30 de agosto de 2009

Fin de las sanciones no tendrían un impacto inmediato en Cuba

Publicado el sábado, 08.29.09
Fin de las sanciones no tendrían un impacto inmediato en Cuba
Por FRANCES ROBLES
frobles@MiamiHerald.com

Imagínese los dorados arcos de un McDonald brillando en el Malecón de La
Habana. Largas colas en un Home Depot en el Vedado. Acaudalados
cubanoamericanos tomándose un café en un Starbucks en La Habana Vieja.

Estas son algunas de las imágenes que evoca una Cuba después del
embargo, donde los especuladores se avalanzarían sobre un mercado de
11.2 millones de personas que, en gran medida, tiene una gran escasez de
bienes de consumo desde hace décadas.

"Uno de los grandes mitos es que el día que se levante el embargo va a
ser la hora de Burger King en La Habana'', declaró Robert Muse, abogado
de Washington que representa compañías europeas que hacen negocios en
Cuba. "Eso es una tontería. No será nada muy público o muy visible''.

Pocas veces desde que John F. Kennedy era presidente ha habido tantos
rumores sobre el embargo. Aunque el presidente Barack Obama siempre ha
apoyado públicamente las sanciones comerciales y ha hecho poco contra
ellas, durante un tiempo este año los activistas contra el embargo
pensaron que nunca había habido un momento mejor para abolirlo.

Pero si las sanciones comerciales establecidas inicialmente por el
presidente Eisenhower hace 49 años se levantaran hoy, los expertos
consideran que los resultados apenas serían visibles en Cuba, que tiene
una fuerte escasez de dinero. Si la isla quisiera franquicias de
restaurantes y cadenas de tiendas, ya las tendría de firmas europeas.

Así que aunque compañías y empresarios de todo Estados Unidos tengan
planes de negocios para la Cuba después del embargo, con la esperanza de
que el cambio pueda llegar pronto, es necesario ajustarse a la realidad.
Si se levantara el embargo con el gobierno de Raúl Castro, las
autoridades controlarían estrictamente todas las transacciones y harían
falta años para establecer los necesarios sistemas jurídicos y
comerciales para poder operar allí.

Aunque una avalancha de turistas estadounidenses invadiera las costas
cubanas, el gobierno trabajaría intensamente para mantener un estricto
control sobre lo que pudiera provocar inestabilidad política y social,
mientras trata de resolver los graves problemas de infraestructura cuya
solución no puede pagar. Según los expertos en el embargo, el gobierno
cubano está más interesado en los ascensores Otis que en las zapatillas
Nike.

Las tiendas cubanas están llenas de televisores de pantalla plana y de
gafas de sol Ray-Ban. Lo que Cuba no tiene --y lo que la gente espera
que pudiera traer un levantamiento del embargo-- es la infusión de
efectivo que permita reanimar la economía.

Al igual que muchos otros en La Habana, Yenny, una empleada de limpieza
de 36 años de Holguín, no puede pensar en nada que el embargo le haya
impedido tener. Lo que ella quiere del país cuando termine el embargo es
la forma de poder comprar esas cosas.

"Aquí uno ve mucha gente rica, gente con carros, con teléfonos
celulares, con cadenas de oro. Pero yo no puedo comprar nada de eso'',
comentó. "¿Usted sabe lo que cuesta el oro? Es mucho dinero''.

El embargo empezó en 1960 tras varios enfrentamientos entre Washington y
La Habana. Las petroleras estadounidenses se negaron a refinar petróleo
soviético, así que Cuba expropió las refinerías de Texaco, Esso y Shell.
Eisenhower primero detuvo las importaciones de azúcar cubano y luego
todas las exportaciones a la isla.

El embargo se convirtió en ley en 1961 y fue ampliado varias veces por
Kennedy en los años siguientes. En 1963 Kennedy prohibió los viajes a
Cuba. Levantar el embargo requeriría que el gobierno cubano tomara
medidas clave, como elecciones democráticas y la liberación de los
presos políticos.

Por primera vez, entidades como la Cámara de Comercio del Gran Miami han
preparado informes en que reconocen que se puede concebir un
levantamiento del embargo con los Castro todavía en el poder.

Los posibles escenarios en Cuba después del embargo son muy diferentes,
en dependencia de quién gobierne la isla. Si ocurriera durante un
gobierno comunista, empezaría con el comercio estrictamente controlado
por La Habana. Si se levanta en gobierno democrático y capitalista, los
expertos temen que se produzca cierta anarquía económica y corrupción.

Pero los expertos concuerdan en que, pese a su constante retórica sobre
el tema, los dirigentes cubanos no tienen problemas con la situación actual.

"Si mañana el presidente Obama decide levantar el embargo, Fidel
hundiría un barco o derribaría un avión de Estados Unidos, haría
cualquier cosa para detenerlo'', declaró Pedro Freyre, abogado que
representa compañías con licencia para hacer negocios en Cuba. ''La
confrontación con Estados Unidos le es indispensable''.

Cualquier cosa que Cuba realmente necesita, puede comprarla en otra parte.

Así que si el Congreso levanta el embargo o si Obama emite tantas
licencias de ventas que lo hicieran inútil --lo que tiene autoridad para
hacer -- ¿qué sucedería?

* Turismo. Los expertos dicen que el primero y más importante de los
cambios para Cuba pudiera ocurrir en el turismo. Los estadounidenses que
tienen prohibido viajar a la isla se apresurarían a visitarla. Pero la
limitada cantidad de habitaciones de hotel no puede hacer frente a una
ola de turistas desde Estados Unidos, así que los precios aumentarían a
medida que los canadiense y otros turistas queden fuera del mercado.

