La pesadilla de la historia
El Congreso de Historia reafirmó la interpretación del pasado a partir
de los intereses del castrismo
miércoles, abril 30, 2014 | Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba –- El recién concluido XXI Congreso Nacional de
Historia, celebrado en la ciudad de Camaguey, ha puesto de manifiesto,
una vez más, las contradicciones en que se debaten los historiadores
oficialistas cubanos. Casi siempre emplean un discurso cuajado de
contrasentidos, en el que intentan mezclar lo objetivo con lo subjetivo.
En la primera de las dos jornadas del evento se produjo la intervención
de Roberto Pérez Rivero, presidente de la Unión Nacional de
Historiadores de Cuba. Este señor expresó que "desde la solidez
científica es que la historia puede contribuir al desarrollo de la
cultura nacional, a las tareas de la lucha ideológica, y al debate
estratégico sobre los retos actuales del socialismo en Cuba".
Olvida, sin embargo, que la solidez científica se relaciona con el
recuento de los hechos de la manera más fidedigna posible, mientras que
el uso de la historia para las tareas de la lucha ideológica presupone
interpretar los hechos de acuerdo con los intereses de la cúpula gobernante.
Una paradoja semejante la hallamos en las palabras de René González
Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba. Este ponente
aseveró que "debemos despojarnos de prejuicios y maniqueísmos, y cubrir,
con total valentía y objetividad, desde la Revolución, los vacíos
historiográficos que aprovecha el enemigo para agredirnos".
Por supuesto, los conceptos "objetividad" y "desde la Revolución" son
irreconciliables. Desde la revolución, por ejemplo, hemos escuchado
desde hace cincuenta años que los alzados en el Escambray eran bandidos,
y los expedicionarios de la brigada 2506 en Playa Girón eran
mercenarios. ¿Podría un observador imparcial otorgarles visos de
objetividad a semejantes puntos de vista?
A propósito de los vacíos historiográficos, es conocido que uno de los
más significativos es el ocultamiento de los éxitos logrados por Cuba
durante la etapa republicana. Y hubo éxitos tan resonantes en ese
período, que al contraponerlos con la actual situación dejan muy mal
parado al castrismo. Por tanto, la exhortación del señor González
Barrios no habría que tomarla muy en serio.
Pongamos una muestra. A pesar de todo lo que se ha dicho y escrito en la
isla por la propaganda castrista, en el sentido de que Cuba era una
colonia de Estados Unidos, y que esa nación dominaba nuestra economía,
el potencial productivo alcanzado por Cuba fue tal que durante los 58
años comprendidos en el lapso 1902-1960, solo en dos ocasiones (1907 y
1921) la economía cubana presentó saldos negativos en su balanza
comercial. Es decir, importó más productos que los que exportó.
A partir de 1961, en cambio, todos los saldos han sido negativos. La
debacle productiva ha imposibilitado que nuestros renglones exportables
compensen el monto de las importaciones. Y ni pensar en culpar al
"bloqueo" de Estados Unidos, pues eso sucedió también en los años de la
"tubería soviética", cuando más del 85% del intercambio comercial de la
isla era con los países del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME).
Algunos delegados a este Congreso, en otra prueba del afán por adecuar
la visión del pasado a los intereses de los actuales gobernantes, se
refirieron a la necesidad de continuar reescribiendo la historia. ¡Por
favor! ¿Cuántas veces van a reescribir la historia de Cuba? Lo hicieron
cuando tomaron el poder y borraron el legado de los historiadores
republicanos; después cuando el país se aferró a la doctrina
marxista-leninista; luego en la etapa de la "rectificación" al
abandonarse los manuales soviéticos; y más recientemente cuando insisten
en "descubrir" facetas del pensamiento de patriotas ilustres que los
acercarían a la revolución de 1959.
Claro, no podemos perder de vista que nos resta otra reescritura de la
historia. Será cuando concluya la actual pesadilla. Confiemos en que
pueda ser la última.
Source: La pesadilla de la historia | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/la-pesadilla-de-la-historia/
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