Leyendo a oscuras en la biblioteca provincial Elvira Cape
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 27 de Abril de 2017 - 20:05 CEST.
La biblioteca provincial Elvira Cape, de Santiago de Cuba, la segunda
del país, lleva cinco meses sin fluido eléctrico. Tampoco dispone de
agua, por lo que se ha limitado el horario al público hasta las 12:00
del mediodía, y para los empleados hasta las 2:00 de la tarde. Estas
anormales condiciones de trabajo se han extendido a la espera de unas
anunciadas reparaciones que no terminan de concretarse.
Fundada en 1899 por iniciativa de Emilio Bacardí Moreau y su esposa, de
la cual lleva el nombre, la biblioteca pasó por diversos inmuebles hasta
ocupar en 1963 el edificio de la Sociedad de la Colonia española, en la
calle Heredia, uno de los más modernos de la ciudad en la época, elegido
por su amplitud y ventilación para dar mejor protección a los
invaluables fondos.
La biblioteca llegó a la actual situación tras un cortocircuito en la
sala de navegación por internet, que colapsó el sistema eléctrico interno.
"Al estar soterrado el sistema eléctrico del edificio, la reparación
conlleva romper pisos y paredes. Desde enero aprobaron un presupuesto
para eso", dijo una empleada.
Según informaron las autoridades a los trabajadores, el 1 de abril
debían comenzar las reparaciones, por lo que se cerraron baños, se
desmontaron inodoros y lámparas, entre otros movimientos. Pero ahora no
hay materiales, sobre todo cemento, y el inicio de las obras está
pospuesto hasta que aparezcan.
El inmueble nunca ha recibido una reparación, así que se planea hacerle
un sistema eléctrico nuevo.
"No está en mal estado —aclaró la empleada sobre el edificio—, pero al
no ser concebido como biblioteca el peso de los libros acumulados por
años hace que los techos crujan, por lo que los libreros de la sala
general, ubicada en el segundo piso, hay que estar moviéndolos
constantemente, un tiempo de un lado y un tiempo para otro lado. Además,
las puertas que dan al balcón de ese piso no se cierran por falta de
pestillos, se abren solas y entra la lluvia y el viento", añadió.
Sin agua ni baños, las condiciones de trabajo son pésimas. La falta de
luz hace que la búsqueda de ejemplares en salas como las de libros raros
y valiosos, la hemeroteca o referencias sea complicada, pues los locales
son cerrados o tienen ventanas pequeñas.
Las empleadas dijeron que buscan lo que les piden "hasta donde se pueda
ver, y los usuarios tienen que conformarse".
Excepto en la sala general que tiene iluminación natural por sus grandes
ventanales, los visitantes tratan de ubicarse en las mesas cercanas a
puertas o ventanas. Las carencias del servicio han hecho que el número
de visitantes de la biblioteca disminuya tan drásticamente que parece
que está cerrada, sobre todo porque el transeúnte desde el exterior ve
un local oscuro.
"Vengo porque los materiales que consulto están accesibles y ya me los
tienen separados. Si hay que buscar algo en un lugar muy oscuro, no se
puede obligar a los trabajadores porque ni siquiera les han dado una
linterna", dijo un cliente.
Los empleados explicaron que antes del incidente que dejó sin
electricidad la biblioteca les suministraron unas lámparas recargables
para trabajar en los lugares peor iluminados. Sin embargo, la carga no
les duraba "ni media hora" y en estos momentos los aparatos ya no funcionan.
Los trabajadores de la biblioteca son excepticos en cuanto al inicio de
las reparaciones, que no significarán un descanso, sino más trabajo.
Cuando arranquen las obras, deberán ocuparse de acomodar los fondos de
la mejor manera posible para que no sufran daños.
"Lo ideal sería meterlos en huacales pero, como siempre, no hay
material… Menos mal que Elvira Cape no puede ver esto", dijo una
especialista.
Source: Leyendo a oscuras en la biblioteca provincial Elvira Cape |
Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1493316319_30697.html
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