Muchas interrogantes por las nuevas regulaciones aduanales que comienzan 
a implementarse este viernes en los puntos de entrada a Cuba.
Gricel Gonzalez/ martinoticias.com 30 de diciembre de 2011
Las nuevas regulaciones de la aduana en Cuba han causado revuelo entre 
los cubanos que viven en el extranjero y visitan la isla. Muchos se 
preguntan cuál es el propósito real de la nueva ley que se implementa a 
partir de este viernes 30 de diciembre, donde las resoluciones 320 y 321 
limitan el número de un mismo artículo o producto que entren al país, 
además de pagar un impuesto por ellos.
¿Por qué en La Habana toman estas medidas? Hay varias opiniones al 
respecto. Algunos creen que se trata de obligar a los familiares que 
viven en el exterior a llevar el dinero en efectivo para así obligar a 
los cubanos en la isla a gastarlo en las tiendas del régimen ya sea en 
moneda nacional o en divisa.
Otros creen que el propósito es quitarle el dinero a los cubanos en el 
exterior para seguirse enriqueciendo con el esfuerzo de los cubanos que 
quieren ayudar a sus familias ante tanta escasez en la isla.
Por su parte el abogado Sergio Cano de la ciudad de Miami, dice que los 
más afectados con la medida serán los cuentapropistas, teniendo en 
cuenta que en Cuba no existe un mercado de abastecimiento para los 
negocios por lo que se abastecen en el mercado negro.
Mientras en la isla, tanto por televisión como por los periódicos 
oficialistas, informaron que la ley es para que la aduana funcione de 
una manera más organizada, además de, supuestamente, evitar 
arbitrariedades de los fiscalizadores aduaneros ante productos y 
artículos que en la isla son difícil de encontrar o muy costosos.
Para la economista Karina Gálvez, residente en la isla, las intenciones 
fundamentales de nuevas reformas aduaneras tienen dos: "acabar con el 
mercado negro de ropa, zapatos y ese tipo de artículo, a partir de que 
hay gente que ha conseguido poder viajar libremente y mantienen un 
negocio subterráneo, que es mucho mejor que las tiendas que ofrece el 
estado."
"Su objetivo –agrega Gálvez- es frenar todo ese negocio ilegal para 
proteger su propio negocio. Es un proteccionismo ilógico, porque el 
estado no tiene oferta como para satisfacer a la gente."
"Esta medida forma parte de la dinámica del gobierno cubano de hacernos 
creer que está poniendo el acelerador en los cambios y al mismo tiempo 
ir bloqueando toda la economía. Es un freno a la iniciativa privada, un 
bloqueo a la gente y un irrespeto a los derechos de los que vienen y de 
los que estamos aquí," concluyó la economista.
En las aduanas de Cuba se han reportado casos de sobornos, de los que se 
conocen de manera extraoficial. Algunos visitantes ofrecen dinero a 
oficiales aduaneros para así evadir los altos costos de los impuestos.
La realidad es que los cubanos que viven en el exterior tienen que pagar 
para comprar los regalos, luego pagar por el envío o por llevarlos y 
luego pagar en Cuba para entrarlos.
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