El desconocido hermano Fermín Valdés Domínguez
[30-09-2013]
Gustavo Pardo
Escritor
(www.miscelaneasdecuba.net).- Primeras actividades patrióticas.- Fermín 
Valdés Domínguez Quintanó nace en La Habana el día 10 de julio de 1853, 
es decir, cinco meses y algunos días después que nuestro Apóstol. Ellos 
se conocen en el colegio "San Anacleto", cuando ambos tenían nueve años 
de edad, y posteriormente, en el año 1867, son condiscípulos en el 
colegio "San Pablo", cuyo director era don Rafael María de Mendive.
En 1869, el Capitán General Domingo Dulce reconoce a los cubanos tres 
derechos esenciales:
Los habaneros aprovecharon esta oportunidad con creces, llegando a 
publicarse más de 70 periódicos en menos de veinte días, demostrando así 
que las ansias de libertad, largamente reprimidas, tienden a desbordarse 
en cuanto las circunstancias así lo permiten. Martí y Fermín, que en 
esta época contaban apenas con 14 años de edad, no dejaron pasar de 
largo esta oportunidad, y sacaron a la luz "El Diablo Cojuelo", que 
dirigía Fermín, en el cual colaboró Martí, y a su vez éste editaba "
La Patria Libre", donde publicó su poema "Abdala".
Su amistad con José Martí.- Después de los acontecimientos de la acera 
del Louvre, que culminaron con el arresto de don Rafael María de 
Mendive, y que determinaron su ulterior destierro, con el consiguiente 
cese de las clases en el colegio "San Pablo", Martí, cuya sed por 
adquirir nuevos conocimientos no le permitía darse el lujo de la 
ociosidad, todas las tardes iba hasta la residencia de Fermín a escuchar 
la lección de francés que monsieur Portier impartía a los jóvenes Valdés 
Domínguez, hasta que don Mariano, tal vez para mantener físicamente 
ocupado al joven Martí, decide colocarlo a trabajar en el despacho de 
don Cristóbal Madan, donde laboraba desde las seis de la mañana a las 
ocho de la noche.
El día 4 de octubre de este año, una escuadra del primer batallón de 
Ligeros de Voluntarios que se retiraba por la calle Industria del Campo 
de Marte, en donde habían realizado sus ejercicios militares, acierta a 
pasar por frente a la residencia de los Valdés Domínguez en los momentos 
en que, según nos relata Mañach[1], "mientras aguardaban la llegada de 
Fermín para comenzar las clases de francés, se producían risas y bromas 
entre los jóvenes Carlos Sellén y Eusebio Valdés Domínguez, por una 
parte, y la joven vecina de la casa de enfrente por la otra", lo que 
interpretan los Voluntarios como una burla. Algo más tarde es detenido 
Fermín, que al ocurrir los hechos, no se encontraba en el lugar, y, en 
horas de la noche, arrestan a Sellén y al profesor Portier, 
procediéndose al registro en la vivienda de los Valdés Domínguez, en el 
cual las autoridades encuentran una carta fechada ese mismo día, 
dirigida a Carlos de Castro y Castro, discípulo que fuera de Mendive, en 
la cual se le increpaba por haberse alistado en un regimiento del 
ejército español [2]. Poco después, José Martí también es detenido.
El juicio seguido a Martí, a Fermín Valdés y el resto de los encartados 
por infidencia, se efectúa el día 4 de marzo de 1870. Una visión exacta 
del cariño fraternal que ambos jóvenes se profesaban, lo atestigua el 
hecho que habiéndose declarado Fermín Valdés Domínguez el único autor de 
la susodicha carta, Martí lo desmiente en un derroche de la oratoria que 
siempre le caracterizó, diciendo: que su amigo mentía, porque él era su 
mejor amigo, y que más que un compañero, "es para mí como un hermano, 
quiere hacerse responsable de esta carta que yo escribí, pero no lo 
permitiré…", y continuaba afirmando que "Yo y sólo yo la he escrito.
Cuando me enteré que uno que se hizo llamar compañero, un antiguo 
discípulo de Rafael María de Mendive, traicionaba a su patria, que es 
Cuba, alistándose en un regimiento español para combatir a sus hermanos 
que luchan por alcanzar la libertad que ya merecemos, y por la que todos 
los cubanos estamos dispuestos a luchar…", atónito, el presidente del 
tribunal se pone de pie y comienza a dar fuertes golpes sobre la mesa, 
al tiempo que exclamaba "Basta… Basta… ¿qué es esto?"[3]
Esta narración nos muestra el grado tan alto de mutua fidelidad, y la 
altura que podía llegar a alcanzar el sacrificio que ambos estaban 
dispuestos a afrontar, así como el amor que, desde niños, sentían por 
Cuba, la tierra donde habían nacido.
