25 de septiembre de 2015

Recordando las Casas del Oro y la Plata

Recordando las Casas del Oro y la Plata
A los que mal dirigen el país, se les ocurrió la idea de extraer para su
beneficio las joyas en poder de las familias
jueves, septiembre 24, 2015 | RCCC

LA HABANA, Cuba.- El caso del expresidente de Guatemala, Otto Pérez
Molina, acusado por su vinculación con una red de defraudación de
impuestos, rememora uno de los hechos de corrupción que han sucedido en
nuestra Isla. En 1987, se crearon las Casas de Cambio del Oro y la
Plata, cuando a los que mal dirigen el país, se les ocurrió la idea de
extraer para su beneficio las joyas en poder de las familias.

Se aprovecharon de la situación en que estaba el pueblo, que carecía de
lo más elemental y que constató la posibilidad de adquirir grabadoras,
televisores en colores y otras chucherías; en un comercio que recuerda
lo que hacían los conquistadores cuando les cambiaban a los indígenas
cuchillos, espejitos y otras baratijas a cambio de oro y plata.

Los interesados estaban obligados a hacer largas colas durante más de
una semana, tenían que ratificar el turno varias veces en el día y la
noche para tener derecho a que les tasaran sus joyas. Nunca se dio
información del precio a que se valoraban los objetos. Se tasaban por su
peso, sin tener en cuenta su valor como reliquia, ni las incrustaciones
de piedras preciosas. Al final se les daba un documento donde se hacía
constar el valor de las mercancías entregadas, y que significaba el
derecho a comprar en una tienda tapiada, donde las personas se enteraban
de las ofertas solo al entrar y allí tenían que gastarlo todo. Los
efectos electrodomésticos solo tenían 72 horas de garantía.

Era doloroso ver a jóvenes y adolescentes registrar armarios,
escaparates y todo tipo de armatostes de sus padres y abuelos buscando
sortijas, collares, prendedores, relojes e incluso dientes postizos de
oro, para hacer la transacción que les diera derecho a adquirir un
equipo que muchas veces estaba vencido.

Estos no son los únicos, ni últimos casos. Como otro ejemplo se pueden
citar cuadros y esculturas valiosas -que sus dueños no pueden vender- a
los cuales el Fondo de Bienes Culturales les ha puesto su cuño como
patrimonio de la nación.

La población no se preocupa porque la ley de inversiones no los
contemple, porque en definitiva, la generalidad tiene como único
patrimonio su exiguo salario mensual. Así han dejado al pueblo de Cuba
estos señores, al lado de los cuales Pérez Molina es un niño de chupeta.

(Arnaldo Ramos Lauzurique)

Source: Recordando las Casas del Oro y la Plata | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/recordando-las-casas-del-oro-y-la-plata/

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