Ni sal ni paraíso
YUSIMÍ RODRÍGUEZ LÓPEZ | La Habana | 27 de Julio de 2016 - 16:38 CEST.
Por estos días, se ha desatado la polémica sobre la telenovela cubana La
sal del Paraíso, transmitida martes, jueves y sábado, a las 9:00 pm por
Cubavisión. Los artículos "La hiel en el Paraíso" (I y II), de Paquita
de Armas Fonseca, y "Novela cubana: La sal del Paraíso, primeras
reflexiones", de Yuris Norido, publicados en el portal de la Televisión
Cubana y Cubasí, respectivamente, incluyen comentarios muy desfavorables
de varios televidentes.
Los pocos flachazos que había visto de la telenovela y mi falta de fe en
las producciones nacionales durante los últimos años (Bajo el mismo sol
trajo un poco de luz en medio de la oscuridad), me preparaban para
coincidir con Paquita de Armas y Yuris Nórido. Pero confieso que al
decidir ver tres capítulos completos, La sal… no me pareció tan mala
como ellos opinan. Es peor. Decirle La hiel del Paraíso, como hace
Paquita, es reconocer la existencia de algún paraíso. En la telenovela
no hay. ¿Y en la realidad cubana?
Coincido en lo inverosímil y forzado de las situaciones (que he visto),
lo flojo de las actuaciones, incluso de buenos actores, por la mala
construcción de los personajes. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme
si las críticas de los televidentes, que llegan incluso a pedir que deje
de transmitirse, responden a la mala calidad de la telenovela o al
reflejo que hace de nuestra sociedad. También me pregunto si es un
reclamo del pueblo, o el interés de alguna autoridad disfrazada de
pueblo. Novelas malas (y buenas… en el pasado) hemos tenido muchas, pero
la realidad que muestra esta es como una bofetada.
En las telenovelas brasileñas se puede tolerar la falta de valores de
los personajes, la cantidad abrumadora de "malos", y los protagonistas
no muy honestos (como en Imperio, transmitida actualmente) la bigamia,
los tríos. Ni siquiera es tan grave que muchos niños y adolescentes, con
el permiso de sus padres, permanezcan despiertos durante ese horario y
las vean. Pero cuando se trata de las cubanas la reacción es otra, esas
cosas no pueden pasar en nuestra socialista sociedad.
Quienes se alarman ante la crudeza de La sal…, y les parece que es
demasiado para los 60 capítulos de la telenovela, quizás ignoran (o
fingen ignorar) que en Cuba hay profesores que aceptan sobornos para
aprobar alumnos o que chantajean a alumnas con las calificaciones a
cambio de sexo; no solo hay indigentes sino policías que los maltratan
cuando mendigan en zonas turísticas; policías que irrumpen en viviendas,
detienen de forma arbitraria y golpean salvajemente a opositores,
defensores de derechos y periodistas independientes. Claro, nada de eso
llegará a ninguna telenovela cubana. Nuestra realidad está más salada
que cualquier ficción.
Algunos, reclaman un contrapeso, un "balance" para la falta de valores y
personajes inmorales de La sal… La mejor respuesta la ofrece el
periodista Pedro de la Hoz en su artículo "¿Valores en crisis o la
crisis de una telenovela?", publicado en Granma: "Ni la telenovela ni
ninguna obra tienen la obligación de ser a priori compendios
sociológicos totalizadores, ni moralmente edificantes, ni
pedagógicamente instrumentales".
La sal… habría sido defendible, y quizás se habría permanecido en el
horario estelar (ahora programada para 10:00 pm de martes y jueves) si
hubiera tenido lo más importante: capacidad de enganchar al espectador.
Eso muchas veces va incluso más allá de la calidad del producto, que
puede ser tremendamente cursi y predecible como las telenovelas
mexicanas que la gente alquila.
Ahora están de moda las coreanas y las turcas. A estas opciones están
emigrando muchos cubanos. Me costó trabajo conseguir opiniones sobre La
sal… porque la mayoría de las personas me respondía: "Yo miro el
Paquete; hace rato dejé de ver telenovelas cubanas". Eso ya no es
noticia. Una de las series que tiene a muchos enganchados es la española
Bis a bis, que se desarrolla en una cárcel de mujeres "malísimas". A la
gente no le interesa la falta de valores en ella, sino que la serie es
"espectacular".
Source: Ni sal ni paraíso | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1469630295_24168.html
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