Mariela Castro y su nueva payasada
julio 29, 2015 3:13 am·
Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) La hija del gobernante de Cuba
Raúl Castro, Mariela Castro Espín, protagonizó otra de sus habituales
payasadas. Hace pocos días declaró al diario madrileño ABC que los
disidentes cubanos no son más que "grupitos de ignorantes".
Podría muy bien la directora del Centro Nacional de Educación Sexual
(CENESEX) dedicarse a interpretar obras del teatro bufo. Su
caricaturesca vocación así lo aconseja. Con seguridad el español
Francisco Arderíus, quien en 1864 abrió en Madrid, España, el Teatro de
los Bufos, la habría contratado para montar espectáculos y hacer reír al
público.
¡Es lamentable que Mariela Castro nunca haya incursionado en el humor
negro! Hubiera podido criticar la incompetencia del régimen ante la
inseguridad existente en la capital y otras regiones del país, el
consumo de drogas, los homicidios, la persecución de líderes religiosos,
la corrupción, los casos de violación, la ausencia de libertades
políticas y económicas y otros graves problemas que afectan a nuestra
sociedad.
Sus aires de superioridad le hacen creer que es más sabia que el rey
Salomón porque tuvo la oportunidad, no ganada, de estudiar en las
mejores escuelas de Cuba, y no en las de un barrio pobre de Marianao o
Centro Habana. Por dicha razón, le es difícil aceptar la lucidez de
personas que no piensan como ella.
Exhibió su postura autoritaria cuando expulsó del CENESEX a su
secretaria, Wendy Iriepa, una reconocida transexual que tenía relaciones
amorosas con un disidente. No existe una mejor demostración de
ignorancia que esa.
Hace más de un lustro se le conocía sólo como defensora de la libertad
de orientación sexual y de la identidad de género.
Ahora que ha incursionado en la mala política podemos observar su
ingenio humorístico. Ni siquiera Pánfilo, el popular personaje de la
televisión cubana que interpreta magistralmente el destacado humorista
Luis Daniel Silva, nos haría reír tanto como ella lo hace.
Mueve a risa que califique de iletrados a disidentes como el licenciado
en psicología Guillermo Fariñas Hernández, la licenciada en economía
Marta Beatriz Roque Cabello, el exprofesor de historia Félix Navarro
Rodríguez, la premiada artista independiente Tania Bruguera y el Máster
en Física Antonio González Rodiles.
Con este gesto circense, aunque mal intencionado, Mariela Castro ha
echado un cubo de agua fría sobre el Vaticano, que ha anunciado que
durante la próxima visita del Papa Francisco a Cuba, el Pontífice
llamará a las cubanas y los cubanos a enterrar sus rencores y a
perdonarse unos a otros.
Esta defensora de los miembros de la comunidad LGBT que apoyan el
totalitarismo debería cubrirse la cabeza con un gorro de esos que usan
los payasos, colorearse las mejillas y colocarse como empleada en el
Circo Nacional. Tal vez allí la ovacionen mucho más de lo que lo hacen
quienes leyeron sus recientes declaraciones al diario español.
Actúa la señora Castro según el patrón familiar, imita a los jefes de
una oligarquía que ha dominado el país con mano de hierro durante más de
56 años y aún no ha pedido perdón por las decenas de miles de ciudadanas
y ciudadanos ultrajados, encarcelados, torturados y asesinados.
No puede expresar las verdades que esconde porque los que pertenecen a
esa pandilla, como ella, no son seres libres, sino esclavos de una
ideología perversa en la que el mundo ya no cree.
Le cuesta trabajo reconocer en público que ella no se cuenta entre los
ciudadanos que abogan por la justicia y la reconciliación entre todos
los cubanos, porque es parte de una banda adinerada que sólo vela por
sus intereses económicos. El confort es su razón de ser. Conoce muy bien
los exquisitos manjares, los vinos caros y los autos lujosos.
Poco le importan los homosexuales que son golpeados o arrestados por la
policía, o asesinados por delincuentes en La Habana y otras regiones de
la ínsula. Su labor se resume en abogar por un sistema fracasado que hoy
se maquilla para no cambiar, y en presentarse como una posible candidata
a algún cargo gubernamental, con el fin de salvaguardar sus privilegios.
A esta princesita del régimen le han enseñado que las batallas políticas
hay que ganarlas en los medios de prensa y que el histrionismo es un
buen método para atraer a las influyentes agencias de comunicación
occidentales, para por medio de estas, confundir a las masas, a las que
considera ignorantes, como también las consideraba Adolfo Hitler.
Esto le garantiza conquistar espacios en el mundo libre para depositar
su veneno ideológico. Le da la posibilidad de viajar y gozar de los
derechos y las libertades que sus añejos parientes, Fidel y Raúl Castro,
le han negado al pueblo cubano durante décadas.
Pero su ridícula postura humorística la delata. Siente celos de los que
en la isla se atreven a decir la verdad, los envidia por su madurez y
sabiduría y trata de disminuir su brillantez, patriotismo, e
inteligencia a cualquier costo.
Por tanto, nadie debe sorprenderse con esta nueva bufonada de una señora
que sabe muy bien lo que hace, que se crió en un ambiente politiquero
donde se aprende, como en ninguna otra parte, el muy bien pagado arte de
la mentira, la calumnia y la demagogia.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
Source: Mariela Castro y su nueva payasada | Primavera Digital -
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