28 de marzo de 2016

Las empresas españolas defienden su posición en Cuba

Las empresas españolas defienden su posición en Cuba
La visita de Obama revela el interés por la isla de grandes firmas de
EE.UU., en especial en el sector hotelero
FERNANDO PÉREZ Madrid - 23/03/2016 a las 18:10:43h. - Act. a las 08:38:51h.

El deshielo completo aún necesitará alguna primavera adicional y debe
avivarse con el calor del respeto a los derechos humanos, pero la
histórica visita de Barack Obama a La Habana, acompañado de una nutrida
delegación empresarial, confirma que las grandes compañías
estadounidenses entienden que no hay marcha atrás en una apertura
económica que abrirá jugosas y variadas posibilidades. Las más
evidentes, en el sector turístico. Starwood Hotels firmaba esta misma
semana sendos acuerdos para operar dos hoteles en La Habana. Seis
décadas después, una compañía hotelera estadounidense vuelve a
establecerse en la isla caribeña. Booking también ha logrado convertirse
en la primera firma de reservas de hoteles en línea con permiso para
operar en Cuba. Hasta Donald Trump ha asegurado que la isla tiene
«cierto potencial» y que no descarta abrir allí uno de sus hoteles.

«La apertura va en serio, pero no creo que sea inminente. La integración
de Cuba en el mercado y en la economía global va despacio. Se está
empezando a hacer una apertura parcial. El propio Gobierno cubano ha
tomado la decisión de liberalizar progresivamente su economía y está
negociando la deuda externa, lo que le permitirá tener recursos
financieros para financiar su proceso de desarrollo. Además está
promoviendo la inversión extranjera con una nueva ley y ha creado un
consorcio, la Zona de Desarrollo Económico de Mariel, que es como una
prueba piloto de liberalización de inversión extranjera», explica
Alfredo Bonet, director Internacional de la Cámara de Comercio de España.

Promesa

«No daremos la espalda a los que apostaron por Cuba en los momentos
difíciles»

Sin embargo, la verdadera inserción en el mercado global no se producirá
hasta que se levante el embargo desde Washington. «Ahora ya hay algunas
autorizaciones específicas, pero será entonces cuando se producirá la
explosión del turismo de EE.UU. en Cuba, que ahora mismo es muy
limitado», añade Bonet. Es evidente que las compañías norteamericanas
tienen a Cuba en el punto de mira. «Es un mercado pequeño, pero ofrece
un gran atractivo por su localización estratégica en el Caribe, sus
condiciones naturales, la preparación de su población y las
oportunidades que ofrece un mercado donde todo queda por hacer», asegura
Joaquím Gay de Montellá, vicepresidente de CEOE y presidente de la
Comisión de Relaciones Internacionales.

España no parte desde cero en el objetivo de rentabilizar la apertura de
la economía cubana al gigante estadounidense. En la isla ya operan más
de 200 empresas españolas de muy distintos sectores. Aunque no hay datos
oficiales, porque la Administración cubana no detalla la identidad de
los inversores extranjeros, España es el primer inversor en la isla, con
estimaciones que apuntan a un 45% del total. Además del sector
turístico, en el que más del 90% de las plazas hoteleras de cinco
estrellas y el 60% de las de cuatro son gestionadas por cadenas
españolas, nuestras empresas tienen importantes participaciones en
transporte áereo, producción de cemento y suministro de agua potable,
aunque la presencia toca todo tipo de sectores, algunos insospechados.
Flex, por ejemplo, levantó en La Habana un moderno centro de producción
de colchones tras aliarse con una compañía estatal. España es también el
tercer socio comercial de Cuba, solo por detrás de Venezuela y China.
Las exportaciones rondaron los 965 millones en 2015, según los datos
provisionales del Icex, un 28% más que el año anterior.

En buena posición
«Puede que algunos países hayan hecho más actividad diplomática o más
ruido estos meses, pero las empresas españolas llevan muchos años en
Cuba, tienen un gran conocimiento del país y han estado ahí en los
momentos más complicados. Siempre ha habido canales de comunicación con
las empresas cubanas, incluso cuando las relaciones diplomáticas eran
inexistentes. Eso es algo que no se olvida fácilmente. Nuesras empresas
están posicionadas y participarán seguro en el futuro desarollo de
Cuba», defiende Bonet.

Al calor de la ocasión, el Gobierno español ha abierto una línea de 40
millones de euros de apoyo a la inversión de Cuba a través de Cofides.
Suspendidos desde 2000 por los impagos cubanos, la recuperación de los
avales otorgados por la compañía público-privada Cesce a las empresas
que pretendan invertir en Cuba podría ser un impulso extra, en especial
para las pymes. «Nuestras empresas atesoran un conocimiento del mercado
del que no disponen empresas de otros países. Pero no debemos
relajarnos. Es importante que en los próximos meses mantengamos la
intensidad de las visitas oficiales a la Isla, que mantuvimos el año
pasado, ampliemos la cobertura de Cesce y demos a conocer mejor entre
los empresarios algunos instrumentos de apoyo a la internacionalización,
como la línea Cofides para Cuba», coincide Gay de Montellana.

«Hay espacio para todos. Cuba va a necesitar muchas miles de plazas
hoteleras y transformar muchos de los hoteles existentes»

El primer campo de batalla será sin duda el del sector turístico. Esta
misma semana, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz,
avanzaba que el Ejecutivo español está a la espera de que el cubano dé
una serie de «pasos administrativos» pendientes para poder materializar
varias inversiones en la isla, entre las que se encuentran «nuevos
hoteles». La pujante competencia de EE.UU. no asusta: «Hay espacio para
todos. Cuba va a necesitar muchas miles de plazas hoteleras y
transformar muchos de los hoteles existentes en los próximos años»,
concluye el secretario de Estado. En una reciente visita a Madrid, el
ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, lanzaba un mensaje de
tranquilidad a las compañías españolas que operan en la isla: «No
daremos la espalda a las empresa que apostaron por Cuba en los momentos
difíciles».

Sector turístico
Más de diez cadenas españolas cuentan con intereses en Cuba y gestionan
60 hoteles. Meliá es el primer operador foráneo, con 28 hoteles en
cartera y más de 13.000 camas. Además, Iberia volará a diario a La
Habana a partir de junio, ruta que Air Europa también opera.

Cuba superó en 2015 por primera vez el umbral de los 3,5 millones de
turistas y la tendencia de crecimiento se mantiene. Pero el «boom» está
al caer. «Necesitan de todo. El crecimiento de su turismo está limitado
por la escasez de hoteles, especialmente en La Habana, y sobre todo por
la falta de servicios: centros comerciales, campos de golf, parques
temáticos, hostelería... Todo esto son oportunidades que se abrirán en
los próximos años», explica Bonet.

Gay de Montellá coincide en que las necesidades vinculadas al turismo
son muchas, y destaca oportunidades en otros sectores como la
agroindustria, la energía, los equipamientos médicos, el transporte, las
infraestructuras, la maquinaria relacionada con la construcción, los
materiales de construcción y la de otros bienes de equipo, entre otros.
Bonet añade las ocasiones que abre la normalización del sector
financiero. Las empresas españolas dieron primero, y ahora deben
defender un terreno a punto de florecer entre las penúltimas gotas del
deshielo.

Source: Las empresas españolas defienden su posición en Cuba -
http://www.abc.es/economia/abci-empresas-espanolas-defienden-posicion-cuba-201603231810_noticia.html

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