El curso 2014-2015 termina con más preocupaciones que 'avances'
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 1 Jul 2015 - 11:23 am.
Los padres se quejan de los gastos crecientes relacionados con las
clases y las condiciones en las que estudian sus hijos. Los maestros
señalan presiones que alejan la posibilidad de una enseñanza de calidad.
El curso escolar 2014-2015 termina, pero no así un conjunto de
disposiciones emitidas por el Ministerio de Educación (MINED) que
durante el período afectaron no solo a educandos y profesores, sino
también a las familias.
Un resumen de criterios de ciudadanos refleja la forma en que se percibe
la crisis del sistema educativo, que el Gobierno insiste en negar e
intenta paliar con medidas cosméticas.
"Ni siquiera puede ocultarse que existe una educación privada", advierte
el informático Reynaldo Falcón. "Las recientes normativas para estudiar
idiomas y la clausura de círculos infantiles en varios municipios son
señales de que el sector privado se abrirá espacio en las 'conquistas
revolucionarias'".
"Hasta los uniformes escolares tienen su mercado, pues una cosa dice
garantizar el Gobierno y otra cosa garantizan sus fábricas. No es
secreto que desde Miami se envían uniformes hacia Cuba, porque aquí,
además de solo venderte un uniforme cada dos años, las colas son
descomunales y jamás encuentras la talla de tus hijos", añade.
Los números reales de alumnos suspensos en la enseñanza secundaria no se
han anunciado en medios oficiales de prensa. Fuentes consultadas en las
direcciones municipales del sector afirman que tienen "indicaciones
estrictas de no revelar, en absoluto, datos que puedan servir para
manipular" la imagen cubana. Aseguran que "la cifra de desaprobados en
Matemáticas, Historia y Español es casi igual que la del período anterior".
Un recorrido por escuelas secundarias de Arroyo Naranjo, Cerro, Centro
Habana, Habana Vieja, Cotorro y San Miguel del Padrón confirma que el
número de alumnos de noveno grado que deben ir a exámenes de
revalorización en matemáticas es alto. En Historia y Español la cantidad
es menor. No obstante, "es preocupante por su tendencia a mantenerse o
incrementarse. Es probable que un porciento notable deba ir a exámenes
extraordinarios", dicen maestros y directivos de estos centros.
Un salario extra
El presupuesto familiar, sustentado en principio por el salario promedio
—del equivalente unos 24 dólares al mes, según datos oficiales—, tiene
como carga extra asumir gastos que el Gobierno ha dejado de cubrir en
los últimos quince años y que no se limitan únicamente a materiales de
estudio, a pesar de que el Ministerio de Educación insistía, en
septiembre pasado, en que "todo está garantizado".
"Ya es una tradición impuesta que a inicios de curso los padres tengan
que abonar los dos o tres CUC (pesos convertibles) para comprar los
ventiladores del aula", dice la técnica en Construcción Civil Madelyn
Reygada.
"Como no todos salen buenos, hay aulas que casi todos los años tienen
que volverlos a comprar, y estamos hablando desde preescolar hasta sexto
grado. Son siete años, así que saca cuentas", agrega.
"A eso hay que sumarle que tuvimos que costear los mapas con la nueva
división política administrativa porque, según la directora, el
Instituto de Geodesia y Cartografía llevaba atraso en la elaboración de
los mismos", apunta otro padre con hijos en la escuela primaria Coco
Peredo, del Cotorro.
"Hay muchas escuelas que por sus condiciones también tienen que reunir
para comprar pintura o pagar a un carpintero para reparar ventanas y
puertas", señala.
"Ahora la moda son las fiestas de fin de curso: alquilar una piscina o
algún espacio en Expocuba", dice por su parte el artesano Lázaro R. Pérez.
"Para la ocasión, se piden entre 8 y 10 CUC por alumno. Lo que me
preocupa es que la mayoría de familiares y maestros le ponen más
entusiasmo a la organización de los festines, que al rendimiento
académico y las notas finales de nuestros niños", critica Pérez.
"En mi criterio la educación es pura apariencia, y toda esa alegría
pintoresca que costean nuestros bolsillos le conviene más al Estado que
a nuestros hijos. Se necesita tener un salario extra para mantener esa
fachada", afirma.
El sistema de evaluación académico, para la Secundaria Básica, incluye:
la tarea evaluativa; el trabajo práctico y el seminario integrador. Este
último se aplica para las asignaturas que no tienen examen final. Pero
el trabajo práctico se ha convertido en otro gasto para la familia.
"Nosotros ya lo tratamos como a un miembro más de la familia", ironiza
la auditora Suyin Garrido. "Hay que separar una mesada para comprarle
las hojas, los files, los plumones de colores, y para el costo de
impresión cuando lleva imágenes. La cosa se complica cuando es un
trabajo práctico de Educación Laboral. Al menos en la primaria el
trabajo consistía en hacer un papalote, pero en la secundaria son cosas
de madera y nadie tiene tiempo, así que pagas a un carpintero y listo".
Estos costos se suman a otros ya habituales, como el pago a maestros
repasadores para intentar aliviar las deficiencias de los estudiantes.
Los maestros se defienden
El peso de las críticas lo reciben, por regla general, los docentes, que
son los que dan la cara a los padres. El descenso cualitativo en el
conocimiento —que más tarde se verifica en los niveles de enseñanza
superior— "es indudable que se arrastra desde el nivel primario", admite
Maribel, maestra con 20 años de experiencia en una escuela de Habana Vieja.
"Muy pocas familias saben que ese descenso está condicionado por un
conjunto de exigencias nada académicas del ministerio. Al maestro
también se le evalúa y, por ende, tenemos un límite para desaprobados;
no puedes tener más de cinco en una asignatura, y se sabe que
consecuencias trae aprobar al alumno a cualquier precio", se queja la
maestra.
"Hay otras exigencias que no guardan relación alguna con la pedagogía ni
con el magisterio y que afectan nuestra evaluación final. Por ejemplo,
lograr que los padres donen sangre y cumplir con tareas e indicaciones
político-ideológicas que no tienen sentido", agrega. "Por otro lado, el
déficit de maestros es inmenso, una cifra que el ministerio no publica.
La directora de una escuela primaria, amiga mía, hoy lamenta su decisión
de expulsar a una maestra de experiencia que fue delatada por dar
repasos particulares. Pero la orientación vino del Partido y ante eso no
hay modo de evadirse", relata.
Para Sandra, profesora de Inglés en un politécnico en 10 de Octubre,
resulta inexplicable que, ante los indicadores de calidad en descenso,
"el Estado opte por masificar el acceso al Instituto Pre Universitario
(IPU), antesala de la Universidad".
"Supongo que, o bajarán el rigor en los exámenes de ingreso a las
universidades o empezarán a importar profesores, porque te aseguro que
no damos abasto", señala.
Los aires de fin de curso no aportan mucho optimismo entre la población
sobre el futuro de la educación. Algunos creen que las soluciones pasan
por "bajar los costos ideológicos que lastran al sistema educativo".
Como quiera, habrá que esperar las "ideas" del MINED para septiembre
próximo "y cruzar los dedos".
Source: El curso 2014-2015 termina con más preocupaciones que 'avances'
| Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1435746224_15456.html
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