"Eso sería bueno para nuestra economía'', dijo Juan L., un taxista que
traslada turistas desde el Aeropuerto Internacional de La Habana.

A diferencia de algunos europeos, los estadounidenses sí dan propinas.
Juan ha escuchado decir que que un levantamiento del embargo pudiera
atraer hasta dos millones de turistas anuales.

"Si los americanos empezaran a llegar al aeropuerto'', dijo, "le digo
que los españoles y los italianos nunca iban a poder coger un taxi''.

* Crédito. Cuba tiene una grave escasez de efectivo y sufre su peor
recesión desde el colapso de la Unión Soviética. De levantarse el
embargo, nada impediría a las compañías estadounidenses vender bienes a
crédito a la isla.

"Comprarían más alimentos, algunos productos para el consumidor,
equipamiento para infraestructura, carros, autobuses y otras cosas, pero
sería un juego de las tres tapitas, dijo Carlos Saladrigas, empresario
de Miami que encabeza el Cuba Study Group. ''Ellos compran a un país.
Cuando no le pagan, el país no les vende más. Luego Cuba le compra a
otro país. Tampoco le paga, y se siguen endeudando. El régimen cubano
está haciendo esto desde hace años y nosotros no queremos caer en eso''.

* Infraestructura. Los edificios y carreteras están en pésimo estado y
sufrieron una pérdida de $10,000 millones con los tres ciclones del
verano pasado.

"Si Cuba pudiera conseguir que Haliburton les construyera un aeropuerto
y carreteras a crédito, les gustaría mucho'', afirmó Freyre.

* Exportación de alimentos. Cuba estaría dispuesta a exportar vegetales
de invierno, mientras las demandas judiciales paralizaran la exportación
de productos como el ron y los tabacos.

"Pudieran cosechar tomates y colocarlos en Pompano Beach en menos de 24
horas'', indicó William Messna, experto en temas agrícolas cubanos en la
Universidad de la Florida. "Es un enorme incentivo''.

Jorge Piñón, asesor de negocios y experto en energía del Centro de
Política Hemisférica de la Universidad de Miami, comentó que en una Cuba
después del embargo los cambios serían por etapas.

Algunas compañías y empresarios entrarían rápido, vendiendo bienes a
distribuidores, sin invertir capital y sin correr riesgos. Las
inversiones, digamos, de grandes marcas de refrescos o de equipos se
demorarían más en establecerse, y los expertos advierten que tendrían
que llegar a acuerdos con el gobierno, que pudiera decidir limitar la
presencia de marcas estadounidenses en la isla.

El avance pudiera paralizarse por falta de lo que Piñón llama "las
páginas amarillas'', empresas de mediano tamaño que realizan la mayoría
de las operaciones.

"Dónde está el tipo con los baños portátiles? ¿Con la camioneta? ¿Con
los taladros eléctricos y los andamios?", preguntó Piñón. "Las
inversiones pequeñas y medianas no ocurrirán de la noche a la mañana.
¿De dónde van a salir las cosas?. De Miami''.

Según los expertos, si hay un auge en la compra de productos de Home
Depot, probablemente sería en Hialeah, cuando los inmigrantes más
recientes compren productos para venderlos en Cuba o ayudar a sus
familiares.

Pero las leyes cubanas no permiten que inversionistas individuales hagan
negocios en Cuba. Y aunque se revocaran esas leyes, pasaría mucho tiempo
antes de que el sistema judicial garantizara la seguridad de las
inversiones.

"La gente cree que la gente va a ir allí a hacer negocios por la
libre'', aseguró Charles A. Serrano, experto de Chicago que asesora a
empresas que tienen interés en hacer negocios en Cuba. "Pero en Cuba no
hay leyes que faciliten el proceso''.

Muse, el abogado de Washington, indicó que los surfloridanos que sueñan
con hacerse ricos en Cuba deben prestar atención a lo que ha dicho Raúl
Castro, quien ha dejado bien claro que no lo eligieron presidente para
implantar el capitalismo''.

"Si la situación merece invertir, compañías de todo el mundo lo
harían'', subrayó Gary Maybarduk, ex funcionario del Departamento de
Estado que fue asesor económico de la Sección de Intereses de Estados
Unidos en La Habana en los años 90. "Levantar el embargo generaría mucho
entusiasmo pero, a fin de cuentas, sin cambios fundamentales en la
organización de la economía cubana las consecuencias serían limitadas''.

Pero se puede soñar.

"Me gustaría ser el primero en llevar un barco con Ford Taurus y
camionetas de uso'', comentó Maybarduk. "Creo que la primera persona
probablemente gane mucho dinero haciendo eso. Me gustaría abrir un Home
Depot en La Habana, o aunque sólo fuera una ferretería.

"Que me den el derecho a poner un True Value''.

Un reportero de The Miami Herald contribuyó a esta información desde La
Habana. No se identifica al reportero ni se mencionan los apellidos de
los entrevistados en la isla porque el periodista no tiene la visa que
le exige el gobierno cubano para reportar desde la isla.

Fin de las sanciones no tendrían un impacto inmediato en Cuba - El
embargo por dentro - El Nuevo Herald (29 August 2009)
http://www.elnuevoherald.com/cuba/embargo/v-fullstory/story/530700.html

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