Su encuentro con Martí en España.- Una vez en libertad, Fermín Valdés 
Domínguez fermin y marti 2matricula en la Facultad de Medicina de la 
Universidad de La Habana las asignaturas de la fase preparatoria, las 
que debía examinar y aprobar antes de ingresar al curso 1870-71 en dicha 
Facultad. En el mes de Octubre de ese mismo año matricula el primer año 
de la carrera.
Nuevamente es detenido, acusado de profanar la tumba del periodista 
español Gonzalo de Castañón, junto a un numeroso grupo de estudiantes 
que cursaban el primer año de Medicina. Una vez efectuado el juicio, 
Fermín es condenado a seis años de prisión, resultando indultado por el 
rey Amadeo I de Saboya, y parte con destino a España el 30 de mayo de 1872.
Aunque no se ha precisado la fecha exacta de su arribo a Madrid, se 
estima que ya a mediados de junio se encuentra en esa ciudad. Su 
encuentro con José Martí le produce una impresión muy fuerte "Oh, 
exclama Fermín, pena grande fue la mía al encontrarlo en España enfermo 
y pobre, viviendo en una buhardilla y comiendo gracias a unas clases que 
daba en casa de don Leandro Álvarez Torrijos y de la señora viuda del 
General Ravenier"[4].
La penosa situación económica y de salud, por la que estaba atravesando 
Martí cambió radicalmente al llegar Fermín a esta ciudad, el cual, a 
partir de ese instante, fue su mayor apoyo y sostén durante el resto de 
su estancia en España, su compañero de habitación en la casa de 
huéspedes de doña Antonia y en los otros sitios en donde ambos se 
alojaron; su colaborador más cercano en las actividades que juntos 
realizaban por la patria añorada; el camarada inseparable en las visitas 
a los teatros, el hermano masón que le acompañaba a las tenidas que 
efectuaba la logia "Armonía"; copartícipe en los encuentros con los 
intelectuales españoles Díaz Quintero, Eduardo Bernot, Félix Bona y 
otros; asiduo asistente a las reuniones que los jóvenes cubanos exilados 
efectuaban en el cuarto de estudio de Francisco Solano Ramos, que era 
"un pequeño templo consagrado a la patria", o a las tertulias del 
ilustre médico Marqués de San Gregorio, o a los de la Sra. Marquesa de 
Vega Armijo. En síntesis, ambos amigos eran el complemento inseparable 
del otro.
Fermín en la Masonería Española.- En el Museo Nacional Masónico "Aurelio 
Miranda Álvarez" , se encuentra un diploma expedido a nombre de Fermín 
Valdés Domínguez, por la Logia Capitular "Armonía No. 36″, bajo la 
obediencia del Gran Oriente Español acreditando que el mismo había 
tomado el grado 18 (Soberano Príncipe Rosacruz) del Rito Escocés Antiguo 
y Aceptado en dicho taller masónico.
Esta Logia Capitular es a la que Fermín Valdés Domínguez se refiere en 
su "Ofrenda de Hermano" donde él afirma que "en los días de tregua en el 
estudio" las dedicaban a visitar los teatros o a la Logia masónica, 
aquella logia "Armonía", obsérvese, que él dice "Armonía", sin 
especificar el número de orden de dicha logia, ni a la Potencia Masónica 
a la cual ella se encontraba inscrita.
fermin universidad c de Madrid Estudios de Medicina en España.- En el 
mes de junio de 1872, cuando ambos contaban con 19 años de edad, 
matriculan en la Universidad Central de Madrid, Fermín las asignaturas 
correspondientes al primer año de Medicina y dos del segundo año, y 
Martí, Derecho, Filosofía y Letras.
En diciembre de 1873 se trasladan a Zaragoza a causa de sus 
padecimientos de salud, y de la necesidad de hallar un modo de vida más 
económico que les permitiera continuar sus estudios. Es en esta ciudad 
donde Fermín termina su libro "Los Voluntarios de
La Habana en el acontecimiento de los estudiantes de Medicina", que 
publica amparado bajo el seudónimo de "uno de ellos condenado a seis 
años de prisión"[5], el cual edita en Madrid, y consagra a Fermín como 
el reivindicador de los estudiantes-mártires.
Martí termina sus estudios de Licenciado en Derecho, Filosofía y Letras, 
en el año 1874. Ambos amigos emprenden un breve recorrido por varias 
capitales europeas, y al regresar a España Martí se embarca con destino 
a México. De este momento, Fermín narra que "Abatidos nos despedimos en 
aquél puerto sombrío…"[6]. El barco, no obstante transportar una 
cantidad apreciable de emigrantes, contaba con buenos alojamientos para 
pasajeros de primera, y aunque Martí poseía el dinero suficiente para 
pagar el precio que importaba la primera clase, y disponer, además, de 
algún remanente que entregar a la familia que le aguardaba en México, 
éste prefirió viajar como emigrante para poder llevar algún dinero más a 
este fin.
En cuanto Martí abordó el buque, Fermín, para quien el pensamiento y los 
sentimientos de aquél eran como un libro abierto, fue directamente a las 
oficinas de la compañía consignataria del buque y pagó al capitán el 
importe de un pasaje de primera clase. Como se puede apreciar Martí y 
Fermín eran uno en el pensamiento y uno en el sentimiento. Este relato, 
nos sirve para aquilatar, una vez más, la profunda identificación que 
entre ambos jóvenes existía.
Fermín continúa sus estudios en la Universidad de Zaragoza con tal 
empeño, que el 28 de noviembre de 1875 pudo graduarse de Licenciado en 
Medicina en la Universidad Central de Madrid, dos años antes de lo que 
correspondía.
De nuevo en Cuba. Intensa actividad científica y literaria.- Fermín 
regresa a Cuba el 2 de enero de 1876. Una vez en La Habana, pudiendo 
refugiarse en la seguridad económica y social que le ofrecía la práctica 
de una profesión tan lucrativa como la Medicina, se dedica a desarrollar 
una activa vida política, social e intelectual. Funda y dirige el 
periódico "El Cubano", colabora en el periódico "El Triunfo", "El País" 
y otras publicaciones de la época, organiza tertulias literarias en su 
residencia, en las cuales participaban esclarecidas personalidades de la 
vida cultural habanera. El 18 de febrero de ese año, José Martí[7] lee 
su drama, "Adúltera" en una de estas tertulias.
Martí pone fin a su estancia en Guatemala, país al que había viajado 
desde México en abril de 1877, regresando a Cuba el día 31 de agosto de 
1878 a bordo del buque "Nuevo Barcelona", que había partido desde el 
puerto de Trujillo, en Honduras, acompañado de su esposa, la señora 
Carmen Zayas Bazán, quien se hallaba en avanzado estado de gestación, y 
como es de suponer, se aloja en la vivienda de "su hermano del alma".
En esta oportunidad se producen dos hechos altamente significativos, el 
primero de ellos ocurre el día 11 de noviembre en que nace la única hija 
de Fermín Valdés Domínguez, y once días más tarde, viene al mundo el 
único hijo de José Martí. El otro acontecimiento sucede el día 25 de 
septiembre de 1879, en que Martí es nuevamente expatriado a España, y al 
día siguiente, como para dejar marcado este acontecimiento de forma 
imborrable, fallece la hija de Fermín Valdés Domínguez.
Desde 1881 a 1883 Fermín ejerce su profesión de médico en Santiago de 
las Vegas, regresando a La Habana en 1883. Es a partir de entonces en 
que se manifiesta una de las etapas más creativa de su vida científica; 
el investigador se exalta en su plena madurez, publicando varios 
trabajos sobre medicina, entre los cuales se pueden mencionar: "Causas 
de algunas de las enfermedades de los obreros elaboradores del 
tabaco"[8] (1885); "Contribución al Estudio de la Etiología de la 
Tuberculosis"[9] (1886); "Tétanos Infantil". Curación. "Apuntes para una 
observación Clínica" (1886)[10]; "Enfermedades de origen bacteriano" 
(1886)[11].
Por estos años, Fermín ingresa a la logia "Silencio", que a la sazón era 
conocida como "la logia de los médicos", y que aun trabaja en el Gran 
Templo Nacional Masónico.
fermin baracoaLa patria ante todo. A instancias de Martí, en 1886, a 
pesar de ser éste un año en el cual se puede apreciar la prolífera y 
fecunda labor que como investigador Fermín realizaba, éste no duda en 
acudir al llamado de su "hermano del alma", y para servir mejor los 
intereses de la patria, se va a radicar a la lejana villa de Baracoa, en 
donde Martí le encomienda realizar contactos con residentes del lugar, 
para la preparación de la guerra que se avecina. Estas actividades 
conspirativas Fermín las encubre mediante la realización de otras 
acciones de carácter científico y humanitario, tales como la 
investigación sobre el origen bacteriológico de la Fiebre Amarilla, 
realizando, además, pesquisas sobre una plaga muy severa que atacaba a 
los cocoteros del Oriente de Cuba. Asimismo realizaba exploraciones 
arqueológicas y antropológicas en esa región.
