2 de diciembre de 2014

El viaje sin protocolo de Margallo a Cuba

El viaje sin protocolo de Margallo a Cuba
Me cuesta entender cómo la cancillería española no pudo leer las señales
de un previsible desplante.
Juan Juan Almeida
diciembre 01, 2014

Ni por referencia recuerdo la letra del Pipisigallo, el juego-canción
infantil que parece ser más importante para el general Raúl Castro que
la visita a la isla del canciller español José Manuel García-Margallo.

Es la primera cortesía de un ministro de Exteriores ibérico para con el
Gobierno cubano desde el año 2010 y, según dicta el protocolo, estuvo
recíprocada por su homólogo cubano Bruno Rodríguez Parrilla.

No obstante, la noticia no giró en torno a sus varios encuentros, sino
al singular desencuentro. De inmediato, surgieron varios francotiradores
afiliados al santuario de la reflexión, intentando hacernos creer que la
conferencia dictada por el Canciller español en la academia de la
diplomacia cubana, fue el motivo de tan comentado desplante.

Teoría muy desatinada porque la visita al ISRI (Instituto Superior de
Relaciones Internacionales) no fue casual sino previamente organizada
por representantes que manejan, de siempre, los hilos del acoplamiento
con la Inteligencia cubana. Siendo así, ¿qué sorpresa o molestia puede
ocasionar la ponencia de un funcionario extranjero en la escuela del
MINREX, cantera de la DGI, titulada "Vivir la transición: Una visión
biográfica del cambio en España"?

Apunten antes de lanzar, los imprevistos se pudieron esperar durante el
discurso pronunciado por el ex presidente Jimmy Carter aquel martes 14
de mayo de 2002 en la Universidad de La Habana cuando, en presencia de
Fidel, habló del Proyecto Varela y entre otras cosas mencionó: "no estoy
usando una definición norteamericana de democracia. El término está
incluido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que Cuba
firmó en 1948 [...] y está basado en algunos principios simples: todos
los ciudadanos nacen con el derecho a escoger a sus líderes, a definir
su propio destino, a hablar libremente, a organizar partidos políticos,
sindicatos y grupos no gubernamentales y a tener juicios abiertos y justos".

Las relaciones Cuba-España no se verán afectadas por el mediatizado
plantón. El dinero pesa más, España es el primer socio europeo de Cuba,
y el tercero a nivel mundial. Todo eso sin contar el crecido vínculo
consular y migratorio surgido a raíz de la Ley de Memoria Histórica, o
de nietos.

Raúl Castro no recibió a García-Margallo porque consideró un agravio, el
hecho de que cuando el Canciller asumió su cargo en 2011, aunque luego
se desdijo, aseguró públicamente que no visitaría Cuba sin reunirse con
la disidencia. Ofensa que Raúl no olvidó, y el Canciller recibió la
predecible respuesta que en versión Castro, y al mejor método Braille
(sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas),
solo pretendía humillar a quien se autotituló adversario y decolorar la
visita.

De este incómodo episodio que tomó trascendencia en la prensa, lo que me
cuesta entender es cómo la cancillería española no pudo leer las señales
de un previsible desplante.

El aeropuerto José Martí, cuenta con tres salones de protocolo (el del
Consejo de Estado, el del MINREX y el Militar). El primero, y más
importante, está ubicado al final de la terminal de vuelos nacionales.
Para dar una idea visual pues los videos se encuentran en la web, fue
por donde Raúl Castro recibió al espía Fernando González cuando regresó
a La Habana. Los restantes dos salones, se encuentran en la parte baja
de la terminal internacional.

En ninguno de los casos, quienes son considerados "pasajeros
protocolares" pasan por dentro de las instalaciones de la terminal
aérea. José Manuel García-Margallo –según las imágenes de diferentes
noticieros– entró al aeropuerto habanero a través de la manga, finger o
pasarela de acceso y salió a la calle por la rampa de llegadas. O sea,
le permitieron usar, como mucho, el salón VIP que pagando tienen derecho
a disfrutar tanto turistas, empresarios e incluso algunos jineteros con
deseos de ahorrarse (sin saltar) la incomodidad de los registros
migratorios y los desmanes aduanales, la interminable espera del
equipaje. Todo parece indicar que a Margallo lo picó el gallo.

Source: El viaje sin protocolo de Margallo a Cuba -
<http://www.martinoticias.com/content/protocolo-cuba-margallo-espana-/81264.html>

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