A Richer Pérez lo ven como un tipo raro en el deporte cubano
El campeón de maratón de los Juegos Panamericanos de Toronto es
cristiano y fue desterrado del deporte por gastarse los $300 que se ganó
en una competencia internacional en vez de entregárselo al gobierno cubano.
Agencias
julio 25, 2015
Richer Pérez, el campeón de maratón de los Juegos Panamericanos de
Toronto (Canadá), es un atleta con un desarrollado instinto de gato que
va por el mundo sin miedo a la muerte porque siempre habrá una vida
adicional a la cual acudir.
"Mi verdadera especialidad es luchar contra las adversidades", aseguró a
la agencia EFE, el corredor de 29 años, una especie de pariente pobre de
la delegación cubana en Toronto, al que incluyeron a última hora en el
equipo, no lo dejaron viajar con su entrenador y ninguno de sus
compañeros vino a apoyar mientras corría este sábado.
Nadie tiene nada contra él, pero se dedica a una disciplina que los
directivos aprecian poco en Cuba y como consecuencia ponen a sus
practicantes a morderse la cola. No los llevan a los maratones rápidos
porque no tienen buenos tiempos y no tienen buenos tiempos porque no los
llevan a los maratones rápidos.
"Si me dieran oportunidad de correr uno de los grandes como Rotterdam o
París, mi marca personal iba a bajar mucho porque son carreras con clima
fresco y circuitos agradables, no como el de Toronto con muchas lomas",
asegura.
Richer posee una fuerza de mente casi animal y una gran capacidad de
autocontrol. Solo así pudo resistir la soledad cuando lo castigaron poco
más de dos años por gastarse el premio de 300 dólares que ganó en una
competencia internacional en vez de dárselo a las autoridades como
exigía una antigua ley en Cuba.
"Fue aquella una etapa dura, entre 2008 y 2010, en la que no podía
competir, sin embargo regresé y a los 29 años me siento con mucho por
mejorar", expresa.
En la delegación cubana lo ven como un tipo raro, que practica la
religión cristiana y hoy apuntó un mensaje de la biblia en la parte
trasera de su dorsal. Tiene fama de rebelde, pero su entrenador Ángel
Rodríguez lo considera un niño grande que solo necesita ser escuchado.
"Ángel debía viajar conmigo a las competencias; tenemos una relación muy
estrecha y es quien me da seguridad. Antes de salir de Cuba me dijo que
nadie iba a bajar de 2:15 en los Panamericanos y trazamos el plan de
carrera de acuerdo con eso", comentó.
Hoy media hora antes de la competencia Richer parecía un estudiante
minutos antes de entrar a su examen de grado. Leía los parciales que le
sugirió el entrenador y se los grababa en la mente para no olvidar cómo
correr sin acumular cansancio en exceso.
"Corrí con los números en la mente, pero no los cumplí porque la carrera
salió lenta, además al final me empezaron contracciones musculares", dice.
Habla de Jesucristo a cada momento, pero a la hora de correr su amor al
prójimo tiene límites. Este sábado en el kilómetro 35, cuando se había
escapado junto al peruano Raúl Pacheco, el rival le propuso turnarse en
la punta y que luego ganara el mejor, pero Pérez se negó a firmar el
pacto de no agresión.
"Yo tengo el final fuerte y no me convenía firmar pactos. Pacheco es un
gran deportista pero el maratón es un deporte individual", dice, y da a
entender que su instinto de gato implica marcar su territorio.
Source: A Richer Pérez lo ven como un tipo raro en el deporte cubano -
http://www.martinoticias.com/content/a-ricer-perez-lo-ven-como-un-tipo-raro-en-el-deporte-cubano/99754.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario