Ser periodista en la nueva Cuba
Ueslei Marcelino
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Entre el régimen y la disidencia surge el nuevo periodismo cubano.
Joven, digital e independiente.Cuba, modo en espera
José Fajardo
@jos_fajardo
25/08/2016 17:46En el proceso de cambio que vive Cuba, las palabras
juegan un papel decisivo. Una generación de jóvenes periodistas (todos
en torno a los 30 años) ha comenzado a poner voz a esta nueva realidad.
Reniegan de los medios oficialistas, pero tampoco se sienten parte de la
disidencia. Su única meta es hacer periodismo, sin apellidos, demostrar
que Cuba no es una unidad sino un mosaico donde conviven más de once
millones de opiniones. La imparable aparición de nuevos medios
digitales, muchos de ellos independientes del control estatal, comenzó
con los primeros blogs en la isla, hacia 2008. Coincidiendo con la
primera legislatura del presidente Barack Obama en Estados Unidos, Cuba
se abrió a la propiedad privada y ése fue el germen de los empresarios
interesados en la comunicación. En el artículo Opening for business,
aparecido en The New Yorker el año pasado, el estadounidense Jon Lee
Anderson cuenta el ejemplo de Hugo Cancio, cubano que vive en Miami y
dirige OnCuba Magazine y ART OnCuba, dos exitosas páginas de
internet.«La manera en que la gente joven se acerca al periodismo ha
cambiado la situación política. Esto es una exageración, por supuesto, y
una pretensión, pero a nivel de discurso, de debate, ciertas brechas
parecen estarse abriendo», dice Carlos Manuel Álvarez, que escribe para
El Estornudo, web fundada el pasado 14 de marzo con la idea de
«demostrar que esta isla no es el periódico Granma (órgano oficial del
Partido Comunista), pero que tampoco lo es Yoani Sánchez (una de las
blogueras disidentes con más influencia internacional)», explica Abraham
Jiménez Enoa, el director de la cabecera.
"Para hacer periodismo sólo hacen falta ganas y rigor, valentía, mojarse
los pies, salir a la calle, contar historias, meterse en problemas y
defender la verdad"
El deshielo de las relaciones entre el régimen castrista y Estados
Unidos iniciado a finales de 2014 no ha sido tan importante para estas
nuevas voces como sí lo es el acceso a Internet. En julio del año pasado
el Gobierno cubano inauguró varios puntos wifi (se calcula que ahora hay
cerca de 400 en todo el país) en parques y zonas públicas. El precio
para conectarse de forma privada sigue siendo alto: cada hora cuesta dos
CUC (equivalente a dos dólares), cuando el salario medio cubano está
entre 20 y 25 dólares al mes. Otro reto al que se enfrentan es el limbo
legal donde actúan. Hace tiempo que se espera una Ley de Medios en Cuba,
pero no parece que el apoyo a las web alternativas sea una de las
prioridades del gobierno de Raúl Castro. «Nosotros trabajamos en una
suerte de sombrilla alegal que nos otorga nuestra condición de medio
online y la desregularización del espacio de internet en el país, pero
éste no es un modelo sostenible ni deseable», explica Elaine Díaz, que
creó el medio Periodismo de Barrio en octubre del año pasado. Para
financiarse, busca la ayuda de fondos internacionales.La precariedad es
la tónica de estos nuevos diarios digitales. Excepto aquellos que están
controlados por empresarios (OnCuba, El Toque), la mayoría no cobran o
se conforman con cubrir gastos. Para sobrevivir, algunos alternan su
labor de emprendedores con el trabajo en medios oficialistas. Se saben
pioneros. «Leo a periodistas muy jóvenes que están escribiendo con
verdadero ángel. Son inteligentes, creativos y se sienten libres de todo
compromiso. Lentamente irán cambiando el rostro al periodismo cubano,
irán derribando muros, ampliando fronteras», asegura el veterano
Leopoldo Luis, que colabora desde Miami con Hypermedia Magazine, otra
web a tener en cuenta en el futuro.
"Las condiciones para el ejercicio de un periodismo más crítico en la
isla de Cuba han variado. Hace una década era impensable fundar un medio
independiente"
Información. Otro periodista de su quinta, Rafael Grillo (pionero del
ciberespacio cubano como fundador del portal de literatura Isliada),
cree que el valor de estos jóvenes radica en que han sido capaces de
construir un espacio de diálogo e información donde antes campaba el
rumor callejero. Incluso han dado visibilidad a realidades de las que no
se hablaba, como si nunca hubieran llegado a la isla: desde Cachivache
Media se dirigen al millennial cubano y cubren temas de videojuegos,
startups, series de televisión y películas. Ellos fueron los primeros en
escribir en el país sobre Pokémon. Nadie habla hoy en Cuba de censura,
pero sí de secretismo, de cuestionamiento moral y ético, de presiones
invisibles que impiden al que molesta subirse a un avión, acceder a una
beca o ser promocionado en su trabajo. Alguno de los entrevistados para
este reportaje pidió que sus respuestas más delicadas no salieran a la
luz. Otros prefieren no dar publicidad a los ataques que han recibido.
Todos coinciden en una cosa: la irrupción de este nuevo periodismo
independiente ya no tiene vuelta atrás.
Source: Ser periodista en la nueva Cuba | Papel | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/papel/historias/2016/08/25/57bd9970268e3e41398b465c.html
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