28 de noviembre de 2016

Presidente electo, no abandone a los cubanos ahora

Presidente electo, no abandone a los cubanos ahora
BENJAMÍN F. DEYURRE

Casi 58 años de férrea dictadura comunista están terminando en Cuba. Al
menos esa parece ser la señal que se transmite con la desaparición del
tirano mayor. Y precisamente, es en esta etapa de transición cuando el
pueblo de Cuba necesita más ayuda.

¿Qué se puede esperar en el corto plazo? El gobierno cubano está
temeroso de una reacción vigorosa interna y externa, a raíz de la muerte
de su líder. Eso se dejó entrever con los recientes ejercicios
militares, previos o no, al fallecimiento de Castro. El mensaje es
"estamos preparados para defender la revolución".

¿Cuál revolución? La verdadera fue en 1959. Después se han revolucionado
muchas cosas; la inexistencia de industrias básicas, la expropiación de
bienes privados, la ausencia de partidos políticos, el abarrotamiento de
las cárceles, la negación de libertad de expresión y la exportación de
ideas subversivas a Latinoamérica y el mundo.

Se puede esperar que el régimen intensifique la opresión como medida
cautelar. Más acciones de brigadas callejeras contra cualquier intento
de motín. Más represalias contra las Damas de Blanco. Más vigilancia de
las viviendas de opositores. En fin, toda una serie de operaciones de
inteligencia propias de una dictadura cuando su jefe desaparece.

¿Cuál debe ser la función de EEUU ahora? ¿Acaso romper con el régimen
como respuesta a este momento coyuntural? Geopolíticamente hablando, no
parece ser una reacción inteligente.

Muchos opinan que las relaciones con Cuba han oxigenado al régimen y
prolongado su vida. Sin embargo, tenemos que reconocer que ese sistema
ha estado en un "período especial" por más de 50 años, es decir, si la
normalización de relaciones no existiera, ese eterno "período especial"
simplemente hubiera continuado. La represión y falta de libertades
existían antes y continúan ahora.

Si EEUU rompe con Cuba todo queda igual, menos algo muy importante; la
apertura económica que paulatinamente beneficia al sufrido pueblo cubano.

Los numerosos viajes de cubanos y norteamericanos a Cuba, por mar y
aire, son masivos ahora, al punto que la demanda supera a la oferta y
las reservaciones se agotan. ¿Quién puede negar que esto beneficia al
cubano de a pie? Los servicios al turismo son extensivos. Muchos cubanos
rentan espacios económicos al mejor estilo bed and breakfast
norteamericano. Otros ofrecen métodos de transporte mediante automóviles
reconstruidos durante 50 años por los geniales mecánicos de la isla.
Algunos deleitan a los más exigentes comensales en los diversos
restaurantes caseros conocidos como paladares. Una multitud vende
artesanía y productos variados a los turistas en las playas y parques.

Algunos políticos locales se han dado a la tarea de promocionar un
endurecimiento o finiquito de las relaciones diplomáticas. Si fuera así,
ya vimos que los más perjudicados serían los cubanos "cuentapropistas"
que ganan su sustento día a día. Nos preguntamos: si los cubanos han
logrado establecer negocios propios con una total falta de suministros,
¿qué pasaría si el dólar llegara a circular profusamente en Cuba? El
auge económico aceleraría el derrumbe de la dictadura.

Siempre que hay perjudicados es porque existen beneficiados. ¿Quiénes se
benefician, o sea, quiénes son los interesados en romper relaciones?

Cuba actualmente es un centro turístico multitudinario. Sus playas y
paisajes naturales están clasificados entre los mejores del mundo. La
simpatía y la amabilidad innata del cubano es un imán para el turista.
La hermosura y candidez de la mujer cubana es reconocida mundialmente.

Todo esto hace de Cuba un lugar ideal para establecer un polo de
desarrollo turístico mundial. Ello requiere de inversiones múltiples,
capaces de reconstruir la isla por completo. Un capital de unos $100.000
millones pudiera levantar hoteles y remozar ciudades enteras. Esto
significa empleos y negocios.

Por supuesto, existen sectores interesados en que el turismo no se
escape a Cuba. A ellos no les importa las necesidades del pueblo cubano.

Se dice que cuando el cerebro deja de funcionar, el cuerpo cae solo.
Donald Trump no debe abandonar a los cubanos en este momento. Por el
contrario, como brillante negociante debería pensar en la forma de
llegar a un acuerdo para invertir masivamente en Cuba. El futuro es
promisorio.

Economista y periodista.

Siga a Benjamín F. DeYurre en Twitter: @DeYURRE

Source: Presidente electo, no abandone a los cubanos ahora | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article117507463.html

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