26 de julio de 2015

El centro y la periferia

El centro y la periferia
[25-07-2015 20:43:39]
Jorge Olivera Castillo

(www.miscelaneasdecuba.net).- El respeto a los derechos humanos en Cuba
es un tema periférico en las conversaciones que el mundo civilizado
mantiene con el gobierno de la Isla.
En el escenario que se construye sobre los fundamentos de la realpolitk
sobran las precondiciones. Es decir que se va a continuar platicando al
más alto nivel, sin variaciones en la banda sonora que los porristas al
servicio de la policía política elaboran donde quiera que hayan brotes
"contrarrevolucionarios".

El repunte de las detenciones arbitrarias y los actos de repudio contra
quienes propasan los borrosos límites de la tolerancia no ha sido óbice
para que se detenga o ralentice el proceso negociador entre las
principales democracias del mundo y la única dictadura del continente
americano.

Todo se ha decidido al margen de las reticencias de los mandamases
criollos a permitir el ejercicio de las libertades fundamentales.

Por eso es que la democracia llegará a Cuba, con buena suerte, a cuenta
gotas y mutilada.

El propósito de la apertura, y el general-presidente se encarga de
subrayarlo a menudo, se limita a la actualización del socialismo, con
remiendos y lotes adicionales de promesas. Nada de reemplazos capitales
en sus estructuras.

Lo que da vueltas en las mentes de los personajes de la nomenclatura es
la manera más eficiente de insertar algunos elementos de la economía de
mercado sin afectar el funcionamiento del viejo andamiaje político que
el partido comunista quiere entregar intacto a sus herederos.

¿Culminará la transición cubana con un remedo de Vladimir Putin al
frente de un gobierno que otorgue ciertos espacios económicos, cívicos y
políticos, pero sin abandonar la lógica dictatorial?

¿Seguirá la dinastía Castro en el poder, con todo lo que ello
representa, más allá de los aspectos simbólicos?

De acuerdo a la evolución de los acontecimientos, el castrismo aspira a
convertirse en un modelo capitalista con mano de hierro para los que se
excedan en sus demandas democráticas.

Aunque desde Washington y Bruselas sigan manifestándose los compromisos
en abordar sin medianías el tema de los derechos humanos con sus
contrapartes de La Habana, la situación tiende a agravarse al interior
de la Isla.

El salvajismo de las acciones contra las personas que manifiestan sus
críticas al sistema, a cara de descubierta y en la vía pública, así como
el aumento de los presos políticos, son realidades que obligan a bajar
las expectativas en relación a las posibilidades de una merma sustancial
en los niveles de intransigencia.

La contemporización con el actual régimen parece ser el eje principal de
una estrategia, al parecer consensuada en los centros de poder mundial.

Por tanto las palizas junto a los arrestos y encarcelamientos, por los
motivos expuestos anteriormente, van proseguir.

Las treguas, si es que las hay, serán breves. Una de ellas podría ser
durante la visita del Papa Francisco en el venidero mes de septiembre.

A pocas semanas del tercer viaje de un Sumo Pontífice a Cuba, en menos
de 20 años, valdría la pena preguntarse: ¿quién obtendrá los mayores
beneficios?, ¿el gobierno o sus víctimas?

Es probable que la dictadura termine apropiándose de mayores cuotas de
legitimidad con el consiguiente aumento de la indefensión de los que se
mantienen en las antípodas del dogma oficial.

Mientras tanto, la banda sonora del odio se mantiene abierta a las
actualizaciones y a expensas de una espectacular intensificación del
volumen.

No son meras presunciones. Raúl Castro se encarga de demostrar, día a
día, los esfuerzos para que esas tareas se realicen con excelencia.

Source: El centro y la periferia - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55b3d8db3a682e12cc2cf1ac#.VbSxvvmqqko

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