marzo 30, 2012
Dariela Aquique
Los gusanos y traidores y escoria de los éxodos masivos comenzaron a ser
comunitarios o cubanoamericanos o los que viven fuera de Cuba.
HAVANA TIMES, 30 mar — Los eufemismos, esas palabras o expresiones con
las que se sustituyen otras, que sean consideradas mal sonantes, de mal
gusto o inadecuadas, son cuantiosamente usadas en Cuba, sobre todo por
aquellos que tratan de preservarse de "molestas interpretaciones."
Molestas interpretaciones, a su vez puede ser el vocablo que describa
una posible reprimenda de algún superior, jefe o compañero que piense
que su término es impropio. Voy a ponerles algunos ejemplos:
Las palabras, sirvienta, domestica, criada, o empleada de servicios,
desaparecieron del léxico nacional por ser consideradas expresiones
burguesas, y todo vestigio de burguesía debía ser incinerado de la vida
de los cubanos.
Con el paso del tiempo y la incontrovertible existencia de diferencias
de clase en el país, volvieron a aparecer este tipo de labores, donde
los que pueden se pagan el servicio domestico de personas, las que por
el contrario necesitan cobrar por dicho quehacer.
Solo que regresó la circunstancia, pero con nuevas designaciones, ahora
se les llama: …la señora que limpia…, el señor que hace los mandados… o
mas amigablemente, la persona que nos ayuda en la casa , y así de paso
se deja un margen de ambigüedad, del que pueda intuirse que no medie
dinero en dicha "ayuda o colaboración."
Los gusanos y traidores y escoria de los éxodos masivos del 60 por
Camarioca y del 80 por el Mariel, después de ciertas coyunturas
políticas y sociales comenzaron a ser comunitarios o cubanoamericanos o
los que viven fuera de Cuba.
Por eso no es para nada raro que a los despidos o cesantías, se le llame
reordenamiento laboral. A los desalojos=confiscación de inmueble. Y a
todo el que brinda información de otros a la policía o al Ministerio del
Interior, en vez de ser calificados como informantes, delatores o
chivatos, se les denomine, colaboradores civiles o auxiliares.
Prostituta se cambió por jinetera y el robo (a grandes escala de ciertos
funcionarios), es entonces mal manejo de recursos.
Pero existen algunas locuciones que están totalmente exonerados de la
posibilidad del eufemismo, como las del periodista o bloguero
independiente, que ha de ser bautizado con palabras como ciberdisidente
o mercenario en su peor accesión.
O sea que los eufemismos seran empleados en una cuantía directamente
proporcional a los niveles de compromiso que se tenga para con lo
implantado u ordenado por el sistema, según el período o los contextos.
Son esas las razones por las que nunca una entrada mía podría ser
publicada en un medio oficial, y no vayan a imaginar, amigos míos, que
la causa sería censura o libertad de expresión, es que soy muy dada al
empleo de fraseologías y criterios amplificados, tergiversados,
imprudentes e incongruentes con nuestra ¿realidad?
Por favor, que nadie vaya a calificarme de sardónica, estoy siendo chistosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario