Adiós anticipado al CUC
MIRIAM CELAYA, La Habana | Enero 29, 2015
Eran apenas las 10 de la mañana del miércoles 28 de enero y la casa de 
cambio (CADECA) de la calzada de Belascoaín no tenía moneda nacional 
(CUP). Una cajera explicaba que solo le quedaban varios billetes de 50 
pesos y eso era todo hasta que llegara "el carro del dinero". Algunos 
clientes, que llegaban y se marchaban al no poder hacer sus 
transacciones, aseguran que esta situación ha estado tornándose 
habitual, no solo en esta casa cambiaria, sino también en la de la calle 
Galiano, frente a la Plaza del Vapor.
Estas son prácticamente las dos únicas casas de cambio que operan en el 
municipio Centro Habana después que la mayoría de ellas fueran 
transformadas en puntos de cajeros automáticos, por lo cual tanto el 
cambio de divisas extranjeras a moneda convertible (CUC), como el de CUC 
a CUP, implica el traslado a alguna CADECA o Banco Metropolitano, 
distantes entre sí, y la posibilidad de hacer una larga cola antes de 
realizar la transacción deseada.
Otra dificultad que se ha hecho común, tanto en CADECA como en los 
cajeros automáticos, es la ausencia de billetes de denominaciones 
inferiores a los 100 o 50 CUP, lo cual también causa incomodidad a la 
población, en especial a los ancianos que cobran sus pensiones con 
tarjetas magnéticas y muchas veces se ven imposibilitados de extraer la 
totalidad de su dinero por no existir en depósito billetes de 5 o 1 CUP. 
En este caso deben esperar todo un trimestre o cuatrimestre, según el 
caso, hasta que se acumule en sus fondos la cantidad de dinero 
suficiente como para cubrir la denominación mínima de 10 o 20 CUP, una 
cifra ridícula si se compara con los elevados precios de cualquier 
producto del mercado, pero significativa si se trata de personas que 
dependen casi por completo de esos ingresos.
Desde que inició el año 2015 los cubanos que reciben remesas del 
exterior o que perciben pesos convertibles por otras vías se apresuran a 
cambiar su dinero a moneda nacional. Los que tienen entradas mayores 
–del orden de los cientos de CUC, generalmente los dueños de los 
negocios particulares más prósperos– prefieren cambiar a dólares en el 
mercado subterráneo. El denominador común es que ya nadie quiere guardar 
dinero en los CUC que hasta hace poco eran muy solicitados y solían 
agotarse en las CADECA.
El anuncio de la próxima entrada en circulación de nuevos billetes en 
moneda nacional, con denominaciones de 200, 500 y 1000 pesos, a partir 
del próximo mes de febrero, sumado a la posibilidad de acceder al otrora 
"mercado en divisas" con cualquiera de las dos monedas, han sonado a 
redoble en la psiquis popular, como un preludio de la tan esperada 
unificación monetaria. En la población se extiende el temor a que 
súbitamente se produzca un cambio oficial con tasas leoninas que 
ocasionarían serias pérdidas al bolsillo.
La expectativa se hace sentir por ósmosis en las redes de comercio 
agropecuario de la capital, en especial en las carnicerías "no 
estatales", donde apenas unas semanas atrás aceptaban cualquiera de las 
dos monedas. "¡Por tu madre, dame moneda nacional!", demanda el 
carnicero del "combinadito de Sitios", en Centro Habana, cuando un 
cliente saca 20 CUC para pagarle una pieza de carne de cerdo, cuyo 
precio en estos días de desabastecimiento se ha elevado a 45 pesos 
corrientes la libra. "Ya los guajiros no quieren coger CUC, mi hermano, 
ellos tienen mucho dinero y le han cogido miedo a la unificación 
monetaria. No me venden la carne si no es en moneda nacional".
Algo similar ocurre con los comerciantes de carretillas, que todavía 
aceptan pagos de los clientes en moneda "convertible", casi siempre al 
menudeo, pero cuyos proveedores mayoristas (privados) están exigiéndoles 
la moneda nacional como pago a sus productos. "Los guajiros ganan mucho 
dinero y casi todos los productores guardan grandes sumas. Ninguno 
quiere perder cuando se unifique la moneda", dice un carretillero de mi 
barrio.
Evidentemente, la falta de información y de claridad por parte de los 
medios oficiales provoca una vez más incertidumbre y dispara las 
especulaciones en la población, dando paso a obstáculos tales como la 
(inexplicable) insuficiencia de fondos en las CADECA y aumentando la 
demanda de dólares estadounidenses en el mercado negro cambiario.
Cercanos ya a la introducción de los billetes con las nuevas 
denominaciones, que evidencian claramente la elevadísima tasa de 
inflación en Cuba, nada se conoce acerca de una unificación monetaria 
que –según anunciaron las autoridades– será gradual y "no afectará" los 
bolsillos cubanos. Por el momento, es de esperar que a la hora cero no 
se mantenga el cambio oficial de 25 pesos en moneda nacional por cada 
CUC, transacción con la que han operado hasta ahora las CADECA y las 
redes comerciales estatales. La experiencia, tras décadas de engañosas 
maniobras monetarias, ha estimulado la sabiduría popular; y, ya antes de 
la soñada unificación monetaria, los cubanos se están desprendiendo del 
que fuera en los últimos años el máximo signo de estatus en la Isla: el 
CUC.
Source: Adiós anticipado al CUC - 
http://www.14ymedio.com/nacional/Adios-anticipado-CUC_0_1715228472.html
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