesto, nos solidarizamos con esta delegada, tanto en su
honroso desempeño en función del mandato popular como en su derecho a
ejercerlo, y exhortamos a respetar la voluntad democrática de su
comunidad. Si en las autoridades habita un poco de vergüenza, que
abandonen el auspicio y comisión de ilícitos como los denunciados, actos
que vulneran la capacidad popular para actuar en cabal cumplimiento de
sus derechos ciudadanos y con apego a la tan vulnerada legalidad socialista.

20 de septiembre de 2012.

Armando Chaguaceda, Dayrom Gil, Isbel Díaz, Karel Negrete, Pedro Campos
y otros compañeros

Nota: Esta posición común se irá corrigiendo y actualizando conforme se
desarrollen los acontecimientos y se generen adhesiones de nuevos firmantes.
[1] http://www.cubademocraciayvida.org/web/article.asp?artID=18668
[2]
http://observatoriocriticodesdecuba.wordpress.com/2012/09/12/una-accion-afirmativa-por-la-democratizacion-10/
[3] Los diputados que representan a Majibacoa en la Asamblea Nacional
son el presidente de la Asamblea municipal y el director del Centro de
Inmunoensayos, entidad radicada en La Habana.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/defender-la-voluntad-popular-280244

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