21 de septiembre de 2012

Aunque la vistan de nueva... Mesa Redonda se queda

Televisión

Aunque la vistan de nueva... Mesa Redonda se queda
Yoani Sánchez
La Habana 21-09-2012 - 7:06 pm.

¿En qué ha cambiado el espacio político televisivo en su nueva versión?

Pocos espacios televisivos han sido objeto de tantas burlas y parodias
en Cuba como la Mesa Redonda. Surgido al calor de la llamada Batalla de
Ideas, este programa muestra el más alto grado de proselitismo político
que se pueda encontrar en nuestros medios nacionales. Su principio
fundamental es apabullar a la teleaudiencia con el criterio oficial, sin
permitirle acceder a opiniones críticas o contrarias a éste. Denigrar a
los inconformes, sin derecho a réplica, se erige entre las prácticas más
repetidas en los micrófonos de tan aburrida transmisión. Todo esto
basado en la premisa de que vivimos en "el paraíso" mientras el mundo se
cae a pedazos por allá afuera.

Desde el 10 de septiembre, la Mesa Redonda ha reducido su tiempo "al
aire" en media hora. También ha modernizado su escenografía y hasta
parece que han agregado un flamante iPad para manejo exclusivo del
moderador. Tienen tiros de cámara más audaces y se han puesto a dieta
algunos de sus rollizos participantes. Se quiere, con estos retoques,
agregarle algo de modernidad a lo que estaba cubierto con el espeso
polvo de lo anacrónico. Sin embargo, los preceptos principales que rigen
el programa siguen intactos. El más evidente es la ausencia de
pluralidad y la monotonía derivada de que todos los que concurren allí
piensan igual. Y, gran contradicción, un bodrio de esta naturaleza paga
a sus periodistas los salarios más altos que se conocen en el Instituto
Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Sin embargo, mis palabras sobre este programa quizás estén demasiado
influenciadas por trabajar yo también en el campo de la información. De
manera que ilustraré la opinión que tiene muchos cubanos sobre él con
una anécdota reciente. Hace poco, una amiga estaba a las afueras de una
estación de policía exigiendo la liberación de un activista detenido
arbitrariamente. El teléfono móvil sonó y era su padre que la llamaba.
Estaba asustado porque un vecino le contó que su hija se había enrolado
en cosas de "disidentes". En medio del calor de la situación, mi amiga
sólo atinaba a responderle: "Papi, ya te dije que no miraras más la Mesa
Redonda". Con esa simple frase enfatizaba el abismo entre la realidad
nacional y el libreto de esa tribuna televisiva. Le señalaba a su
progenitor el seguir creyéndose una Cuba inexistente, un país donde no
ocurrían arrestos fuera de la ley, ni amenazas policiales, ni mítines de
repudio. Una nación apócrifa que habita de lunes a viernes, durante una
hora… en nuestra pantalla chica.

http://www.diariodecuba.com/cuba/13123-aunque-la-vistan-de-nueva-mesa-redonda-se-queda

No hay comentarios:

Publicar un comentario