¿Es Cuba realmente un país sin crímenes violentos?
Will Grant
BBC, La Habana @will__grant
25 febrero 2016
El otro día salí del banco con un sobre repleto de dinero en efectivo,
un bulto de billetes para hacer pagos en un país donde las tarjetas de
crédito rara vez funcionan, y donde es el dinero –en la forma específica
de billetes– lo que resuelve.
No fue hasta que llegué a mi automóvil con el sobre apretado bajo mi
brazo, que me di cuenta hasta qué punto me sentía confiado de mi
seguridad en Cuba.
He vivido en ciudades latinoamericanas donde hasta un breve recorrido
con una considerable suma de dinero encima es motivo de mucha preocupación.
Apresuras el paso en Caracas o no dejas de mirar por encima del hombro
en Ciudad de México. Relatos de guardias de seguridad corruptos que
alertan a los asaltantes de objetivos fáciles saliendo del banco bien
pueden ser más rumor que realidad, pero es difícil no ponerse paranoico.
Y en muchas de esas ciudades probablemente vale la pena ser un poco
paranoico.
Casi todos a quienes conocí durante mis años en Caracas tenían historias
de haber sido víctimas de algún ataque, algunas más amedrentadoras que
otras.
Una pareja en particular sufrió un "secuestro exprés" y a punta de
pistola los llevaron de un cajero automático a otro para obligarlos a
extraer el máximo dinero que sus tarjetas permitieran. Y para rematar:
en este caso los ladrones ¡eran oficiales de policía!
A muchos otros les han puesto una pistola en la cara mientras eran
despojados de sus relojes, cámaras, bolsas y demás. Desafortunadamente,
este es un riesgo real si vives un tiempo suficientemente largo en este
continente.
Con la excepción, al parecer, de Cuba.
No hay cifras
Sin que sea el propósito declarar al país como un paraíso libre de
delincuencia –evidentemente no lo es− en términos anecdóticos está claro
que en La Habana son muchos menos las personas que conozco que han
padecido delitos violentos.
Por ejemplo, la más próxima isla caribeña, Jamaica, tiene una de las más
elevadas tasas de asesinatos del mundo. El gobierno cubano no ofrece
estadísticas de delincuencia y se lo acusa de suprimir de los titulares
de prensa esa información.
En cualquier caso, los delitos con armas de fuego son bastante insólitos
en la isla comunista.
Los críticos señalan que, en su momento, el gobierno de Fidel Castro
evitaba los problemas sociales que plagan a Colombia, Venezuela, México
y la mayor parte de Centroamérica pisoteando los derechos humanos de sus
ciudadanos.
Los famosos "Comités de Defensa de la Revolución" –especie de asociación
de vecinos para la vigilancia pero con poder real– se han mantenido
durante largo tiempo como guardianes del barrio, atajando los grupos de
delincuentes antes de que se conviertan en pandillas.
Aquellos que han sido detenidos a causa de lo que pudiera haberse
considerado delitos menores en cualquier otra parte –como el robo o la
venta de droga en menor escala– a menudo podrían, a través de sus
fuertes sentencias, servir de advertencia a quienes estén pensando en
acciones similares.
Hay también delitos que son específicos de Cuba, como los relacionados
con faltas de respeto a líderes revolucionarios. Recientemente un
artista llamado "El Sexto" fue detenido durante casi un año por tratar
de liberar en una plaza pública a dos cerdos con los nombres de "Raúl" y
"Fidel" pintados en ellos.
Agentes de la seguridad del estado lo detuvieron tan pronto como salió
de su casa con los animales.
La muerte de un joven sudafricano
En general, a los jóvenes en Cuba se les advierte desde temprano que
delinquir no es un buen negocio. Lo que hace aún más sorprendente el
caso de Mbuti Twala.
Estudiante de medicina sudafricano de 28 años de edad, Twala fue
asesinado poco después de Navidad cerca de Santiago de Cuba, la segunda
ciudad del país. Cursaba segundo año en la Escuela Latinoamericana de
Medicina en la que estudiantes de países en desarrollo de África y
América Latina estudian bajo el sistema de salud cubano.
En lo que parece haber empezado como una pelea entre borrachos, fue
golpeado en la cabeza con una botella y falleció a causa de una puñalada
en el pecho. Su cadáver fue repatriado a Sudáfrica y tres hombres se
encuentran bajo arresto en Cuba por este suceso.
Quizás lo que hace que la historia de Mbuti Twala trascienda es
precisamente lo inusual que es. Pocos diplomáticos en Cuba han tenido
que ocuparse alguna vez de la repatriación de cadáveres de turistas o
visitantes desde la pacífica isla.
Pero un amigo que trabaja durante horarios nocturnos en un cuerpo de
guardia de una de las más peligrosas barriadas de La Habana me comenta
que cada vez está atendiendo mayor número de víctimas de delitos
violentos, aunque las estadísticas no están disponibles para ratificarlo.
El joven doctor, que prefiere no ser identificado, dice que son comunes
los machetazos en el ajuste de cuentas. "Vemos al menos un caso en cada
turno", me dijo recientemente.
Con el propósito del gobierno cubano de dirigir su economía hacia el
sector del turismo, algunos temen que pudieran aumentar los robos
oportunistas en las calles.
Aún así, las oscuras y pobremente iluminadas calles de La Habana tienen
un largo camino por recorrer antes de que puedan considerarse
verdaderamente peligrosas.
Source: ¿Es Cuba realmente un país sin crímenes violentos? - BBC Mundo -
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160210_cuba_dinero_seguridad_wg_all
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