2 de abril de 2012

Jon Lee Anderson: No habrá transición suave al capitalismo en Cuba

Jon Lee Anderson: No habrá transición suave al capitalismo en Cuba
Publicado el Lunes, 02 Abril 2012 12:17
Por Café Fuerte


Jon Lee Anderson, el avezado periodista de temas internacionales,
responde a una entrevista del conglomerado mediático brasileño O Globo
sobre el presente y el futuro de Cuba. Anderson respondió las preguntas
por correo electrónico, desde las montañas de Nuba, Sudán del Sur, donde
cumple una de sus intrépidas coberturas periodísticas.

CUBA, AL FINAL DE UNA ERA

Por O Globo

Autor de una biografía es considerada por muchos como el relato
definitivo de la vida de Ernesto Che Guevara, Jon Lee Anderson estima
que Cuba está llegando al final de una era.

Para contar la historia de la guerrilla, el periodista pasó tres años en
la isla, donde tuvo acceso a documentos no publicados, y además viajó
por Bolivia y Argentina. En los últimos años ha escrito al menos tres
ensayos sobre la situación política en Cuba.

Famoso por hacer una inmersión profunda en escenarios que retrata en
sus libros y reportajes para la revista The New Yorker, el periodista
estadounidense de 55 años, se distinguió con la cobertura de los
conflictos en países como Irak, Afganistán, Angola y el Líbano, entre
otros. También es reconocido por sus perfiles de líderes políticos como
Hugo Chávez, Fidel Castro y Augusto Pinochet.

Anderson tiene una fuerte relación con América Latina, donde comenzó su
carrera en 1979 en el Lima Times, en Perú. En los años 80, cubría la
región para la revista Time. En 2009, publicó un largo reportaje sobre
las acciones de los traficantes en Río de Janeiro, que incluyó visitas a
Morro do Dende y la entrevista con el traficante de Fernando Gomes de
Freitas, Fernandinho Guarabu.

Nacido en California, el periodista es hijo de un diplomático y fue
criado en países como Corea del Sur, Colombia, Taiwán, Indonesia,
Liberia y el Reino Unido.

Con el lanzamiento de una edición actualizada de la biografía del Che
por la editorial Objetiva, Anderson reflexiona sobre el alcance de ese
mito en la política latinoamericana y el futuro de la región en un
contexto de ascenso de gobiernos de izquierda. En una entrevista con O
Globo realizada por correo electrónico directamente desde la región de
las montañas de Nuba, Sudán del Sur, Anderson analiza el papel de la
Iglesia en colaboración con el Estado después de la visita de Benedicto
XVI al país, la situación económica de la isla y los efectos del final
de Hugo Chávez en Venezuela y Cuba, además de defender una postura más
activa del gobierno brasileño en relación con el régimen de los hermanos
Castro con el fin de lograr más progresos en el ámbito de los derechos
humanos.

O GLOBO: Usted dijo que Cuba está muy cerca del fin de una era. Para la
nueva generación de cubanos, más que un ícono en camisetas o en afiches
en La Habana, ¿qué significa todavía el mito del Che?

JON LEE ANDERSON: En Cuba la juventud está dividida en cuanto al Che
Guevara. Para algunos es el aborrecido símbolo de una revolución
pregonada por viejos que aún dominan el país usando la retórica del
socialismo. Para otros, a pesar de todo, él permanece como una figura
potente, admirable, como un George Washington revolucionario o la figura
de Gandhi, un padre fundador del sistema único de nacionalidad
determinista de Cuba, alguien para imitar en sentido abstracto, con una
sensación de inalcanzable. Algo como Cristo.

O GLOBO: ¿Cómo reconocer la influencia del Che en la política de
Latinoamérica?

ANDERSON: La influencia puede ser vista en una generación de líderes
-más notablemente en Hugo Chávez y Evo Morales, pero también Daniel
Ortega, Fernando Lugo, Rafael Correa y hasta Néstor Kirchner- para
quienes el peligro de una invasión militar estadounidense disminuyó, a
pesar de cualquier política de confrontación que hayan adoptado. De la
misma forma en que Fidel siempre fue visto como una fuente de orgullo
nacionalista para Latinoamérica por su actitud de desafío en relación
con los EEUU, incluso entre políticos conservadores, el Che es un Santo
Patrón conveniente. Él tambien puede ser usado astutamente como señuelo
por políticos cuyas credenciales revolucionarias son prácticamente
nulas, como forma de apelar a la juventud inquieta.

O GLOBO: ¿Un gobierno socialista puede tener una transición suave hacia
el capitalismo?

ANDERSON: ¿Transición suave? Lo dudo. Solamente la cuestión de la
propiedad en Cuba es altamente complicada. Existen muchos cubanos
viviendo en casas compartidas con otros y que no fueron compradas. Son
legados de las confiscaciones de bienes de los que huyeron. Desde el
colapso de la Unión Soviética existe un floreciente mercado negro de
inmuebles que se extiende hasta a extranjeros "comprando" casas y usando
inquilinos cubanos como testaferros. Dependiendo de las garantías que la
revolución exija, existe la posibilidad de que redes criminales surjan
en ese mercado. Por otra parte, las vicisitudes del socialismo cubano en
las últimas décadas prepararan a sus ciudadanos para un mundo
emprendedor donde cada uno se vale por sí mismo. Con control, eso debe
permitir la aparición de una nueva clase media. Pero uno puede preguntar
cómo los jóvenes y los viejos saldrán adelante.

