3 de mayo de 2013

Muchas muertes sin aclarar

Muchas muertes sin aclarar
[03-05-2013]
René Gómez Manzano
Abogado y Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Estimado lector: Imagine usted a un
venezolano que ponga en dudas la versión oficial sobre la muerte de Hugo
Chávez dada por su gobierno. Suponga también que un representante de
este último, o un ser querido del difunto, impugne su derecho a comentar
sobre el particular, por no tener la confianza del régimen ni de la
familia doliente. ¿Qué pensaría usted al respecto?

Desde luego que ese tipo de comentarios puede producirse, y surtir algún
efecto entre los más obtusos incondicionales del chavismo. Pero ninguna
persona coherente, por muy gobiernista que sea, le reconocerá validez a
ese planteamiento. El finado era un hombre público, y como tal, él y sus
circunstancias están sujetas al escrutinio de todos.

Salvando las distancias, contra el activista de derechos humanos
Elizardo Sánchez Santa Cruz y el ex preso de conciencia Alejandro
González Raga, se ha creado ahora una situación similar debida a la
reacción desatada contra ambos por la familia de Oswaldo Payá Sardiñas y
el grupo político creado por éste: el Movimiento Cristiano Liberación (MCL).

El pasado martes, Elizardo dijo tener dudas sobre el suceso en que
perdieron la vida Oswaldo y su colaborador Harold Cepero, y manifestó
"su respaldo a una investigación internacional sobre el accidente de
auto". Es decir: en esencia, dio su apoyo a la tesis que desde hace
meses vienen expresando los Payá, sobre todo Rosa María, hija del occiso.

Pese a ello, la reacción fulminante de los últimos no se hizo esperar.
"El señor Sánchez no tiene la confianza del MCL ni de la familia de
Oswaldo Payá para hacer mención alguna de su nombre", reza el texto de
la asombrosa "aclaración pública" colgada en su sitio de internet.

La respuesta de los aludidos no se hizo esperar. Elizardo calificó la
reacción de "autoritaria" y expresó lo obvio: "Se trata de personas
públicas, sobre las cuales cualquiera tiene derecho a opinar". Por su
parte, González Raga manifestó: "No voy a responder a personas a las que
hace unos meses consideraba mis amigos".

Oremos para que la conclusión de este desencuentro sea similar a la que
se produjo hace unos meses, cuando un periodista expresó una opinión que
coincidía en lo fundamental con la de los Payá, pero al mismo tiempo
sugirió a éstos que publicaran el texto del mensaje en el que se basan
para considerar lo sucedido como un asesinato deliberado.

"¡Emplazan a las víctimas y no a los victimarios!", fue, en esencia, la
reacción iracunda e indefendible que en un primer momento tuvieron los
miembros de la familia y el Representante del MCL en el extranjero.
Horas después se bajó el tono, y hasta hubo una especie de rectificación
por parte de estos últimos.

En definitiva, si el único testigo presencial de los hechos se desdijo
de sus manifestaciones iniciales y ofrece ahora una versión que parece
involucrar a agentes del régimen de La Habana, y si las autoridades que
dependen de este último no ofrecen garantía alguna de imparcialidad,
entonces parece justo y razonable que se intente una investigación
internacional de lo sucedido.

Pero la pregunta que me hago es: ¿Por qué limitar una indagación de ese
tipo al choque en el que perdieron la vida Cepero y Payá? ¿No ha habido
otros casos que despiertan fundadas dudas? ¿No hay entre ellos alguno de
más graves consecuencias y que, por ello mismo, merece una atención no
menor?

Todavía esperan justicia las decenas de muertos del transbordador 13 de
Marzo. ¿Y qué decir del mártir Orlando Zapata Tamayo, a quien sus
carceleros privaron de agua mientras hacía una huelga de hambre? ¿O de
la fundadora y guía de las dignas Damas de Blanco, Laura Pollán Toledo?

¿Vamos a olvidarnos de Juan Wilfredo Soto García (El Estudiante),
víctima de una paliza policial en pleno Parque Vidal, en el centro de la
ciudad de Santa Clara, pero de quien la versión oficial afirma que
falleció de una "pancreatitis" de origen desconocido? ¿O del miembro de
la Unión Patriótica de Cuba (la aguerrida UNPACU), Wilman Villar
Mendoza? ¿O del líder opositor espirituano Bienvenido Perdigón Pacheco,
fallecido en circunstancias turbias a raíz de un ingreso hospitalario?

Sí, son diversas las muertes sucedidas en Cuba que ameritan la
preocupación de la opinión pública nacional e internacional. Cada hombre
o mujer de buena voluntad, en la medida de sus posibilidades, debe
colaborar a su esclarecimiento.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=39294

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