2010-02-25.
Elias Amor, Economista Unión Liberal Cubana
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ahora sabemos quién quiere hablar y quién 
pretende seguir encerrado en sus tesis sin ceder un solo ápice. Los 
sucesos de este fin de semana pasado en La Habana han puesto de 
manifiesto que el raulismo está actuando como una deriva del castrismo, 
con la misma ceguera política, a la vez que cierra cualquier oportunidad 
de apertura.
Todo ello viene a cuento de que el régimen  lanzó duras críticas el 
sábado a la reunión de Craig Kelly, subsecretario de Estado adjunto para 
las Américas, funcionario de Estados Unidos, con disidentes en La 
Habana, calificando la reunión de "política subversiva' de Washington, a 
la vez que cuestionaba las conversaciones bilaterales ''productivas' 
sobre inmigración celebradas un día antes.
Tal vez un poco de historia aporte algo de luz a este entuerto. Desde 
que Obama llegó a la presidencia de Estados Unidos, su orientación 
política hacia Cuba ha ido despejando todo tipo de obstáculos para 
facilitar, entre otros, los viajes de las familias, el envío de remesas 
y la mejora de las comunicaciones. Esta actuación se enmarca en un nuevo 
escenario de negociaciones para regular los movimientos migratorios que 
había sido interrumpido durante el mandato de Bush.
Este sería el objetivo principal del viaje del funcionario de EEUU, 
establecer una ordenación de las migraciones que facilite la continuidad 
del proceso, a la vez que se frenan las prácticas ilegales. Algunos 
analistas han considerado que también estaría en la agenda de 
negociación la situación humanitaria del ciudadano de EEUU Alan Gross, 
preso en las cárceles castristas por el delito de entregar equipos 
informáticos a la población, dentro de un proyecto de cooperación.
Sin embargo, como sucede en Cuba, nada es como parece y así, desde el 
preciso momento de su llegada a La Habana, el jefe de la delegación 
estadounidense fue advertido por el Ministerio de Relaciones Exteriores 
[de Cuba] del "rechazo a la organización de cualquier evento provocador, 
ajeno al espíritu de las conversaciones migratorias'. En Cuba, una 
reunión con los disidentes y opositores puede tener este carácter.
Son 50 años en los que el castrismo se escuda en una política muy 
simple. Cualquiera que venga a Cuba debe hablar bien del régimen, de sus 
bondades y abstenerse de cualquier contacto o comunicación con los 
"mercenarios del imperio" calificativo que se utiliza para los 
disidentes y opositores democráticos. Quienes no se atienen a esta 
recomendación, en la que algunos ven tintes mafiosos y estalinistas, 
deben ser conscientes de que entran en una franja peligrosa en la que 
puede suceder cualquier cosa, desde el repudio, hasta actos de 
violencia, pasando por la prisión.
Sin embargo, lejos de amedrentarse con las amenazas castristas, la 
actuación de la delegación de EEUU confirmó que sus prioridades estaban 
relacionadas con el apoyo a los opositores y disidentes, y la promoción 
de las libertades en la Isla, de modo que los medios estatales cubanos 
desplegaron una intensa campaña de ataques y difamaciones contra los 
estadounidenses, por el mero hecho de sentarse a hablar con la disidencia.
Juventud Rebelde, en una edición especial, lanzó acusaciones muy graves 
que rápidamente pasaron a ocupar espacios muy destacados en los medios 
internacionales, haciéndose eco de la ruptura eventual de relaciones 
entre Estados Unidos y Cuba.
No deja de ser un dato curioso que justo, más o menos, a la hora en que 
Obama se sentaba a dialogar con el Dalai Lama, haciendo caso omiso de 
los ataques y advertencias chinos, en La Habana se hacía lo mismo por la 
delegación de EEUU con Martha Beatriz Roque, Elizardo Sánchez, Vladimiro 
Roca, Oswaldo Payá, Félix Bonne, Francisco Chaviano y Juan Almeida.
Así que después de las conversaciones migratorias del viernes la reunión 
con los disidentes confirmó que la acción diplomática de Estados Unidos 
se aplica dentro de los estrechos márgenes del espionaje estalinista cubano.
Y cito textualmente la declaración realizada por los funcionarios de 
EEUU "hemos dejado muy claro que tenemos una diplomacia mundial que se 
relaciona tanto con las sociedades como con los gobiernos... No estamos 
inclinados a hacer excepciones'.
Interesante posición que vuelve de nuevo a poner de manifiesto la 
distancia con la diplomacia que defiende para Cuba el ministro 
Moratinos, empeñado en asumir todas las posiciones del régimen 
comunista, sin exigir nada a cambio. Todavía esperan los disidentes 
alguna reunión cada vez que Moratinos visita La Habana, pero a buen 
seguro, pueden seguir esperando porque lamentablemente, la diplomacia 
del gobierno de ZP no se sitúa en esas coordenadas de la diplomacia de 
Obama y de EEUU.
Tal vez sea el momento oportuno para reflexionar sobre todo ello, y de 
pensar, definitivamente en mantener la Posición Común, como única 
política válida para doblegar a quiénes no desean el diálogo, porque se 
sienten más a gusto con su embargo o bloqueo.
Es posible que esta vía diplomática no consiga todos los objetivos que 
se plantea. No me cabe la menor duda. Pero es la que transmite mejores y 
más claras señales a quiénes están al otro lado del régimen luchando por 
la creación de un espacio democrático y plural como el nuestro. A ellos 
debemos toda nuestra inteligencia y esfuerzo, y por ello, no debemos 
abandonarlos. Estoy seguro de que Marta, Elizardo, Vladimiro, Osvaldo, 
Felix, Francisco y Juan van a agradecer mucho más nuestro compromiso si 
hacemos bien las cosas.
¿QUIÉN BLOQUEA A QUIÉN? - Misceláneas de Cuba (25 February 2010)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=25919
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