Es de destacar que el Ayuntamiento de la ciudad de Baracoa le concedió 
la Orden al Mérito, atendiendo a los relevantes y humanitarios servicios 
que él había prestado a la comunidad, considerando que en algunos de 
ellos, Fermín había llegado hasta a exponer su propia vida por acudir en 
auxilio de los enfermos que requerían de su atención, particularmente en 
la época de abundantes lluvias, en las cuales se veía forzado a 
atravesar ríos crecidos y caminos intransitables, para salvar vidas humanas.
Reivindicación de los estudiantes de medicina.- Fermín Valdés Domínguez 
se había impuesto como una obligación la tarea de reivindicar la 
inocencia de sus compañeros víctimas el 27 de noviembre de 1871, del 
fanatismo del Cuerpo de Voluntarios de La Habana. Esta oportunidad se le 
presentó en el año 1887, en que por fin pudo coronar sus esfuerzos. 
Aprovechando la ocasión en que se iban a exhumar los restos de Gonzalo 
de Castañón, Fermín se presentó en el cementerio, dirigiéndose 
directamente al sitio donde se efectuaba la ceremonia de exhumación, y 
de forma muy respetuosa, pero firme y valiente, solicitó y obtuvo del 
hijo del periodista español, la confirmación de que los restos de su 
padre en ningún momento habían sido profanados.
FERMIN TUMBAEST MECINAAl conocer lo ocurrido, nuestro Apóstol, conmovido 
por este gesto que, una vez más, denota la lealtad de Fermín para con 
aquellos, casi niños, que pasaron sin apenas advertirlo, de una sana 
distracción a una terrible e injusta muerte, le escribe una emotiva 
carta en la que le decía: "Tú has hecho con singular elevación, lo que 
acaso nadie más que tú se hubiera determinado a hacer. Lo has hecho como 
se hacen las cosas verdaderamente grandes. Tú, sin pompa y sin odio, 
recabando sin cólera de los matadores la confesión de su crimen, has 
sembrado para el futuro con mano más feliz de los que alientan 
esperanzas infundadas, o pronuncian amenazas que no pueden ir seguidas 
de la obra, ni preparan a ella con determinación y cordura. Tú nos has 
dado para siempre, en uno de los sucesos más tristes y fecundos de 
nuestra historia, la fuerza incalculable de las víctimas. ¡Oh si por 
desdicha hubiésemos estado en guerra podría decirse, Fermín, que tú solo 
has vencido a muchos batallones!"[12]
Combatiente por la libertad de Cuba.- En 1892 Fermín viaja a Venezuela, 
y tras una breve estancia en ese país sudamericano, se dirige a Nueva 
York, Estados Unidos de América, en donde colabora febrilmente con José 
Martí en las múltiples actividades revolucionarias que, en la 
preparación de la guerra libertadora, éste se encontraba desarrollando. 
En esta etapa, Fermín publica varios artículos en el periódico "Patria".
Nuevamente Martí, necesita el concurso de Fermín, y le pide que se 
traslade a la Florida, y así éste lo hace, radicándose en Cayo Hueso en 
donde trabaja como médico hasta que, en 1895, estalla la Guerra de 
Independencia. Fermín es uno de los primeros emigrados que se incorporan 
a la guerra, llegando a las costas de Cuba insurgente, en la expedición 
que dirige el general Carlos Roloff.
Posteriormente, sirve bajo las órdenes del general de las tres guerras, 
el espirituano Serafín Sánchez; a continuación opera con la tropa del 
general José Maceo, "el león de Oriente" y por último, se desempeña como 
Jefe de Despacho del Generalísimo Máximo Gómez. Al concluir la Guerra, 
Fermín ostenta el grado de Coronel del Ejército Libertador.
Referencias masónicas en "El Diario de Soldado".- Fermín escribe su 
"Diario de Soldado", obra ésta en extremo controvertida, en donde relata 
de forma muy cruda sus experiencias vividas en el campo insurrecto 
durante la etapa que comprende desde el 6 de junio de 1895 hasta el 17 
de octubre de 1898. En esta obra antes citada, escribe el día 12 de 
abril de 1898 un hermoso pasaje titulado "Mi Ofrenda", en cuya 
introducción dice: "Amo yo a mi patria en los heroísmos y grandezas de 
sus hijos y sé guardar en mi alma las virtudes de los que, de pie en el 
amplio salón del Taller, dieron el primer grito de guerra"[13]. Los 
masones conocemos muy bien este lenguaje e identificamos de forma 
inequívoca la alusión que Fermín hace a los juramentos y compromisos de 
mayor trascendencia, que los masones "de pie", hacemos en nuestras tenidas.
