28 de julio de 2014

Nacieron en Quito para no ser cubanos

Nacieron en Quito para no ser cubanos
Parir fuera y volver se ha convertido, más que en moda, en un trámite de
planificación familiar de cara al futuro
lunes, julio 28, 2014 | Yusnaby Pérez

LA HABANA, Cuba.- Se ha puesto de moda en Cuba una nueva forma de parir.
Es bastante costosa, pero trae una amplia lista de ventajas en cuanto a
derechos y libertades para el recién nacido.

Yahima tiene 26 años. Cuando la entrevisté vivía en La Habana Vieja y
llevaba 4 meses junto con su novio reuniendo dinero. Vendió pinturas,
anillos de oro y hasta el viejo Chevrolet del 56 que heredó de su padre.
Al quedar embarazada, lo primero que pensó fue: 'No quiero que mi hijo
nazca en Cuba'.

Preparó todas las condiciones económicas y logísticas mediante un
pariente en Ecuador (uno de los pocos países que en la actualidad no le
requieren visado o carta de invitación a los ciudadanos cubanos) y se
fue con su novio y un 'regalo' de 6 meses en su barriga, para Quito.

Cada uno se llevó en el bolsillo alrededor de 3000 dólares para poder
demostrar solvencia económica ante las autoridades ecuatorianas de
inmigración, y así poder entrar sin problemas al país. Una vez dentro
podían permanecer legalmente hasta 90 días: ¡el tiempo justo para dar a luz!

¿Por qué parir fuera de Cuba? ¿Qué beneficios le da al bebé?

Al nacer fuera de Cuba y regresar, para los efectos legales, es un menor
extranjero bajo la tutela de su madre; eso le beneficia en los
siguientes aspectos:

- Posibilidad de acceso a las escuelas exclusivas para extranjeros en
Cuba con mejor calidad, donde los niños se hacen incluso bilingües.

-Facilidad para salir de Cuba (tanto para el menor como para sus padres
o tutores).

-Acceso a servicios exclusivos en Cuba para extranjeros (importación,
acceso a internet, embarcaciones, inversión de capital en Cuba, acceso a
hospitales con mejor calidad y sólo para extranjeros como el "Cira
García", entre otros centros médicos)

-Exclusión del llamado al servicio militar obligatorio a los 16 años.

-La posibilidad inherente de decidir, en el futuro, dónde estar, en Cuba
o fuera de Cuba.

Yahima me comentó que la decisión difícil sería después del
alumbramiento, una vez allí. Regresar a Cuba no lo veía con mucha
ilusión, mas ella repetía continuamente en la conversación: "en
cualquier caso, me quede en Ecuador o regrese, mi hijo no será cubano".

Le prometí que no publicaría su historia hasta que todo saliera bien;
por su seguridad y para el desenvolvimiento positivo de sus planes.
Acabo de recibir un correo electrónico de ella. Me contó que había
tenido mellizos, dos varones. Me envió fotos y acabó su mensaje con seis
palabras: "Estoy feliz, mis hijos son libres".

Al igual que este caso, conocí a otros nueve. Todas madres jóvenes,
incluso con carreras universitarias. No dejaba de pensar en esas viejas
historias del tiempo de la esclavitud donde las negras esclavas reunían
dinero durante toda su vida para comprarle la libertad a su hijo. A
pesar de la propaganda oficialista donde se pinta a Cuba como un paraíso
en temas de maternidad, cada vez son más las madres viajeras decididas a
parir fuera, y lo más triste, muchas otras al ver que no consiguen el
dinero simplemente abortan o interrumpen los planes de embarazo.

Source: Nacieron en Quito para no ser cubanos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/nacieron-en-quito-parar-no-ser-cubanos/

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