12 de febrero de 2014

Cubanos condenados por peligrosos

Cubanos condenados por peligrosos
[10-02-2014]
Mario Hechavarría Driggs

(www.miscelaneasdecuba.net).- Ciertas "leyes" en Cuba permiten condenar
a las personas sin juicio previo, de forma esporádica o permanente,
según el criterio de las autoridades. Estas reglas se identifican dentro
de un estatuto llamado "peligrosidad", cuya aplicación tiene marcadas
intenciones políticas.
Caso reciente: la cumbre de la CELAC. Al directo, la policía del
régimen, bajo el liderazgo de sus órganos aquí llamados Departamento de
la Seguridad del Estado, limitó la capacidad de movimiento de aquellos
opositores políticos evaluados como "peligrosos". Los activistas
antigubernamentales fueron advertidos de mantenerse en sus casas, evitar
reuniones públicas o cualquier acto posible de ser considerado como
desorden público, so pena de ser inmediatamente encarcelados.

No es la primera vez, tal actitud se mantiene desde hace años, buscando
el menor protagonismo posible en la vía pública para los disidentes,
cuyo número aumenta año tras año. La contrapartida es permitirle a un
Presidente, en este caso el chileno Sebastián Piñera, reunirse con
algunas figuras connotadas de la oposición.

La táctica es impedir a toda costa que estos líderes reúnan
simpatizantes, ganando la calle como muestra de su creciente influencia
entre las masas.

El temor de las autoridades castristas es real, como se demostró
recientemente en la ciudad de Holguín, cuando centenares de trabajadores
por cuenta propia desafiaron a la policía, reclamando sus derechos,
violados por una decreto gubernamental injusto que permitió confiscarles
sus mercancías, retirándoles la licencia, además de imponerles elevadas
multas en dinero.

Otra muestra de miedo a las ideas ajenas sucedió el pasado miércoles en
el conocido parque de La Plaza de Armas, en la muy turística Habana
Vieja, cuando dos jóvenes cristianos de la iglesia Mormona predicaban el
Evangelio y fueron detenidos por la policía, con el absurdo de decirles
que se trataba de un área pública no clasificada como aceptable para sus
prédicas. Los cristianos terminaron provisionalmente en los calabozos de
la Policía Nacional Revolucionaria.

Como es práctica común en Cuba, las leyes tienen un origen al parecer
loable, luego tergiversado cuando se aplican. El tristemente célebre
"peligro" surgió amparado por luchar contra los delincuentes comunes,
particularmente los muy violentos, incluyendo a los relacionados con la
drogadicción.

Se implementó un sistema que, bajo el control policial a nivel de
barrio, con las opiniones del Comité de Defensa de la Revolución y el
Partido Comunista, suponía un consenso para aceptar la detención y
procesamiento, hasta cuatro años de privación de libertad, para aquellas
personas que según ellos eran peligrosas, aún sin probarles debidamente
un delito.

Una mayoría aceptó el hecho, suponiendo que así estarían las calles más
tranquilas. Lo cierto es que la delincuencia campea por sus respetos, la
violencia no se detiene, pero el margen "legal" creado permite sacar de
circulación a los opositores políticos, previa advertencia, cuando
exista una situación juzgada por el gobierno como contraria a la
seguridad del estado.

La doctrina es que la calle es para los revolucionarios, o sea, los
simpatizantes del gobierno, en tanto cualquier imagen de apoyo popular a
los disidentes es considerada como un mal ejemplo. La Revolución será
defendida a todo trance, nos dicen, aun violando las elementales normas
del derecho establecidas en cualquier nación del planeta.

Source: Cubanos condenados por peligrosos - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52f8b5193a682e117442873e#.Uvo1YfldWaI

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