Su deceso. Duelo popular.- El día 13 de junio de 1910 fallece en la 
ciudad de La Habana nuestro hermano Fermín Valdés Domínguez, "Todo un 
pueblo llora su eterna ausencia, todo él le acompaña al lugar donde hoy 
su materia reposa"[14], y es enterrado en el Mausoleo de los Estudiantes 
de Medicina, en el Cementerio de Colón[15].
Fermín Valdés Domínguez, de nombre simbólico Abdallah, perteneció al 
Cuadro de la Respetable Centenario y Meritísima Logia "Silencio" que aún 
trabaja en el edificio del Gran Templo Nacional Masónico, habiendo 
ocupado, además, el cargo de Gran Secretario de la Gran Logia de Cuba.
En esta brevísima recapitulación biográfica que he expuesto de nuestro 
hermano Fermín Valdés Domínguez, se puede apreciar claramente la 
profunda amistad, la identificación absoluta, y el espíritu de 
sacrificio que ambos amigos se dispensaban.
Fermín Valdés Domínguez tuvo cuatro grandes objetivos en su vida:
1. el amor a su patria,
2. la reivindicación, primero, y la perpetuación, después, del recuerdo 
de sus compañeros caídos el 27 de noviembre de 1871,
3. su lealtad imperecedera a la memoria de su "hermano del alma", José 
Martí.
4. Su fidelidad a la Masonería.
Todas ellas fueron cumplidas con creces.
La Masonería le ha rendido su modesto homenaje fundando una Logia con su 
nombre.
No obstante, a pesar de ello, y de que Fermín, que podía haber vivido 
con comodidad del ejercicio de su profesión de médico, dedico toda su 
vida a luchar por el bienestar de su patria, este patriota es hoy una 
figura olvidada en la historia de nuestra patria.
[1] MARTI EL APOSTOL, Editorial Espasa-Calpe, 1933, Pág. 42
[2] La referida carta decía: Señor Carlos de Castro y Castro: Compañero: 
¿Has soñado tú alguna vez con la gloria de los apóstatas? ¿Sabes tú cómo 
se castigaba en la antigüedad la apostasía? Esperamos que un discípulo 
del Dr. Rafael María de Mendive no ha de dejar sin contestar esta carta. 
Habana, Octubre 4 de 1869""José Martí – Fermín Valdés Domínguez
[3] Martí es condenado a seis años de prisión y Fermín Valdés Domínguez 
a seis meses de arresto mayor.
[4] MARTI EN EL DIARIO DE SOLDADO DE FERMIN VQALDES DOMINGUEZ, Pág. 9, 
por Hiram Dupotey Fideaux. Publicación del Centro de Información 
Científica y Técnica. Universidad de
La Habana. Cuba, 1972.
[5] Conocido como "El 27 de noviembre de 1871"
[6] MARTI EN EL DIARIO DE SOLDADO DE FERMIN VALDES DOMINGUEZ, Pág. 12.
[7] Martí viajó clandestinamente a La Habana empleando el nombre Julián 
Pérez y permaneció en ella desde el 6 de enero de 1877 hasta el 24 de 
febrero de ese año. Había regresado a La Habana procedente de Guatemala, 
vía Veracruz, México.
[8] Revista Crónica Médico-Quirúrgico de
La Habana, Tomo 2, Págs. 470 y 476.
[9] Trabajo de ingreso como Miembro Titular de la Sociedad de Estudios 
Clínicos de La Habanas, Libro de Actos, Tomo III, Folio 29.
[10] Publicado en la revista Archivos de la Sociedad de Estudios 
Clínicos de La Habana". Tomo I, No. 5 del 15 diciembre de 1886.
[11] Revista "Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana", tomo XII, Págs. 
589 a 598.
[12] OBRAS COMPLETAS, Tomo XV, Págs. 378 a 380.
[13] COLECCIÓN FACTICIA, "Mi Ofrenda", Tomo 45, No 8.
[14] FERMIN VALDES DOMINGUEZ, Trabajo Leído en el Ateneo de la Habana el 
día 22 de enero de 1922. Publicado en "Cuba Contemporánea", Pág. 18.
[15] Este Mausoleo fue edificado en virtud a una colecta pública que a 
iniciativas de Fermín Valdés Domínguez logró recaudar 30 000 pesos oro 
español.
Masonería Libertaria
Source: "El desconocido hermano Fermín Valdés Domínguez - Misceláneas de 
Cuba" - 
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/524931be3a682e15b42d6bca
 
 
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