2009-09-25.
Julio Romero Muñoz, Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- El terrorismo es la acción violenta con el
empeño de infundir terror. Abominable procedimiento venga de cualquier
entidad, en ocasión máxime cuando esta acción daña directamente al ser
humano.
El pasado 11 de septiembre, al conmemorarse el 8vo. Aniversario de los
bárbaros ataques al pueblo norteamericano, e irónicamente, las
autoridades cubanas movilizaron a obreros y estudiantes a celebrar actos
públicos alegóricos a la fecha con el ánimo de hacer una vez más
campañas a favor de 5 presos en el país del norte sentenciados por
delitos de espionaje, luego de ser hallados culpables por cortes jurídicas.
En la ciudad de Camagüey, las inclemencias del tiempo y un notado
desinterés en las masas hicieron que estos actos no fueron tan
concurridos y por ende trascendentales como se hubieran propuesto los
convocadores.
A fin de cuenta no es lo referido anteriormente lo que merece ser
resaltado de importante o no, mas cuando es de gran conocimiento que no
hay acciones exentas de manipulaciones y al final válgame repetir que
negarse al terrorismo con sinceridad es de interés hasta de los que no
asistimos a las plazas políticas del sistema imperante.
Sólo quiero resaltar lo que vivimos de cerca y se calla y esconde, lo
que no se condena desde ningún estrado público ni oficialista, la manera
siniestra y fría de implantar terror aun cuando no se perciben los
convulsos aires de violencia trágica..
Es la manera sutil de amedrentar al hombre con toda impunidad,
reprimiendo y acosando, asesinando moralmente al fuego abierto de la
bajeza disparado como dardo hiriente. Los chantajes y contenciones
practicadas por la llamada Policía Política, acechos constantes,
interferencias en la vida y las casas privadas, el manoseo sádico de las
situaciones personales del individuo, calumnias y confabulados manejos
fucheítas, las molestias constantes, amenazas, secuestros y limitaciones
impuestas.
Prácticas que van desde lo anormal hasta lo morboso, si se quiere, y que
la sufren con mayor peso aquellos ciudadanos que decidimos romper con
toda atadura para vivir en plenitud el sentido de ser personas y la
sublime sensación de la inherente libertad del ser humano.
Quien no condene estas prácticas diabólicas, es cómplice y partícipe de
los sufrimientos que cruzan las manos aún cuando no se reconozcan como
terrorismo de nuevo tipo.
CONTRA TODO TERRORISMO - Misceláneas de Cuba (25 September 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=23093
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