O GLOBO: ¿Cuál es la situación de la economía?

ANDERSON: El azúcar está casi muerta como industria en Cuba. Hace poco
un poco de petróleo, pesca y turismo pero la agricultura está en pésimas
condiciones. No hay exportaciones suficientes aparte de ron, emigrantes
y tabacos. Eso es nada. Al final está el turismo y una economía de
servicios que, desgraciadamente para los cubanos, incluye una próspera
industria de sexo y un modo nacional de hacer trampas como modo para
sobrevivir. Es mucho lo que habría que hacer para evitar que Cuba se
transforme en un tipo de sociedad criminal organizada que ya hemos visto
en otros estados socialistas. Eso va a depender en gran parte de las
actitudes y políticas de los propios gobernantes cubanos.

O GLOBO: ¿La Iglesia puede ser esa especie de aliada y al mismo tiempo,
oposición amigable al régimen?

ANDERSON: Si, es una posibilidad. Cuando el Papa Juan Pablo II visitó
Cuba en 1998, fue un momento significativo en el cual los Castro
parecieron estar dispuestos a permitir que la Iglesia actuase como una
especie de garante de alguna apertura política. Esa ventana fue cerrada
en 2003, cuando Bush invadió Irak y los Castro se sintieron amenazados
por un cambio de régimen inspirado en EEUU. La inseguridad aumentó con
la enfermedad de Fidel y los primeros años de Raúl en el poder. El hecho
de que Chávez haya surgido en la última década como un benefactor hizo
viable la represión. Es posible que estemos ante un reinicio de ese
proceso, que comenzó bajo Juan Pablo II y que después fue congelado.

Los líderes de la Iglesia cubana claramente se adaptaron a la Revolución
y adoptaron una visión de largo plazo. Eso es clave para que ella sea
una intermediaria confiable con adversarios políticos.

O GLOBO: ¿Es posible revisar el modelo económico de la isla sin cambios
políticos?

ANDERSON: Eso es un híbrido del modelo de transición en China, Vietnam y
otros estados socialistas que optaron por la apertura económica, pero
sin concesiones políticas. Al final, va a depender de la percepción de
inseguridad, y los Castro pueden permitir que la Iglesia actúe como un
garante para algunas limitadas libertades políticas, pero nada que
desafíe la suprema autoridad del Partido Comunista. Ellos son altamente
conservadores. El tiempo va a decir si pueden reprimir su naturaleza
burocrática y tolerar nuevas libertades económicas que comiencen a
alterar realmente el escenario social en Cuba.

O GLOBO: ¿Cómo el cáncer de Hugo Chávez puede afectar la alianza entre
Chávez, Fidel y Evo Morales? ¿Podemos ver un aumento de la influencia
estadounidense?

ANDERSON: El cáncer de Chávez y su posible muerte en un futuro próximo,
representarían un cambio radical en el escenario político de
Latinoamérica. Sin hablar de la propia Venezuela. Si el sucesor no
continúa con la generosidad financiera regional, los países que la
reciben, como Cuba, se verán fuertemente afectados. Eso puede tener un
efecto similar para la isla al de corte de subsidios de la Unión
Soviética en la década de los 90. Y también va determinar el nivel de
influencia de EEUU en la región. Habrá una oportunidad de resurgimiento
del poderío estadounidense con una nueva configuración, más respetuosa
tal vez, pero en mucho depende de cuán sabiamente el presidente de EEUU
y sus emisarios vayan a proceder. En el pasado, la sabiduría no fue la
principal característica de Washington en Latinoamérica. Otra cosa: el
poder estadounidense ha disminuido como resultado de los errores de los
años de Bush, el ascenso de China y el declive de la economía de EEUU.
Brasil ahora tiene lugar en la mesa de negociaciones en el hemisferio,
un lugar merecido y bienvenido. La política exterior de EE.UU. hacia la
región tendrá que tener esto en cuenta.

O GLOBO: ¿En cuál escenario sería posible el fin del embargo de EEUU a Cuba?

ANDERSON: La eventual muerte de Fidel puede ser una oportunidad para
acabar con ese embargo anacrónico. Si EEUU juegan duro de verdad, como
lo han hecho hasta ahora, entonces puede ser que esperen concesiones
económicas reales y algunas políticas también. Pero nada antes de la
reelección de Obama como presidente. Él precisa de los votos
cubanoamericanos de la Florida.

O GLOBO: La primera visita a Cuba de Dilma Rousseff como presidente fue
objeto de controversia después de la muerte de otro disidente. ¿Puede
Brasil influir en el gobierno cubano para ofrecer más libertad de expresión?

ANDERSON: Creo que Brasil tiene un papel muy importante en el hemisferio
y que el líder brasileño puede y debe utilizar su influencia para
conseguir calmadamente algunas concesiones a los cubanos. Será más fácil
para ellos aceptar las peticiones procedentes de Brasil que las de los
americanos. Se puede optar por trabajar con discreción, ahora, pero si
es necesario, hablar si la situación lo requiere. La liberación de los
presos políticos podría compensar cualquier inversión brasileña o de
crédito financiero. No debería ser tan difícil y debe hacerse.

*Traducción: Café Fuerte

http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/politica/1736-jon-lee-anderson-no-habra-transicion-suave-al-capitalismo-en-cuba

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